Aunque entre los migrantes hay africanos y asiáticos, la mayoría viene de Haití. Familias enteras tratan de cruzar el peligroso Tapón del Darién, una frondosa cordillera que separa Colombia de Panamá en la que los estados no tienen prácticamente presencia y la ley de los grupos armados y ‘coyotes’ impera. Estas personas imponen en muchas ocasiones cuotas a los migrantes para atravesar la frontera, y a veces los migrantes mueren en el intento.

Necoclí es la puerta de entrada al Darién y para llegar allí se necesita atravesar el Golfo de Urabá desde esta localidad. Aunque cada jornada abandonan en barco la ciudad unos 750 migrantes, llegan unos 1.000 nuevos, lo que hace que el colapso no se detenga.

Esta situación hace que se agraven los problemas estructurales de Necoclí. El sistema sanitario y las infraestructuras básicas están totalmente colapsadas debido a que la precariedad ya existente es incapaz de asimilar a casi 10.000 personas nuevas en una población de unos 40.000.

Las condiciones climáticas han hecho que durante varios días estas salidas en barco no se puedan efectuar y que el represamiento de migrantes aumente en todo Necoclí, un pueblo históricamente afectado por el conflicto armado colombiano.

Un drama inocultable más allá de las cifras

La situación ha provocado la controversia entre la Alcaldía de Necoclí y Migración Colombia. Los primeros aseguran que la situación es límite en todos los aspectos, mientras que los segundos niegan la existencia de 10.000 migrantes represados. Aceptan que la situación migratoria es compleja, pero rebajan las cifras.

“Colombia no es la causa ni el origen de la migración irregular. Sin embargo, como país nos preocupa esta situación, teniendo en cuenta que las redes de tráfico de migrantes tratan a las personas como mercancías, exponiéndolas a situaciones peligrosas, en las que, incluso, pueden llegar a perder la vida”, aseguró Juan Francisco Espinosa, director de Migración Colombia.

La situación en la zona no es nueva, ya que algunos años se registraron el paso de hasta 35.000 migrantes haitianos. Estas personas sufren un estatus muy frágil debido a la condición de irregularidad en la que entran a Colombia.

Aunque el Gobierno colombiano intentó regularizar la situación de los migrantes venezolanos presentes en el país, otras nacionalidades quedaron fuera de estos beneficios. France 24-con EFE y medios locales