Analistas y medios de prensa internacionales, se hacen eco de las expresiones del presidente brasileño Jair Bolsonaro contra el sistema electoral de ese país, y por extensión contra el Poder Judicial.
Con su rezago en las encuestas, a solo 3 meses de las presidenciales en, el presidente brasileño Jair Bolsonaro puso de nuevo al tapete un tema polémico: poner en tela de juicio el sistema electoral de su país, y todo lo que ello implica para el sistema jurídico.
La organización electoral de Brasil, sólidamente establecido dentro del esquema jurídico del vecino país, según Bolsonaro, debe ser “resguardado y controlado” por las Fuerzas Armadas, “para evitar fraudes”, una idea inaplicable desde el punto de vista constitucional.
Esto lo dijo ante la presencia de 40 representantes diplomáticos de países asentados en Brasil. Y convocados para oir la crítica presidencial al sistema electoral, el mismo que lo llevó a una banca legislativa, primero, y luego lo ungió a la presidencia cuando se impuso en comicio calificado por el mismo como “limpio y democrático”.
El diario Folha de S. Paulo, uno de los principales de Brasil, en un editorial titulado “Presidente golpista”, atribuye a Bolsonaro el plan de “negociar con el Congreso la libertad para atacar a la democracia”.
Al mismo tiempo hace un llamamiento a la clase política para: “La reacción contra la escalada subversiva del presidente de la República debe partir de la comunidad política. Todos los líderes de los partidos deben expresar con urgencia su aprecio por las reglas básicas de la democracia”, acota.
BOLSONARO Y MERCOSUR
Para la cumbre de países del Mercosur, que se realiza en Asunción, Bolsonaro ha declinado su participación, sin dar ninguna explicación para el efecto.
El “ninguneo” a la cumbre en el país en el que gobierna su “amigo personal” y autodeclarado admirador, Mario Abdo Benitez,
soprendió a muchos analistas, que interpretan el vacío, como una manidestación de falta de interés de abordar problemas comunes de la región. así como por carencia de liderazgo para marcar pautas incluso a los presidentes afines ideológicos.
La amenaza de Jair Bolsonaro, de no aceptar los resultados electorales de octubre próximo, en caso de perder la puja comicial, es interpretada como la continuación de una política que ya poco antes, lo impuso el ex presidente estadounidense Donald Trump, quien estableció una batería previa contra “esquemas de fraude” supuestamente orquestada en su contra. Una estrategia que implicó el ataque de vándalos, seguidores de su política, que atracaron el Capitolio, ícono de la democracia de los EE. UU.
Comentaristas de la política regional,. señalaron que la cumbre que se realiza actualmente en la capital paraguaya, debería abrir la agenda para abordar las expresiones de corte golpista que baraja Bolsonaro. Y recordar, con énfasis, la existencia de la “Cláusula Democrática” que contempla la exclusión del bloque de cualquier país miembro que vaya de contramano a la constitución y las leyes de los Estados.
HOY PY
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