¿Qué es y para qué sirve la quimioterapia preventiva?

Catalina, la princesa de Gales, sorprendió al mundo a finales de marzo de 2024 al anunciar que padecía cáncer. Aunque no especificó de qué tipo ni en qué estadio, mencionó estar recibiendo “quimioterapia preventiva”, un término desconocido para muchos.

Más conocida como Kate Middleton o princesa Kate, la miembro de la familia real británica reveló en el vídeo pregrabado que se había sometido a una cirugía abdominal mayor en enero por una afección no revelada que en ese momento creía que no era cancerosa. Sin embargo, pruebas posteriores detectaron la presencia de cáncer, lo que llevó a su equipo médico a sugerir “un tratamiento de quimioterapia preventiva”, que ahora está recibiendo.

Esta terapia suele administrarse a pacientes con cáncer para evitar que la enfermedad reaparezca tras la extirpación quirúrgica de una masa cancerosa. Sin embargo, en términos médicos se denomina terapia “adyuvante”, y la mayoría de los médicos no se refieren a ella como quimioterapia “preventiva” porque podría dar lugar a confusión.

“No existe la quimioterapia como medio para ‘prevenir’ el cáncer en sí mismo”, afirma Mónica Ávila, oncóloga del Moffitt Cancer Center de Tampa (Florida, Estados Unidos).

Cualquier diagnóstico de cáncer puede ser alarmante, ya que la enfermedad es la segunda causa de muerte en España, según datos del Instituto Nacional Estadístico (INE). Pero las intervenciones médicas modernas han contribuido a reducir las tasas de mortalidad por cáncer en un 33% desde 1991 en Estados Unidos, en parte gracias a la mejora del cribado y el diagnóstico precoz. En España, según el informe anual de la Sociedad Española de Oncología Médica, “la supervivencia de los pacientes con cáncer en España es similar a la de los países de nuestro entorno. Se estima que se ha duplicado en los últimos 40 años y es probable que, aunque lentamente, continúe aumentando en los próximos años”.

“La mayoría de los pacientes se curan cuando se descubren cánceres en estadios tempranos”, afirma Yuman Fong, cirujano oncólogo del centro oncológico City of Hope, en EE. UU.

Por supuesto, los resultados deseados y las tasas de supervivencia dependen de la voluntad del paciente de seguir las recomendaciones de tratamiento de sus médicos, un compromiso que la Princesa Kate parece estar ejemplificando.

¿Qué es la quimioterapia preventiva?

El cáncer es una enfermedad en la que una mutación en el ADN de una célula hace que ésta empiece a crecer rápida e incontroladamente, interrumpiendo sus funciones normales y poniendo en peligro diversos sistemas y órganos corporales. Estas mutaciones celulares causantes del cáncer pueden producirse de forma esporádica o ser el resultado de factores ambientales o del estilo de vida, como los contaminantes atmosféricos, la exposición a demasiada luz solar, las elecciones dietéticas o el consumo de tabaco. Las investigaciones demuestran que la genética también desempeña un papel en el aumento del riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer.

Lo primero que hace un oncólogo tras descubrir un cáncer en un paciente es determinar la forma más segura y eficaz de matar o eliminar estas células rebeldes del organismo.

Los tratamientos incluyen la cirugía, en la que se extirpa una masa cancerosa; la radiación, en la que se concentran haces eléctricos o de protones de alta potencia en las células cancerosas para destruirlas; o la quimioterapia, en la que unas sustancias químicas se insertan en el ADN de las células cancerosas para destruirlas.

A menudo se recomienda un enfoque combinado. “La intención de todos estos tratamientos es destruir las células cancerosas, aunque sean microscópicas”, dice Elena Ratner, médica y oncóloga ginecológica del Centro Oncológico de Yale, en Connecticut (Estados Unidos).

Tras extirpar o erradicar quirúrgicamente la presencia de células cancerosas existentes, puede administrarse un tratamiento adyuvante de seguimiento para evitar que el cáncer reaparezca, que es a lo que probablemente se refería la princesa Kate cuando dijo que estaba recibiendo “quimioterapia preventiva.”

“El tratamiento adyuvante se administra en los cánceres para ayudar a reducir el riesgo de recidiva y tratar la enfermedad micrometastásica”, explica Syma Iqbal, médico y oncólogo gastrointestinal del USC Norris Comprehensive Cancer Center de Los Ángeles. Tras recibir un ciclo del tratamiento, explica, “los pacientes son controlados posteriormente con escáneres para asegurarse de que no hay recidiva de la enfermedad”.

¿Cuáles son las consecuencias de la quimioterapia?

Tanto si un paciente recibe quimioterapia para prevenir la reaparición del cáncer tras la extirpación de una masa cancerosa (como parece ser el caso de la princesa Kate Middelton) como si se trata de un tratamiento contra una presencia conocida de la enfermedad, “se utilizan los mismos fármacos”, afirma William Dahut, oncólogo y director científico de la Sociedad Americana del Cáncer.

Estas sustancias químicas se administran por vía oral o intravenosa, ya sea a través de un puerto instalado quirúrgicamente o a través de un nuevo punto de inyección en cada visita. Aunque las sustancias químicas utilizadas están diseñadas para atacar y destruir las células cancerosas de crecimiento rápido, “por desgracia, la quimioterapia también afecta a otras células en crecimiento del organismo, como los folículos pilosos, el revestimiento del sistema gastrointestinal y las células sanguíneas”, explica Dahut.

