El surgimiento del coronavirus provocó la reducción de la vida media de las personas en un 1,6 años en todo el planeta en 2020 y 2021. Los trágicos números no se vieron reflejados en los menores de 5 años. La mirada de los expertos a Infobae.
A cuatro años de la pandemia por COVID que oficialmente afectó a más de 704 millones de personas en todo el mundo y dejó más de 7 millones de muertos, los expertos siguen estudiando sus repercusiones y cómo afectó a la salud en el planeta.
Y si hay una institución con los avales para hacer semejante trabajo es el Instituto de Medición y Evaluación de la Salud (IHME), con sede en Estados Unidos, que engloba a unos 11.000 profesionales en 160 países que aportan datos concretos y análisis sanitarios para elaborar investigaciones de alto impacto global.
El último informe del IHME afirma que el COVID-19 provocó que la esperanza de vida media de las personas en todo el mundo cayera 1,6 años durante los dos primeros años de la pandemia, una disminución más dramática de lo que se pensaba anteriormente, según precisó la investigación publicada en la revista The Lancet que tuvo una amplia repercusión mundial.
Esta disminución de 1,6 años en el promedio general de esperanza de vida de las personas marcó un brusco retroceso en la tendencia del aumento de décadas de la expectativa de cuántos años viven las personas a nivel mundial, según cientos de investigadores que examinaron los datos publicados.
“Para los adultos de todo el mundo, la pandemia de Covid-19 ha tenido un impacto más profundo que cualquier evento visto en medio siglo, incluidos conflictos y desastres naturales”, explicó Austin Schumacher, autor principal del estudio que afirma que durante 2020-2021, la esperanza de vida disminuyó en el 84 por ciento de los 204 países y territorios analizados, “lo que demuestra los impactos potenciales devastadores” de los nuevos virus.
La tasa de muerte de personas mayores de 15 años aumentó un 22 por ciento para los hombres y un 17 por ciento para las mujeres durante este tiempo, estimaron los investigadores. La investigación, que presenta estimaciones actualizadas del Estudio de Carga Global de Enfermedades (GBD) 2021, proporciona la visión más completa de la tragedia que tuvo la pandemia en el mundo.
Los investigadores estimaron que COVID fue responsable de un exceso de 15,9 millones de muertes durante 2020-2021, ya sea directamente por el virus o indirectamente debido a perturbaciones relacionadas con la pandemia.
El doctor Luis Alberto Cámera, médico clínico e internista participó del estudio llevado adelante por los expertos del IHME.
“Junto con el doctor Pascual Valdez, somos colaboradores del grupo IHME que hoy congrega a 11.000 profesionales en todo el mundo y lidera un grupo de expertos de la Universidad de Washington. El grupo hace periódicamente una radiografía mundial de los fenómenos de salud y qué tendencias tienen en la sociedad en forma anual de las 370 enfermedades detectadas en el mundo. Esta información anual analiza las tendencias y son tomadas por distintos gobiernos y ministros de salud para la toma de decisiones que finalmente se vuelcan en programas sanitarios nacionales o regionales”, explicó Cámera, que aclaró que en este último trabajo de investigación solo colaboraron en la redacción y edición final, pero no son junto a Valdez los primeros autores.
“Ya había evidencias previas que anticipaban estos datos de la pandemia. Pero el estudio que apunta a una disminución de 1,6 años de vida en todo el planeta podría ser peor si tomamos otra lectura más correcta. Ha habido un pequeño grupo de países como Japón, Singapur, China, Macao, Australia y Nueva Zelanda que han superado bien la pandemia, con menos cantidad de muertos en promedio. En esos países habitan unas 2000 millones de personas en total. Entonces, si tomamos el resto de las 6000 millones de personas que habitan el mundo, hallamos que la expectativa de vida bajó 2 años y no 1,6″, precisó Cámera que afirmó que en Argentina se calcula 0,8 de años de pérdida de vida.
