La cartera exigió al SNAI (organismo encargado de administrar las prisiones) y a diferentes autoridades de migración “el reforzamiento de la seguridad del señor Glas porque lo peor que podría pasarle a este país es que este señor se fugue”, dijo Jiménez en una rueda de prensa.
Al ser consultado sobre el temor de una huida del exvicepresidente de 52 años, el ministro expresó: “por supuesto que nos preocupa”.
Glas cumplía desde 2017 una condena por recibir millonarios sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, pero salió el domingo a libertad condicional luego de beneficiarse de un habeas corpus expedido por un juez de una parroquia rural de la costa ecuatoriana.
Condenado a seis años de cárcel por el caso, el exvicepresidente tiene prohibido salir del país y debe presentarse una vez por mes ante la justicia.
El gobierno del presidente Guillermo Lasso ordenó al SNAI apelar la decisión judicial.
“Nosotros queremos que este proceso llegue a su fin, pero como corresponde, cumpliendo nosotros con nuestra obligación y haciendo respetar el Estado de derecho”, aseguró Jiménez.
Glas fue vicepresidente del exmandatario socialista Rafael Correa entre 2013 y 2017, luego de estar al frente de ministerios de áreas estratégicas.
Ya había sido sentenciado en 2020 a ocho años de cárcel por pedir sobornos a empresarios a cambio de contratos con el Estado, junto con Correa, juzgado en ausencia debido a que vive en Bélgica.
En octubre de 2017, Glas se entregó a la justicia que lo investigaba por la trama de Odebrecht.
Perdió el cargo en enero de 2018 luego de que el Congreso declarara su ausencia definitiva en el puesto tras su condena, convirtiéndose entonces en el funcionario de más alto rango de Latinoamérica en ser sentenciado por el caso Odebrecht.