Una experta explicó a Infobae en qué consiste el fenómeno de la erosión regresiva en la zona de la represa de Coca Codo Sinclair en la Amazonia.
La central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair debía tener una vida útil de 50 años, pero se cree que apenas servirá un total de 15 años. Su tiempo de servicio está condicionado a las acciones que se tomen para frenar un fenómeno natural que se exacerbó con la construcción de la hidroeléctrica y que ha causado efectos geomorfológicos –sobre la forma del terreno natural– inéditos.
En enero de 2024, dos científicas del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) visitaron por segunda vez Ecuador para asesorar a las autoridades sobre el desastre natural de erosión regresiva que sucede en el Río Coca, situado en la Amazonía ecuatoriana, cuyas aguas permiten el funcionamiento de la Coca Codo Sinclair. Tanto el USGS como el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los EEUU (USACE) y otras agencias federales acompañan al gobierno ecuatoriano para encontrar estrategias que permitan gestionar los sedimentos y la erosión en la cuenca del Río Coca, especialmente tras el colapso de la cascada de San Rafael en febrero de 2020, que a raíz del fenómeno formó un arco natural. Un año más tarde, ese arco también colapsó. En 2020, la cascada “sufrió una especie de implosión, afectando su cauce natural” y se secó. Esta cascada era la más grande del país con una caída de 150 metros de altura y 14 metros de ancho, pero ahora no existe. Desde el 2020, describe el sitio especializado en medioambiente Mongabay, “empezó un fuerte proceso de erosión regresiva en el río (Coca)”.
En un artículo publicado en el 2020, Esteban Terneus, director Escuela de Gestión Ambiental de la Universidad Internacional del Ecuador, explicó que la erosión regresiva sucede “cuando la hidrodinámica de un río es tan fuerte que puede carcomer las orillas y taludes aledaños a su cauce, cambiando el trayecto original del río. Es regresiva cuando el socavamiento se come el lecho del río, pero en sentido contrario a la dirección del flujo del agua”.
Siete investigadores de agencias federales estadounidenses y de la Corporación Eléctrica del Ecuador, publicaron en febrero de este año un artículo científico sobre lo que sucede en el Río Coca y concluyeron que: “El ajuste geomorfológico del río Coca representa un desastre natural altamente inusual que amenaza la vida (útil), la propiedad, la infraestructura principal y la seguridad energética, ya que compromete oleoductos y la instalación hidroeléctrica más grande de Ecuador”.
Para explicar el fenómeno, la doctora Carolina Bernal, docente investigadora Escuela Politécnica Nacional, que ha estudiado al Río Coca desde el 2004, habló con Infobae y explicó en qué consiste el fenómeno, cuál fue la afectación que causó la Coca Codo Sinclair y qué soluciones existen para contener la erosión regresiva.
– ¿Cuáles son las causas de este fenómeno? ¿Es netamente natural o hay factores humanos que han contribuido a que suceda la erosión regresiva?
– Un río evoluciona o está diseñado para llevar una cierta cantidad de agua y una cierta cantidad de sedimentos con ese equilibrio. La erosión o la sedimentación son un fenómeno natural. Sin embargo, estamos hablando de un tema de geología ambiental. Cuando hablamos de geología ambiental estamos diciendo que los procesos naturales son exacerbados o acelerados por la actividad del hombre. Si bien la erosión y la sedimentación son fenómenos naturales, en el caso particular del Río Coca al haber construido una hidroeléctrica sí que alteró dramáticamente el flujo o el tránsito de los sedimentos y el caudal líquido (el agua). La erosión se aceleró exponencialmente mientras que el fenómeno de la sedimentación, que es un fenómeno que jamás debía haber existido en una zona como esa, se disparó.
– ¿Cuáles son esos cambios dramáticos a los que se refirió?
– En el momento en el que se construye esta hidroeléctrica se alteró el tránsito de sedimentos y por lo tanto se alteran los procesos. Aguas abajo de la captación está el fenómeno terrible de la erosión regresiva y aguas arriba de la captación hay un fenómeno de sedimentación que está afectando a las poblaciones y que también está influyendo en la infraestructura que hay.
– ¿La construcción de la hidroeléctrica y su funcionamiento afectan a estos fenómenos de erosión y sedimentación?
– Así es. Es la causa raíz y su presencia lo único que hace es exacerbar estos procesos… Cuando se tiene hidroeléctrica, así se sabe que uno de los problemas más complejos es el tratar con los sedimentos, porque los sedimentos siempre van a acortar la vida útil de una hidroeléctrica es por eso que su tratamiento es muy delicado.
Posibles soluciones y falta de previsión
El 22 de mayo de 2024, el ministro de Energía, Roberto Luque indicó que un “repentino y abrupto aumento” de los sedimentos de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair provocó que la central deje de producir energía. En una visita realizada el 30 de mayo a la hidroeléctrica, Luque mencionó que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos concluyó que el gobierno debe implementar “acciones para proteger las obras de captación de Coca Codo Sinclair”. La cartera de Estado señaló en un comunicado que “resulta prioritario recuperar el proceso licitatorio para la contratación de un dique seco cuyo objetivo será el proteger las obras de captación de la Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair”.