El experto afirmó que esos dos años se recuperarán en los próximos dos. “Lo que no se va a recuperar es la discapacidad en los afectados por COVID que dejó la pandemia. Muchas personas con COVID prolongado y otras discapacidades físicas y mentales van a persistir con problemas”, apuntó.
Y precisó: “Hoy en la salud tenemos dos valores muy importantes a seguir. Uno es cuánto voy a vivir, o en cuánto voy a incrementar mi expectativa de vida. El otro valor es cómo voy a vivir en mi vejez. Y eso tiene que ver con los años que viviré sin tener una discapacidad tal que me permita ser autónomo y tener calidad de vida. El gran desafío de la salud mundial es la parte de vivir funcionalmente, no depender de que alguien me cuide y ser autosuficiente.
Cámera también hizo hincapié en los números que dejó la pandemia por COVID: “Oficialmente la Organización Mundial de la Salud estima que hubo 7 millones de muertos por el coronavirus. Pero hay 8 millones más de personas que murieron por COVID pero que no tuvieron el diagnóstico correcto. Y hay otros 8 millones más que fallecieron por otras enfermedades que el COVID agravó o incidió para acelerar el trágico final. Entonces, la suma de muertos por la pandemia y no por COVID solamente, alcanza las 25 millones de personas”.
Por último recordó que la pandemia por coronavirus dejó 7,5 millones de niños huérfanos en el mundo. Chicos a quienes el COVID les llevó a sus padres o tutores. Y esa cantidad de huérfanos en Argentina se calcula en 30.000 chicos.
En diálogo con Infobae, el médico infectólogo Pablo Bonvehí, jefe de la sección Infectología y Control de Infecciones del CEMIC, precisó que este estudio lo que demuestra es el impacto, el tremendo impacto que ha tenido la pandemia sobre cualquier otra fenómeno natural que pueda haber impactado la humanidad, porque en general los fenómenos naturales afectan a un país, una región o ciudad.
“Pero esto ha sido un impacto global, ha afectado a todos los países, inclusive los más remotos, que inicialmente parecían exentos, fueron todos afectados. Este indicador que habla de una disminución de la expectativa de vida en 1.6 años es muy importante, ya que la expectativa de vida viene creciendo en todo el mundo, inclusive en los países de medianos y bajos ingresos. Así que esto es un retroceso en los progresos de la de la humanidad y en la ciencia. Creo que en ese mismo artículo menciona cuántas muertes se produjeron en exceso. Quiere decir cuántas muertes más allá de lo esperado hubo en el mundo y fueron casi 16 millones de exceso de muertes, ya sea directamente por el virus en sí o por o por otras trastornos”, remarcó Bonvehí.
“Yo creo que hay que aprender de esto y creo que hay que estar preparado para eventos similares en el futuro. De hecho, nosotros, los países que tenemos otro tipo de urgencias no lo podemos hacer, pero en los países más desarrollados se está trabajando en planificar futuras pandemias. Es decir, hay acciones que se llevan a cabo a través de distintas organizaciones, muchas de ellas son fundaciones que están trabajando ya en la en la preparación de eventos que puedan ocurrir similares o pensar que otro evento pandémico o similar a estos puede ocurrir para así estar preparado”, agregó el experto.
Y precisó: “Otro de los elementos interesantes de este artículo es cómo el aislamiento muy rígido, como han tenido sobre todo países insulares que han podido evitar entrada y salida de personas como Nueva Zelanda, han sido los que han tenido menos excesos de mortalidad. Claramente habla de que una medida de gran impacto en lo social y en lo económico. Creo que es importante aprender y saber y ver que los que ya se está pensando en algunos países más desarrollados en planificar para estar mejor preparados para futuros eventos que puedan suceder de este tipo”.
La médica infectóloga María Cecilia Niccodemi (MN 105624) analizó para Infobae que con respecto a la disminución de la expectativa de vida, la infección por COVID, el principal factor de riesgo para enfermedad severa y muerte es la edad.
