Parásitos externos en perros: Todo lo que necesitas saber

Los parásitos externos son insectos que viven sobre la piel o agarrados al pelaje de los animales. Suelen tratarse de pequeños artrópodos que se alimentan a expensas de su huésped, causándole desde molestias como la picazón hasta enfermedades que son potencialmente graves como la leishmaniosis, ya que son vectores de múltiples microorganismos.

Con la llegada del calor, este tipo de insectos aumentan su población. No obstante, conviene mantener desparasitado al peludo, tanto externa como internamente, durante todo el año, para evitar así que su estado de salud se vea afectado. 

¿Cuáles son los tipos de parásitos externos en perros más comunes?

A continuación, te explicamos las características de los parásitos externos que más afectan a los perros de cara a que puedas observar a tiempo alguno de los síntomas que producen e incluso prevenirlos.

Garrapatas

Si hay un parásito externo famoso por infestar el cuerpo de los perros es la garrapata. Su modus operandi consiste en incrustarse en la piel del peludo desde la que se alimenta de su sangre. 

Al hacerlo, puede contagiar enfermedades graves como la ehrlichiosis, caracterizada por infectar las células sanguíneas del animal y diseminarse por múltiples órganos; y la enfermedad de Lyme, también conocida como borreliosis canina, que produce desde fiebre a signos neurológicos, cardíacos y renales. 

Para evitarlo, es crucial inspeccionar el pelaje del peludo y en caso de localizar una garrapata, extraerla con precisión para que la mandíbula de este parásito externo no se quede clavada en la piel, lo que produciría una infección.

En el siguiente vídeo nuestra compañera Laura nos habla sobre las garrapatas y nos cuenta cómo quitarlas del cuerpo de nuestro perro. Si quieres ver más vídeos, no te olvides de suscribirte en nuestro canal de Youtube Kiwoko TV.

Pulgas

Las pulgas son otro tipo de parásito externo que no solo puede infestar el cuerpo de los perros, sino también el de sus allegados. Este diminuto parásito tiene un ciclo biológico de entre 30 y 60 días, tiempo durante el que eclosionan los huevos y vuelven a reproducirse. 

Teniendo en cuenta que cada pulga puede poner hasta 400 huevos, resulta necesario proteger al peludo durante todo el año mediante el uso de pipetas o collares antiparasitarios para perros. De no hacerlo, las pulgas terminan debilitando al animal tras succionarle la sangre.