La experta Bernal explicó a Infobae que una solución sería la construcción de un túnel para que desfoguen los sedimentos, pero esto es un proyecto costoso.
–¿Hay alguna medida que se pueda tomar para disminuir el impacto en estos dos fenómenos?
– Este es un problema que, en el tiempo que tiene la civilización, no se ha visto, porque se ha observado erosiones de 10 metros. En cambio, esta erosión regresiva comenzó en el 2020 con 120 metros de diferencia… No existe un registro que nos pueda ayudar en este caso, porque las hidroeléctricas siempre han sido construidas en ambientes geológicamente estables. El problema es que esta hidroeléctrica se construye en un ambiente geológico muy dinámico. Entonces de ahí que tiene una producción abrumadora de sedimentos que había que gestionar. Entonces, lo que se había hecho en las otras hidroeléctricas era colocar unas compuertas de fondo para abrirlas cada cierto tiempo y permitir que este sedimento pase, para que el transporte de sedimentos no sea afectado drásticamente… En el caso de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair no tienes estas compuertas de fondo, solamente se lo limpia cuando se abre el canal de aproximación que es pequeño –digamos en su dimensión– y no alcanza a limpiar todo el sedimento que se está acumulando ahí. Una forma (de restar el impacto) hubiera sido la construcción de estas compuertas de base al principio, eso no se hizo. Ahora lo que tendrían que hacer es la construcción de un túnel, que es otra de las medidas que se tiene, pero es bastante costoso.
– Dijo que el entorno donde se construyó la hidroeléctrica es sumamente dinámico, pero cuando hay estas construcciones, sobre todo estos mega proyectos, ¿no se supone que hay estudios técnicos para escoger el lugar idóneo para poderlos construir?
– En el Ecuador no existe ningún sitio en el cual usted pueda decir, estoy a salvo de la actividad geológica, de este dinamismo geológico. Entonces lo que se hace en estos ambientes es convivir con las amenazas es decir, hacer una gestión del riesgo… En la zona de la que estamos hablando es una de las zonas más lluviosas de la cuenca amazónica… Hay muchísima agua, entonces con el afán de aprovechar este este recurso hídrico, que puede generar energía eléctrica, se pensó en la construcción de una hidroeléctrica. Y ahí está el punto de los estudios. Claro que se hicieron estudios… (Pero) si no se sabía del efecto en las obras, pero se había dimensionado cómo esto iba a afectar al medio físico.
– Usted dijo que los sedimentos afectan a la vida útil de las hidroeléctricas, ¿cuál será la vida útil de la Coca Codo Sinclair?
– En el caso de que no se hiciera nada (la vida útil) será el tiempo en el que dure en llegar la afectación de la erosión regresiva y esto es lo que se dice de dos a cinco años. Pero hay muchos más riesgos porque el Ecuador es un país de sismos. En 1987, hace casi 40 años, hubo un terremoto exactamente en esa zona (Fue movimientos de masa más grandes del siglo XX). En donde está la captación, ahí se represó y se rompieron los oleoductos… Entonces en el momento que se repita, porque los sismos tienen que repetirse, va a encontrar este represamiento, esta sedimentación gigante y ahí podría atacar o destruir la captación. ¿Cuándo va a suceder este sismo? Puede que suceda mañana como puede suceder en 20 años… La vida útil (de la Coca Codo Sinclair) que era 50 años, no va a ser 50 años. Desde el 2016 hasta ahora (2024) vamos 8 años. (La vida útil) será de unos 15 años. Tendremos unos siete años más, así como máximo.
– Pero aunque en esa zona llueve mucho, parece que había más contras que pros en el sitio donde se construyó la hidroeléctrica…
– Yo creo que un buen análisis, hubiera dicho que había más contras… Si hubieran hecho una hidroeléctrica más pequeña y hubieran construido un paso con una medida para limpiar los sedimentos; esto no hubiera pasado.
Una aberración geomorfológica
Bernal indicó que la Coca Codo Sinclair no es una hidroeléctrica convencional –como las que forman embalses gigantes que se inundan– sino que esta al río para que entre por un túnel hasta una un pequeño embalse (desde donde cae) uno cuántos metros (200 metros aproximadamente) a la casa de máquinas, donde se genera la electricidad y de ahí sale el agua”. Al construir la captación, el canal de aproximación obliga al río a ingresar por el túnel y el sedimento que trae el río.
Esto ha provocado que en el entorno de la captación se formen islas. Además, Bernal explicó que esos sedimentos pueden afectar a la hidroeléctrica porque ahora son demasiado finos para ser detectados por los desarenadores: “Si usted deja que la turbina entre en contacto con los sedimentos, la turbina se gasta, para evitar eso se puso el desarenador… (Pero ahora los sedimentos) son súper finos y eso es lo que afecta porque cuando son demasiado finos tampoco pueden funcionar los desarenadores y tiene que parar la generación eléctrica”.
Esos sedimentos se observan aguas abajo por lo que “en un río de montaña hay arena”. Esto señaló Bernal “es una cosa absolutamente loca. Geomorfológicamente es una aberración. Es un fenómeno muy grave lo que le está pasando al río”.
infobae.com
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