Con diminutos receptores del tacto, la presión y el dolor, la piel es un sensor que vigila el entorno del cuerpo y todo aquello con lo que entra en contacto. Con diminutos vasos sanguíneos, glándulas sudoríparas y vello, la piel también actúa como termostato, preparada para liberar calor o conservarlo para regular la temperatura corporal.
La piel es también una barrera impermeable, la primera línea de defensa contra el mundo exterior. Sin embargo, a pesar de su resistencia, la piel puede dañarse fácilmente en la vida cotidiana, y especialmente cuando se expone al calor, al sol y al aire seco del invierno.
Como hacían los antiguos curanderos, los herbolarios modernos siguen recurriendo a las plantas para limpiar, curar y calmar la piel. He aquí cuatro ingredientes que pueden ayudar a la piel a retener la humedad en épocas de sequedad.
Aguacate
Rico en aceite y vitaminas, el aguacate es un antiguo remedio para calmar las irritaciones cutáneas e hidratar la piel seca. Algunos utilizan el aguacate para aliviar los síntomas de la psoriasis, el eczema y el pie de atleta, aunque aún se necesita más investigación científica para respaldar plenamente estas afirmaciones.
El aguacate es originario de América Central y del Sur, donde se cultiva desde hace milenios. Con este fruto graso se pueden elaborar en casa tratamientos para el cuidado de la piel. Los productos para la piel y el cabello que contienen aguacate están muy extendidos. Para la piel seca, machaca unas rodajas de aguacate maduro y aplícalas directamente sobre la piel. Dejar actuar 20 minutos y aclarar.
Caléndula
Los herbolarios recomiendan lociones, cremas y ungüentos de caléndula para piel agrietada, eccemas, pequeños cortes y quemaduras, dermatitis del pañal, picaduras de insectos, hemorroides, pie de atleta y varices. Por vía interna, la caléndula puede aliviar infecciones de garganta, mejorar la digestión y curar úlceras gástricas y duodenales. Recientemente, se ha demostrado que la pomada tópica de caléndula ayuda a prevenir la dermatitis en pacientes con cáncer de mama sometidas a radiación.
La caléndula se cultiva en jardines de todo el mundo, desde las regiones subárticas hasta los trópicos. Las flores y la planta entera se utilizan en fitoterapia. La planta entera se recolecta fresca para tinturas y extractos. Los capítulos florales secos suelen utilizarse en infusiones. Para preparaciones tópicas, los extractos se incorporan a muchos productos para la piel: jabones, cremas, ungüentos, pomadas y lociones con diversas concentraciones de caléndula. Aplica los preparados tres o cuatro veces al día para curar afecciones cutáneas leves.
Coco
El aceite de coco es un gran remedio natural para todo tipo de problemas cutáneos: piel seca, picores, pie de atleta, tiña, dermatitis del pañal y eczema. El aceite contiene ácido láurico, que le confiere propiedades antivirales y antifúngicas. Otra área prometedora es el cuidado del cabello, y los estudios han demostrado que el aceite de coco es muy eficaz para deshacerse de los piojos.
Los cocos crecen en palmeras de zonas tropicales de todo el mundo. Los científicos creen que se cultivaron por primera vez en dos lugares principales: las islas del sudeste asiático y la costa y las islas costeras de la India. Algunas etiquetas de aceite de coco lo describen como “virgen”, pero hay que tener en cuenta que, a diferencia del aceite de oliva, no existe una norma industrial para ese término. Por lo general, significa que el aceite no está procesado. El aceite de coco puede conservarse a temperatura ambiente sin estropearse. Se solidifica por debajo de 24°C. Para el cuidado de la piel, toma una cantidad de aceite de coco del tamaño de unos a moneda de diez céntimos y masajéate diariamente las manos, los brazos, las piernas y los pies.
Avena
Un exfoliante de avena es una de las formas más saludables de cuidar la piel. Los curanderos naturales promueven la avena para ayudar a calmar la piel de dolencias de la piel incluyendo picazón, sequedad, oleosidad, eczema, dermatitis, picaduras de insectos, y la hiedra venenosa. La avena alivia la inflamación de la piel gracias a un grupo de compuestos llamados avenantramidas, que bloquean la liberación de compuestos inflamatorios e histaminas para reducir el enrojecimiento y el picor. La avena también tiene propiedades antivirales y antifúngicas, lo que la hace útil para combatir el picor de la varicela, el herpes zóster y la tiña.
La avena se puede encontrar en muchas formas en cualquier tienda de comestibles. Se puede encontrar en jabones, champús, pomadas y lociones. En la sección de productos para el cuidado de la piel, se puede comprar harina de avena coloidal finamente molida.
Cuidar la piel seca todos los días con uno (o todos) estos remedios naturales puede aliviar los molestos picores y descamaciones durante todo el año.
Partes de este trabajo han aparecido anteriormente en Nature’s Best Remedies. Copyright © 2023 National Geographic Society.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.
National Geographic
Fuente de esta noticia: https://www.nationalgeographic.es/ciencia/2024/02/piel-seca-invierno-ingredientes-naturales-ayudarte
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