“Ómicron es una fuente de preocupación, pero no debe ser una fuente de pánico”, aseguró el presidente norteamericano.
Joe Biden advirtió este lunes que algunos hospitales de Estados Unidos pueden “desbordarse” por los nuevos casos de covid-19, pero aseguró que en general el país está bien preparado para enfrentar esta nueva oleada y que la población no debe entrar en pánico.
En una reunión virtual de la Casa Blanca con varios gobernadores y asesores sanitarios este lunes, el presidente norteamericano destacó que la rápida propagación de la variante Ómicron no tendrá el mismo impacto que el surgimiento inicial de la pandemia en 2020 ni de la aparición de la variante delta este año.
“Ómicron es una fuente de preocupación, pero no debe ser una fuente de pánico”, señaló.
Las pruebas están mucho más disponibles y la vacunación masiva implica que muchas personas que resulten infectadas no desarrollarán enfermedades serias.
“Porque ha habido tantas vacunaciones y refuerzos, no estamos viendo las hospitalizaciones aumentar tanto como lo hicieron anteriormente”, indicó. “Estadounidenses, Estados Unidos ha progresado. Las cosas están mejor”, aseguró.
Pero, agregó, “mientras aumentan los casos, aún tenemos decenas de millones de personas sin vacunar y estamos viendo que las hospitalizaciones van en aumento”. Hay “hospitales en algunos lugares que van a desbordarse tanto en términos de equipamiento como de personal”.
Y también reconoció que, a pesar de los aumentos en la capacidad de testeo, ésta aún no es suficiente.
“Ver cómo fue difícil para algunas personas acceder a una prueba este fin de semana es muestra de que tenemos trabajo pendiente”, confesó.
Además de aumentar los sitios de testeo gratuito, el gobierno está trabajando para que estén disponibles más test caseros, según Biden. Como parte de ese esfuerzo, el gobierno está comprando 500 millones de pruebas caseras para distribuir entre la población.
Como en otros países del mundo, antes del fin de semana navideño, muchos estadounidenses acudieron a hacerse test de la covid-19 a clínicas o farmacias y se encontraron con que no había citas disponibles y que, además, las pruebas de antígenos caseras se habían agotado.
La semana pasada, Biden respondió enfadado a una pregunta de una periodista sobre la falta de pruebas disponibles, pero este lunes reconoció que las colas para comprar o hacerse el test eran “muy largas” en algunos estados y que “hay que hacer más” y “hay que hacer mejor” las cosas.
También la semana pasada, Biden delineó cuál sería la estrategia de Estados Unidos ante Ómicron, que parece ser más contagiosa que otras mutaciones del virus, y anunció que su Gobierno distribuirá a domicilio a partir de enero 500 pruebas caseras de antígenos, que serán gratuitas.
Además, el mandatario está reconsiderando algunas de sus medidas contra la pandemia, como el tiempo de aislamiento que deben cumplir quienes se han contagiado o si los viajeros deben mostrar una prueba de vacunación en vuelos domésticos, adelantó este lunes el principal epidemiólogo de la Casa Blanca, Anthony Fauci.
Fauci adelantó que el Ejecutivo de Joe Biden está evaluando “seriamente” reducir el tiempo de aislamiento que deben cumplir aquellos que se han contagiado con el virus, aunque no presenten síntomas.
Actualmente, el tiempo de aislamiento es de 10 días, aunque el pasado jueves los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) establecieron una excepción para el personal sanitario, que deberá estar en cuarentena durante cinco días.
Preguntado sobre si Estados Unidos reducirá esas normas de aislamiento en otros casos, Fauci explicó que se está considerando para otros trabajadores esenciales que son necesarios para que el país siga funcionando. “Hay tanta gente que se está infectando, incluyendo contagios en gente que está vacunada, que estamos estudiando la posibilidad de reducir el tiempo de aislamiento”, indicó.
El epidemiólogo jefe de la Casa Blanca argumentó que sería “razonable evaluar” la imposición de nuevos requisitos de vacunación en los vuelos domésticos. Hasta ahora, Estados Unidos solo pide prueba de vacunación a los viajeros de vuelos internacionales que no sean ni ciudadanos ni residentes permanentes, aunque todos deben probar que han dado negativo en un test de coronavirus.
En los vuelos domésticos, en cambio, no existe ningún requisito para viajar, pero Fauci consideró que pedir una prueba de vacunación podría hacer que más estadounidenses accedan a ponerse la vacuna.
Estados Unidos tiene una tasa de vacunación baja comparado con otros países como Portugal (88%), Chile (87%) o España (90%) y eso a pesar de que las vacunas están disponibles para todos los grupos de edad en farmacias, centros de salud y hospitales.
En concreto, el 61% de la población estadounidense tiene la pauta completa de la vacuna, mientras que el 39% todavía se resiste a ponérsela, de acuerdo con los últimos datos de los CDC.
Ómicron ya es la variante predominante en Estados Unidos y es responsable de más del 70% de los contagios, según los CDC. Estados Unidos ha sido el país más afectado en términos absolutos por el coronavirus, con 816.000 muertes y 52 millones de casos registrados.
(Con información de AFP y EFE)
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