El virus de pies, manos y boca es cada vez más frecuente en los niños, especialmente en aquellos que se encuentran en etapa escolar. Es importante saber detectar las señales, para recurrir al médico y tener un buen diagnóstico.
En las últimas semanas se dio un aumento en las consultas en el área de Pediatría. Estos casos no fueron por cuadros respiratorios, sino por reacciones alérgicas.
Pero, no se trata de una reacción alérgica común, sino de la enfermedad infecciosa causada por virus de la familia de los enterovirus. La principal característica es la presencia de llagas en la boca, así como las erupciones cutáneas en la palma de la mano y planta de los pies.
Precisamente de allí proviene el nombre de la enfermedad, “virus de boca, manos y pies”.
Este virus principalmente afecta a niños menores de 7 años de edad, inicialmente dándoles cuadros febriles, dolor de garganta y las lesiones mencionadas en la piel.
Cabe mencionar que al inicio de la enfermedad pueden cursar como un síndrome gripal como congestión y rinorrea, por eso la importancia de que los padres estén atentos a las señales y acudir inmediatamente al médico para un correcto diagnóstico.
Especialistas en el área de Pediatría advirtieron que otra de las características del virus es su alto nivel de contagiosidad, principalmente en los niños que se encuentran en etapa escolar. Los espacios cerrados y el contacto cercano es propicio para su rápida propagación.
Por su alto nivel de contagiosidad, el virus también puede afectar al entorno familiar, sin embargo los adultos prácticamente no presentan síntomas. No obstante, pueden convertirse en transmisor de la enfermedad.
Para este virus no hay un tratamiento específico. Inicialmente, los médicos tratan de controlar la fiebre que presentan los niños y con el correr de los días se busca disminuir la aparición de las llagas, de acuerdo a la zona del cuerpo que fue afectada.
Es primordial también que en el tiempo que dure la enfermedad, los niños tengan una buena hidratación, ya que las lesiones en la boca muchas veces dificultan la fácil digestión de alimentos.
Una práctica ya aprendida durante la pandemia es el lavado de manos. Es fundamental que se profundice en las instituciones educativas, para que los niños eviten estar expuestos al virus de boca, manos y pies. Asimismo, se recomienda la desinfección frecuente de los objetos que son utilizados por los niños, tanto en el ambiente familiar como escolar.
En el ambiente escolar, es importante que se dé un aviso ante la aparición de casos y así prevenir una mayor propagación del virus. No es para alarmarse, pero como toda enfermedad requiere de ciertos cuidados.
FUENTE: POR JUAN RIVEROS / HOY PY
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