Revés en trámite de la reforma tributaria llevó a la calificadora a bajar la nota de Colombia a BB+.
Foto: El Tiempo- Cortesía
Luego de que el Gobierno tuvo que retirar la reforma tributaria del Congreso, porque la iniciativa tuvo el rechazo de diversos sectores políticos y sociales, y por el paro nacional que aún sigue, el país fue notificado ayer de la primera consecuencia, toda vez que la calificadora de riesgos Standard & Poor’s (S&P), bajó las calificaciones de la deuda del país, tanto de largo como de corto plazo.
La calificación de largo plazo en moneda extranjera la dejó BB+, desde BBB-, que era el último escalón dentro del nivel del grado de inversión de esta firma.
La decisión implica la materialización, como lo habían anticipado diversos analistas, de la pérdida del grado de inversión del país con esta firma, lo que implica que tanto el financiamiento del Gobierno como el del sector privado se volverá más costoso.
Lo anterior porque S&P considera que hay un riesgo crediticio substancial.
Por ahora, las otras dos calificadoras de riesgo Moody’s y Fitch Ratings, mantienen la calificación del país en el nivel de grado de inversión.
La razón principal de la firma calificadora obedece a que sus analistas consideran que el ajuste fiscal de Colombia será más prolongado y gradual que lo que se había previsto, “lo cual disminuye la probabilidad de revertir el reciente deterioro de las finanzas públicas”.
La firma fue clara al señalar las razones que llevaron al Gobierno a dar macha atrás con el proyecto.
“Esperábamos que la reforma fiscal se diluyera durante el debate del Congreso, pero que derivara en algunos ingresos corrientes adicionales y permanentes. En cambio, se encontró con una marcada oposición política y protestas de algunos segmentos de la población”, dijo.
Y remarcó que “si bien las protestas más importantes desde el 28 de abril han sido en su mayoría pacíficas, también han ocurrido eventos de violencia. Estos acontecimientos obligaron al Gobierno a retirar la propuesta de reforma fiscal el 2 de mayo de 2021”.
Sin embargo, la calificadora señaló que la perspectiva del país es estable, lo que refleja la opinión de que la recuperación económica, junto con algunas medidas fiscales, estabilizará el nivel de deuda del gobierno durante los próximos dos o tres años, luego del reciente deterioro.
“Es probable que la combinación de un renovado crecimiento del producto interno bruto (PIB) y ciertas medidas fiscales, reduzcan gradualmente los déficits fiscales de Colombia, logrando estabilizar la deuda neta del gobierno general por encima de 60 por ciento del PIB”, agregó la firma.
Y señaló que esta perspectiva también tiene en cuenta la expectativa de la firma de una solución institucional a los significativos y recientes disturbios sociales, lo que se traduciría en un panorama de estabilidad política e institucional en el mediano a largo plazo.
Al mismo tiempo, S&P también rebajó la calificación en moneda extranjera de corto plazo a ‘B’ desde ‘A-3’ y la calificación en moneda local de corto plazo a ‘A-3’ desde ‘A-2’, situación que implica que el país entra en el llamado grado especulativo para los inversionistas, y que muestra que el futuro puede ser incierto pero que el país tiene capacidad de manejo para reducir el déficit y estabilizar sus finanzas de forma progresiva.
El ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, señaló que si bien esto puede subir los costos de tasas de interés del financiamiento público y privado de Colombia, como ha sucedido anticipadamente en los mercados, el país seguirá teniendo financiación, como ha ocurrido en emisiones recientes de deuda pública en el mercado local y en el exterior.
Y agregó que el Gobierno tiene el compromiso de seguir trabajando en tres frentes: acelerar el crecimiento de la economía, la reactivación y la creación de empleo, pero también en avanzar en esfuerzos por alcanzar consensos que permitan financiar los programas sociales y estabilizar las finanzas públicas.
No obstante, S&P dijo que podría bajar las calificaciones del país en los próximos 12 a 18 meses si el daño potencial en el largo plazo causado por la pandemia, otros acontecimientos internos o nuevos choques externos impiden la economía colombiana se recupere en 2021, reduzcan el crecimiento del PIB por debajo de lo esperado, mientras que la calificación podría retornar al grado de inversión en el mismo periodo si el crecimiento es más rápido de lo esperado, pero aunado a medidas fiscales estructurales que reduzcan la brecha de financiamiento fiscal de Colombia, bajen la carga de la deuda y fortalezcan las finanzas públicas.
Otras firmas aún mantienen la nota
La firma calificadora Moody’s aún mantiene el grado de inversión para Colombia, que es de Baa2, pero desde que renunció el ministro Alberto Carrasquilla, revisa el tema.
De igual forma, Fitch Ratings sostiene por ahora la nota de BBB-para la deuda de largo plazo del país.
Para Juan David Ballén, director de análisis y estrategia de la firma Casa de Bolsa, el mercado ya descontaba la pérdida del grado de inversión y si bien Colombia tendrá a partir de ahora tasas de financiación más elevadas, estas se encuentran históricamente bajas. “Este escenario es diferente al de 1999. En esa época las tasas estaban a dos dígitos”, explicó.
A su turno, Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, destacó que S&P ve que se recuperará la economía y que se va a lograr una reforma parcial que logre asegurar el pago de la deuda en el mediano plazo.
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