Vivir con una pensión del IESS es una tarea difícil en Ecuador

El país fue considerado uno de los diez mejores lugares para los jubilados extranjeros, pero para eso se necesita un presupuesto de al menos $1.500 mensuales.

Según la revista estadounidense ‘International Living’, Ecuador está en el quinto puesto entre los mejores lugares para jubilarse a escala mundial. Esa publicación asegura que un retirado puede vivir cómodamente si dispone de un rango de $1.500 y 1.825 mensuales.

Sin embargo, ese presupuesto, que puede resultar asequible para un adulto mayor de Estados Unidos, se vuelve una quimera para el jubilado ecuatoriano promedio.

Si se ha podido cumplir con todos los requisitos de ley, el promedio de las pensiones que paga el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) llega a los $670 al mes. Es decir, casi tres veces menos de lo necesario para tener una adecuada calidad de vida, de acuerdo con la publicación norteamericana.

Realidad ecuatoriana

A pesar de que el promedio llega casi a los $700, la mitad de los pensionistas ecuatorianos recibe $500 o menos; mientras la otra mitad accede a más de esos ingresos para cubrir crecientes gastos en salud y cuidado, sin tomar en cuenta lo básico para alimentación, servicios, entre otros.

Beatriz Aguilar, con 88 años, comentó que, aunque no tiene enfermedades graves, una caída hace más de dos años le obligó a contratar enfermeras o cuidadoras para que le ayudaran a movilizarse, sobre todo por las noches.

“Eso me representa un alto gasto todos los meses. Además, tengo que comprar medicinas para la presión, el control de los triglicéridos, entre otros; pero ni para eso puede contar con el IESS. Mi pensión es de menos de $400 y el resto del gasto lo cubro con los ahorros de toda la vida que dejó mi esposo”, acotó.

Las pensiones no son suficientes

Un jubilado ecuatoriano que vive solo necesita entre $850 y $950 para vivir con tranquilidad. Ese presupuesto incluye gastos en arriendo (menos del 50% son propietarios).

Además, la misma revista ‘International Living’ reconoce que, ante las falencias en el sistema de salud pública, un desembolso ineludible son los $80 mensuales, como mínimo, para financiar un seguro privado.

Según el estudio titulado ‘Los sistemas de pensiones y salud en América Latina, los desafíos del envejecimiento, el cambio tecnológico y la informalidad’, elaborado por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), solo el 20% de los ingresos de los mayores de 65 años está cubierto por la pensión que paga el IESS.

Un 40% proviene de recursos conseguidos por empleo en relación de dependencia; mientras otros 20% llega a través de pequeños emprendimientos.

Asimismo, las transferencias y ayudas públicas representan el 10%; y las rentas de capital o inversiones suman un 5% adicional.

Carlos Lucero, 70 años, explicó que es poco probable que se pueda financiar todos los años de retiro solo con la pensión del IESS. En su caso, el presupuesto se completa con el arriendo de un local, algo de ahorro y ayuda de los hijos.

“Me considero afortunado porque pude acumular un pequeño nivel de activos para sustentar mi vejez,  pero la mayoría no puede hacer eso y les toca trabajar en lo que sea hasta los últimos días”, comentó.

En este contexto se debe recordar que solo el 14% de las personas con empleo llegan a obtener una pensión completa cuando aplican a la jubilación del IESS. Todo eso debido a que, en gran parte de la vida laboral, no contribuye al sistema como afiliado activo o se emplea en el sector informal de la economía.

La edad mínima de jubilación en Ecuador es 60 años, si se aportó durante 30 años; 65, si aportó 15 años; y 70, si aportó 10 años.

Hasta el 31 de diciembre 2021, el IESS registró 583.883 pensionistas en todo el país

El gasto público en salud y pensiones se duplicará en los próximos

Actualmente, el gasto público para mantener el sistema de salud y pensiones llega al 7% del Producto Interno Bruto (PIB), pero en los próximos 40 años, los desembolsos llegaran a superar el 13% del PIB.

En otras palabras, cada vez se necesitará más dinero para cubrir las necesidades de un creciente número de jubilados. Sin embargo, esos mayores desembolsos no se traducirán en pensiones más altas porque dependen del nivel de salarios en la economía, del número de años trabajados y del 40% del aporte estatal.

Gracias a ese creciente subsidio estatal, que ya supera los $1.400 millones anuales, el IESS paga tasas de reemplazo del 80% en el caso de los hombres y del 65% en el de las mujeres.

Así, un jubilado recibe como pensión mensual hasta el 80% del promedio de sus cinco últimos mejores sueldos durante su vida activa como trabajador.