Por ello, la quimioterapia puede dañar varios sistemas del organismo, provocando caída del cabello, debilitamiento del sistema inmunitario, fatiga, náuseas, diarrea, disminución de la función cognitiva (lo que a veces se conoce como “quimiocerebro”), pérdida del control de la vejiga, pérdida de apetito y una afección llamada neuropatía, en la que se experimenta entumecimiento u hormigueo en los dedos de manos y pies.

“Los efectos secundarios de la quimioterapia dependen del tipo de fármacos que reciba el paciente”, explica Iqbal.

Los avances médicos han facilitado la gestión de estos efectos secundarios. “Hoy en día, la gran mayoría de las quimioterapias para diversos tipos de cáncer son muy personalizadas y dirigidas, y son mucho más fáciles de tolerar que en las décadas anteriores”, afirma Ratner.

Además, los efectos secundarios suelen ser totalmente reversibles. “Una vez finalizado el tratamiento, el pelo y otras funciones corporales suelen volver a crecer como antes”, afirma Yazan Numan, oncólogo del Northwestern Medical Group de Orland Park (EE. UU.).

¿La quimioterapia sirve para todos los tipos de cáncer?

Aunque a menudo hablamos de la quimioterapia como un único tratamiento, Numan afirma que existen más de 100 tipos de fármacos quimioterápicos que pueden utilizarse para tratar distintos tipos de cáncer.

En general, se dividen en varias categorías: antimetabolitos, nitrosoureas, corticosteroides, alcaloides vegetales, antibióticos antitumorales, modificadores de la respuesta biológica, agentes alquilantes y agentes hormonales.

“Cada fármaco es eficaz de un modo distinto a la hora de insertarse y destruir el ADN de las células cancerosas”, afirma Numan.

Los distintos tratamientos de quimioterapia vienen determinados, en parte, por el tipo de cáncer que se padece, su grado de diseminación y el tamaño de la masa cancerosa, factores todos ellos que también intervienen en la determinación del “estadio” del cáncer que se diagnostica a una persona.

Aunque la quimioterapia puede recomendarse para cualquier tipo de cáncer, el tipo de quimioterapia adyuvante “preventiva” que está recibiendo la princesa Kate “no se utiliza universalmente para tratar todos los cánceres”, afirma Beth Karlan, médico y oncóloga ginecológica del Centro Oncológico Integral Jonsson de la UCLA en Estados Unidos; “sin embargo, se utiliza habitualmente para muchos cánceres de mama, colon y ovario en fase inicial con intención curativa”.

Tampoco se suele recomendar el uso de quimioterapia adyuvante “para cánceres en estadios muy tempranos, cuando la probabilidad de enfermedad microscópica residual es muy baja”, dice Fong.

Por qué es probable que la princesa Kate reciba este tratamiento

Numan afirma que esto sugiere que, en el caso de la princesa Kate, es probable que quedara una cantidad microscópica de la enfermedad tras la intervención quirúrgica, que aún debía tratarse con otra forma de tratamiento.

Ratner afirma que, según su experiencia con los pacientes, se trata de una práctica habitual. “Nos preocupa que si quedan células cancerosas microscópicas, con el tiempo crezcan, se dividan rápidamente, hagan metástasis y se apoderen de los tejidos normales”, explica; “por eso, a veces recomendamos quimioterapia adyuvante para destruir esas células”.

Aunque no sabemos qué tipo de cáncer se le descubrió cuando se sometió a una operación abdominal a principios de año, “la princesa Kate recibió esta terapia porque sus médicos pensaron que así disminuiría la probabilidad de que el cáncer reapareciera”, dice Dahut.

Lo que su diagnóstico significa para el resto de nosotros

La princesa Kate tiene acceso a la mejor atención médica y está recibiendo múltiples tratamientos tanto para erradicar el cáncer como para evitar que reaparezca. “No todo el mundo tiene acceso a estos cuidados”, afirma Numan.

También tiene suerte de que el cáncer se haya detectado pronto, lo que probablemente le ayudará a evitar las peores consecuencias de la enfermedad. “La princesa Kate tiene 42 años, por lo que la mayoría de las directrices para la detección precoz del cáncer no incluyen a su grupo de edad, a pesar de que existe una tendencia a una incidencia cada vez mayor del cáncer en pacientes jóvenes”, explica Fong.

Por ello, Numan afirma que su diagnóstico puede servir de “llamada de atención” para que otras personas se sometan a las pruebas.

La Sociedad Americana del Cáncer recomienda a las mujeres que se sometan a pruebas de detección del cáncer de cuello de útero a partir de los 25 años y del cáncer de mama a partir de los 45. También recomienda que todo el mundo se someta a pruebas de detección del cáncer colorrectal a partir de los 45 años, que algunos hombres empiecen a someterse a pruebas de detección del cáncer de próstata a partir de los 45 años y que las personas con antecedentes familiares de cáncer o los fumadores hablen con su médico de cabecera sobre la posibilidad de someterse a pruebas de detección antes.

“Nada es más importante hoy en día en los tratamientos contra el cáncer que la detección precoz”, afirma Ratner; “por eso se están haciendo tantos esfuerzos e investigaciones sobre métodos eficaces de detección precoz y prevención del cáncer, incluidas la promoción y la educación”.

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.