La nueva jefa del departamento policial de West Mercia le escribió una carta a la familia del ex delantero británico.
Después de que se llevara a cabo el juicio el pasado mes de junio, el cual determinó como culpable al policía Benjamin Monk por haber matado al ex futbolista Dalian Atkinson de una descarga de una pistola Taser que duró 33 segundos (seis veces más de lo estándar) la policía británica se disculpó con la familia del difunto a través de una carta.
El oficial en cuestión fue encarcelado tras cometer un homicidio involuntario en 2016 y recibió ocho años de prisión al entenderse que había utilizado una fuerza excesiva para detener al ex jugador del Aston Villa.
“Un uniforme de policía no otorga a los agentes inmunidad para comportarse ilegalmente o abusar de sus poderes”, aseguró la jefa de policía Pippa Mills, que reemplazó a Anthony Bangham en el cargo en septiembre, a través de un comunicado recogido por la agencia de noticias PA.
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La máxima autoridad de la policía de West Mercia consideró que tenía la “obligación” de comunicarse con ellos en nombre de la institución para “reconocer y aceptar” que los derechos de Atkinson habían sido violados.
“La conducta de Ben Monk estaba en directa contradicción con los estándares y el comportamiento del servicio policial y, comprensiblemente, socavó la confianza del público”, aseguró Mills y agregó: “Lamento profundamente el impacto devastador que las acciones de un oficial de West Mercia les han causado y les extiendo mi más sentido pésame a todos ustedes, así como a la familia y amigos en general de Dalian”.
“No puedo imaginar el inmenso dolor que han sentido y cómo las importantes demoras en el juicio también se han sumado a sus cargas de dolor. Han demostrado una gran fuerza y dignidad durante los últimos cinco años”, sentenció.
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Del lado de la familia, fue la abogada Kate Maynard la que decidió salir a hablar tras el comunicado oficial: “Es bienvenida (la disculpa). El reconocimiento de la jefa de policía de que un uniforme no otorga inmunidad es especialmente pertinente en un año que ha visto terribles ejemplos de violencia policial mortal”.
Tras ser condenado, Monk se convirtió en el primer oficial de policía en activo (en los últimos 30 años) en ser declarado culpable de homicidio involuntario: “Se espera que esto sirva de disuasión y también envalentone a quienes buscan la rendición de cuentas de la policía”, concluyó la defensa.
El ex futbolista británico, que jugó en el Aston Villa en los años 1990 y en la Real Sociedad, entre otros equipos, murió a los 48 años tras recibir una descarga con una pistola de electrochoque disparada por un agente de Policía tras un incidente cerca del domicilio de su padre.
El ex delantero, que sufría graves problemas renales, también recibió dos patadas en la cabeza, lo suficientemente fuertes como para que la marca de los lazos de la bota quedaran en su frente.
INFOBAE
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