En declaraciones a Prensa Latina recordó que ese convenio había sido aprobado por las rectorías de ambas entidades docentes en marzo pasado, y esta semana quedó sellado.

La doctora en Ciencias Pedagógicas y profesora titular explicó que en virtud del acuerdo ya comenzaron las acciones de intercambio con tres actividades: una conferencia científica desde la academia sobre la expresión escrita de los textos para la construcción de tesis.

La otra actividad, detalló, fue un intercambio entre futuros doctorantes y el doctorado de Pedagogía de la UTP sobre estructuras de tesis y la última fue su participación como jurado en una predefensa de un proyecto de tesis que culminó con resultados satisfactorios.

Resaltó que durante su estancia en Pererira fue recibida por miembros de la solidaridad con Cuba que pertenecen a la Secretaría de Educación de esa ciudad, capital del departamento de Risaralda, ubicado en el centro-oeste del país, en la región andina.

Dialogaron acerca de la posibilidad de establecer convenios de solidaridad con la ELAM y reanimar los nexos con el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), de Cuba, comentó.

Manifestó sentir una gran satisfacción con los hermanos solidarios y con la UTP y un gran compromiso en nombre de Cuba y de la ELAM que cuenta hoy con más de 30 mil 361 estudiantes graduados de más 119 países de todos los continentes.

De esa cantidad, 939 son colombianos, y como parte de la contribución de Cuba a los Acuerdos de Paz, hay en formación más de 700 estudiantes de esta nación suramericana.

Manifestó su gratitud a la anfitriona, Consuelo Orozco, directora del Doctorado en Pedagogía de la UTP, con quien estrechó lazos gracias a la Red Iberoamericana de Pedagogía de la cual las dos instituciones académicas forman parte.

Expresó a Prensa Latina que es un honor poder participar en esta experiencia en Colombia, y agradeció la oportunidad por el intercambio académico y las manifestaciones de hermandad que abren las puertas a nuevos encuentros tanto en este país como en Cuba.

Tras el azote del huracán Mitch a Centroamérica, y luego de conceptualizar el Programa Integral de Salud, que se comenzaría a aplicar en los países fuertemente afectados por ese meteoro, el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, el 21 de noviembre de 1998 mencionó por vez primera la idea de una institución como la ELAM.

«(…) Y falta solo una cosa: no limitarnos a enviar dos mil o dos mil 500 o tres mil médicos; hay una cosa más importante y es que junto a la oferta de enviar médicos hemos ofrecido un programa de formación de médicos centroamericanos en Cuba (…)».

El 15 de noviembre de 1999 fue inaugurada en La Habana la Escuela Latinoamericana de Medicina y en agosto del 2005 tuvo lugar el acto de la primera graduación de la ELAM, que aportó mil 610 médicos de 26 países de América Latina. Prensa Latina.