“Entonces los pacientes que más se murieron fueron los pacientes añosos, que más tuvieron la enfermedad severa. Es lógico que caiga la expectativa de vida a partir de la muerte de los pacientes más añosos, que fueron la población más afectada en todos los lugares del mundo. Pero por otro lado, la pandemia provocó la pérdida de seguimiento de muchos pacientes con enfermedades crónicas, pacientes con diabetes, pacientes hipertensos con cardiopatías, pacientes con neumopatía, pacientes con VIH, que por la saturación del sistema de salud provocaron una pérdida en el seguimiento de los controles. Pacientes oncológicos también perdían el seguimiento y los controles y el contacto con el médico y con el sistema de salud. Eso potencialmente pudo haber generado mayor muertes relacionadas indirectamente con la pandemia, no específicamente relacionadas con el virus, pero sí con los efectos colaterales de la saturación de los sistemas de salud, principalmente en los países de bajos recursos, como el nuestro”, sostuvo la especialista en Infectología.
El epidemiólogo e infectólogo cordobés Hugo Pizzi (M.P. 54.101) resaltó a Infobae que este estudio demográfico integral, es muy grande y abarca desde el año 1950 hasta 2021. “Lo curioso que desde 1950 en adelante hasta la pandemia, había una tendencia marcada de que aumentaba la expectativa de vida, cosa que evidentemente se revierte en la época de la pandemia. Lo interesante de este estudio es que marca la profundidad del daño y cómo impactó el mismo en la población”, sostuvo.
“También se rescata la implementación de las políticas de salud pública mejoraron el índice de mortalidad en la pandemia, porque si no, evidentemente podría haber sido mayor. Este estudio también deja estrategias que surgen desde todas estas experiencias y de los errores cometidos. Y acá me acuerdo de una frase que siempre la usé yo y que es de Oscar Wilde, que dice que la experiencia es la historia de nuestras equivocaciones. ¿Y por qué es eso? Porque todos los errores, todos los tropiezos que hemos cometido, sin lugar a duda nos han ayudado para poder hacer diseños de políticas para el futuro, políticas públicas. Ahora el estudio es realmente muy importante, es largo, nos va a dejar infinidad de datos. Es increíble el impacto que tienen situaciones como esta en el progreso de la medicina”, afirmó Pizzi.
Menor mortalidad infantil en la pandemia
La investigación precisa que en 2021 murieron medio millón de niños menores de cinco años menos que en 2019, lo que continúa una disminución a largo plazo de la mortalidad infantil. Las tasas de mortalidad entre niños menores de 5 años disminuyeron un 7 % de 2019 a 2021.
Durante la pandemia de COVID-19, la mortalidad entre las personas mayores en todo el mundo aumentó de maneras no vistas en los 70 años anteriores. Si bien la pandemia fue devastadora y mató a aproximadamente 16 millones de personas en todo el mundo en 2020 y 2021 combinados, no borró por completo el progreso histórico: la esperanza de vida al nacer aumentó casi 23 años entre 1950 y 2021.
“Nuestro estudio sugiere que, incluso después de hacer un balance de la terrible pérdida de vidas que experimentó el mundo debido a la pandemia, hemos logrado avances increíbles durante 72 años desde 1950, y la mortalidad infantil sigue cayendo a nivel mundial”, dijo el coprimer autor, el doctor Hmwe Hmwe Kyu, Profesor Asociado de Ciencias de Métricas de la Salud en IHME de la Universidad de Washington. “Ahora, nuestro mayor enfoque debería ser continuar aprovechando nuestros éxitos, mientras nos preparamos para la próxima pandemia y abordamos las enormes disparidades en salud entre países”, agregó el experto.
