El expresidente Jair Bolsonaro no respondió a las preguntas de la Policía Federal (PF), este jueves (22), en su declaración para una investigación que investiga el presunto intento de golpe de Estado en Brasil. Llegó a la sede de la PF, en Brasilia, alrededor de las 14:20 horas, y no habló con la prensa.
Bolsonaro pasó alrededor de 30 minutos en la PF y, tras abandonar el lugar en un automóvil con los vidrios cerrados, dos de sus abogados hablaron con la prensa y explicaron que su cliente guardó silencio porque la defensa no habría tenido acceso a los expedientes completos de la investigación. .
“La falta de acceso a estos documentos, especialmente a las declaraciones del teniente coronel Mauro Cid, y a los medios electrónicos obtenidos de celulares y computadoras de terceros, impide a la defensa tener el más mínimo conocimiento por medio de qué elementos el presidente es hoy citado a comparecer. este testimonio” destacó Paulo Bueno, abogado del expresidente.
La defensa añadió que el silencio es una estrategia “basada en el hecho de que la defensa no tuvo acceso a todos los elementos por los cuales se acusa al presidente de cometer determinados delitos”, añadió.
Bueno también dijo que Bolsonaro está a disposición de la Justicia “como, de hecho, siempre lo ha hecho y seguirá haciendo, y es de su mayor interés esclarecer esta verdad”.
Además del expresidente, varios exmiembros del gobierno anterior se presentaron este jueves (22) en la sede de la Policía Federal para prestar declaraciones, entre ellos el exministro de Seguridad Institucional (GSI), general Augusto Heleno, el exministro de de Defensa, Paulo Sérgio Nogueira de Oliveira, el exministro de la Casa Civil, general Walter Braga Netto, el exministro de Justicia, Anderson Torres, y el presidente del partido de Bolsonaro, el Partido Liberal (PL), Valdemar Costa Neto.
Las defensas de los investigados no hablaron con la prensa. Se sospecha que formaron una organización criminal que, según la Policía Federal, actuó en un intento de golpe de Estado para mantener en el poder al entonces presidente tras la victoria electoral del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Las investigaciones demostraron que el grupo formuló un borrador, con la participación de Bolsonaro, que preveía una serie de medidas contra el Poder Judicial, incluida la detención de ministros del Supremo Tribunal Federal (STF). Este grupo también realizó reuniones para incentivar la difusión de noticias falsas contra el sistema electoral brasileño y monitoreó al ministro del STF, Alexandre de Moraes.
Operación Tiempo de la Verdad
El 8 de febrero, el PF lanzó la Operación Tempus Veritatis , que tuvo como objetivo a varios militares y asesores vinculados a Bolsonaro. El presidente del PL, Valdemar Costa Neto, fue detenido por posesión ilegal de arma y pepita de oro procedente de minería ilegal durante el operativo.
La operación se lanzó después de que el ex ayudante de campo de Bolsonaro, el teniente coronel Mauro Cid, firmara un acuerdo de negociación de culpabilidad con los investigadores de la PF. El acuerdo fue enviado a la Procuraduría General de la República (PGR) y ya recibió la aprobación del STF.
Bolsonaro fue objeto de órdenes de búsqueda e incautación y le confiscaron el pasaporte para que no pudiera salir del país hasta que concluyera la investigación. La operación detuvo también al ex asesor para Asuntos Internacionales de la Presidencia, Filipe Martins, al coronel Marcelo Câmara, de la reserva del Ejército, y al mayor Rafael Martins, del servicio activo en el Ejército.
La investigación también señala que el general Walter Braga Netto, entonces candidato a vicepresidente por la fórmula derrotada en octubre de 2022, presuntamente dirigió ataques contra generales que no se sumaron al plan golpista.
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