“Con respecto a la disminución de la mortalidad en los niños, esto obviamente es una buena noticia. Los chicos no fueron blancos de la infección por COVID y creo que esto tiene que ver con un esfuerzo del sistema de salud de acercarse a las poblaciones más vulnerables para hacer el seguimiento de las embarazadas, para hacer partos adecuados, seguimiento del recién nacido y vacunación, promoción de la nutrición y de la lactancia materna, que es un trabajo que ha llevado mucho tiempo. También vacunación a los recién nacidos y a los menores de 5 años. Y sin duda también una de las causas principales de muerte en los menores de 5 años son las infecciones respiratorias. Seguramente durante el periodo de confinamiento, donde hubo una menor circulación de virus respiratorios, menos internaciones y menos muertes en menores de 5 años ha tenido que ver también con la disminución de la mortalidad. Pero el impacto principalmente es en el periparto y en el seguimiento del recién nacido”, aclaró Niccodemi.
Y el infectólogo Pizzi coincidió: “Lo curioso de este largo estudio es que los niños menores de 5 años mejoraron la expectativa de vida y fue notorio, quizás por los cuidados y los encierros y las precauciones que se tuvieron de salud pública en general en la mayoría de los países”.
Países con mayor impacto
La investigación afirma que el costo de la pandemia en la salud humana hasta la fecha afectó más a Ciudad de México, Perú y Bolivia, lugares donde más cayó la esperanza de vida.
Barbados, Nueva Zelanda y Antigua y Barbuda estuvieron entre los países con la tasa más baja de exceso de muertes durante la pandemia, lo que refleja en parte cómo las islas aisladas a menudo se libraron de todo el peso de la Covid. El estudio también mostró cómo las poblaciones de muchos países ricos y que envejecen han comenzado a disminuir, mientras que las cifras continúan creciendo en los países menos ricos.
Esta dinámica “traerá desafíos sociales, económicos y políticos sin precedentes, como escasez de mano de obra en áreas donde las poblaciones más jóvenes se están reduciendo y escasez de recursos en lugares donde el tamaño de la población continúa expandiéndose rápidamente”, advirtió Schumacher.
“Las naciones de todo el mundo necesitarán cooperar en materia de emigración voluntaria”, añadió.
Cómo se hizo el estudio global
El Estudio de Carga Global de Enfermedades (GBD, por sus siglas en inglés) es el esfuerzo más grande y completo para cuantificar la pérdida de salud en diferentes lugares y a lo largo del tiempo. GBD 2021 analiza las tendencias demográficas pasadas y actuales a nivel global, regional, nacional y subnacional.
El estudio proporciona medidas globalmente comparables de exceso de mortalidad y es uno de los primeros estudios que evalúa completamente las tendencias demográficas en el contexto de los dos primeros años de la pandemia de COVID-19. Al estimar el exceso de muertes debido a la pandemia, los autores tuvieron en cuenta las muertes por el virus que causa el COVID-19, el SARS-CoV-2, así como las muertes asociadas con efectos indirectos de la pandemia, como retrasos en la búsqueda de atención médica.
Empleando métodos innovadores para medir la mortalidad, el exceso de mortalidad por la pandemia de COVID-19, la esperanza de vida y la población, los autores del estudio estiman que la pandemia provocó que la mortalidad global aumentara entre las personas mayores de 15 años, aumentando un 22% para los hombres y un 17% para los hombres. hembras de 2019 a 2021.
GBD 2021 va más allá de evaluar el impacto de los dos primeros años de la pandemia de COVID-19. Como señalan los autores, también ofrece “implicaciones para el futuro de los sistemas de atención de salud, las economías y las sociedades y… una base valiosa para la evaluación, el desarrollo y la implementación de políticas en todo el mundo”.
Se basa en el trabajo de más de 11.000 colaboradores en más de 160 países y territorios. 2021, la ronda más reciente de resultados de GBD publicada recientemente, incluye más de 607 mil millones de estimaciones de 371 enfermedades y lesiones y 88 factores de riesgo en 204 países y territorios. Y el Instituto de Métrica y Evaluación de la Salud coordinó el presente estudio de impacto mundial.
infobae.com
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