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Vie. Nov 22nd, 2024
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Con el arranque de 2024, la guerra del streaming ha entrado definitivamente en una nueva fase. A mediados del pasado año, los medios estadounidenses acuñaron un nuevo término con el que los usuarios de Disney+, HBO Max, Netflix o Prime Video deben empezar a familiarizarse: la streamflación la inflación del streaming—. El propio The Wall Street Journal titulaba en agosto que la streamflación está aquí y las empresas de medios están apostando a que tú pagarás en un artículo en el que apuntaba que la época de los servicios de vídeo bajo demanda (VOD) “asequibles y ricos en contenido” estaba llegando a su fin.

Y el otoño no hizo más que reforzar una especie de cuesta de enero que comenzaron estas compañías después de la barre libre producida durante la pandemia. Durante los meses de octubre y noviembre, Disney+ y AppleTV llevaron a cabo la que es ya la enésima subida de precios de sus tarifas uniéndose así a la que realizó en verano HBO Max y a las de 2022 de Prime Video y Netflix. “Ha llegado el momento de decir adiós a esos precios de derribo y a las grandes ofertas, como meses de prueba gratuitos o descuento de hasta el 50%. El grueso de usuarios que necesitaban ya están captados y la plataforma se ha hecho imprescindible para muchos”, reconoce Sara Muñoz Santos, economista y experta en consumo.

En concreto, según los datos de Kelisto, las seis plataformas de pago con más cuota de mercado en España —a las ya mencionadas hay que sumarle Movistar Plus+ y Dazn— han subido sus suscripciones una media de 5,24 euros al mes desde su llegada a este lado del Atlántico. Esto supone un incremento del 81,72% de su coste original. Si se compara con la evolución del IPC entre sus diferentes lanzamientos —de 2015 en adelante— y septiembre de 2023, el encarecimiento supera por cuatro este índice.

Esta escalada de los precios del streaming en un contexto como el actual, con los precios de la cesta de la compra y los suministros básicos disparados, está comenzando a pasarle factura a estos servicios, mucho más prescindible para los usuarios que renunciar a, por ejemplo, las visitas al supermercado. No obstante, y a la espera de sus cifras oficiales del último trimestre de 2023, según publicó a principios de enero The Wall Street Journal con datos de la firma de análisis Antenna, el 6,3% de los clientes en EEUU han empezado a darse de baja de, al menos, una de ellas en los últimos dos meses.

Esta cifra supone un aumento de más de un punto si se compara con el dato del año anterior, que se situaba en el 5,1%. “Hay que tener en cuenta que los precios en EEUU son mayores y que hay más plataformas que en España”, asegura Elena Neira, profesora de Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Así, en los últimos dos años, un 25% de los suscriptores estadounidenses de los principales servicios de streaming —a las ya mencionadas hay que sumarle Peacock, Paramount+ y Hulu— han abandonado al menos tres de ellos. En enero de 2021, en cambio, esa cifra se situaba por debajo del 10%.

Con la entrada en juego de la streamflación, la hipótesis con la que trabaja el sector es que se reducirán el número de plataformas que tendrá cada consumidor. Otro elemento a tener en cuenta es que las irá rotando, es decir, irá encendiendo o apagando su suscripción a uno u otro servicio en función, por ejemplo, de los estrenos. “Más que cancelaciones, hay una gran transferencia entre servicios”, reconoce Neira. “No podemos pasar por alto que la mitad de los suscriptores que se dan de baja de estas plataformas, vuelven a suscribirse en un plazo inferior a un año. Es un negocio absolutamente volátil”, puntualiza Muñoz Santos.

¿Y qué se esconde detrás de estas cancelaciones? “Los usuarios abandonan estas suscripciones por la subida de precios, pero ni es el único factor, ni podemos valorar las causas de forma aislada”, sostiene Muñoz Santos, que explica también a un exceso de oferta, a la actual situación económica por el que “tenemos menos capacidad de compra”, y al punto de inflexión que supuso la pandemia. “Es una cuestión más macroeconómica, matiza Neira que recuerda que “hay muchas plataformas que han visto reducida la rotación de su catálogo por sus políticas de austeridad”.

Como ya es evidente, este fenómeno de oleada de bajas no es exclusivo, ni mucho menos, de EEUU. “Es global”, indica Muñoz Santos. Mientras “la pandemia y el confinamiento fidelizó el consumo de este tipo de contenidos”, una vez superada, “las subidas de precios y la irrupción de publicidad en estas plataformas” están produciendo una “huida en masa de suscriptores que empieza a ser palpable”.

Las causas son obvias, ¿pero cómo elige el usuario de cual prescinde? “La plataforma que mejores tasas de retención tiene es Netflix”, reconoce Neira que señala como punto a favor su veteranía, ya que al consumidor le cuesta más dar el paso. Otro elemento que tienen en cuenta es el catálogo de cada una, “uno de los principales motivos para las altas”. “No obstante, también depende de cada público objetivo, sobre todo de su edad”, sostiene esta experta.

Estas cancelaciones de suscripciones por la subida de precios tiene otro efecto directo: la vuelta de la piratería. Según el barómetro OTT de GECA sobre las audiencias de las plataformas en España del pasado mes de diciembre, el uso de métodos piratas para consumir contenidos audiovisuales vuelve a ser un fenómeno “al alza“. Así, casi el 45% reconoce usar esta vía. Esto supone casi doce puntos más que la última vez que esta encuesta hizo la misma pregunta: en mayo de 2021, la cifra era del 33,3%.

Por edades, el sesgo está muy marcado. Según destaca este barómetro, el 75% de los usuarios de 18 a 24 años declaran recurrir a la piratería. Muy por encima del 26% de los consumidores mayores de 55 años.

Eso sí, no estamos en un regreso al pasado. “No está teniendo el efecto sustitutivo de antes, es más un complemento“, admite Neira que explica que, sobre todo, se descargan de forma ilegal aquellas series, documentales o películas que no están incluidos en la plataforma que tenga contratada cada usuario.

Ante esta ola de cancelaciones y el regreso a la piratería, la pregunta es evidente: ¿por qué estas subidas de precio justo ahora? “El streaming ha pasado de ser un desconocido a ser un imprescindible, y cuando dominas el mercado, suben los precios”, defiende Múñoz Santos. “El sistema no era sostenible con los precios de lanzamiento”, reconoce Neira.

Las diferentes plataformas han justificado estos incrementos apelando a la ampliación de su catálogo y a las inversiones en nuevas producciones. Además, como es un sector maduro que ha dejado atrás la expansión, la cifra de usuarios no es la única variable a tener en cuenta. “Hay que tener en cuenta que cuando las plataformas explotaron había mucho pastel por repartir, pero a día de hoy, la media por usuario es de 1,5 suscripciones a estos servicios”, asegura Múñoz Santos que indica que “hay cierta saturación del mercado”. 

Por eso, el objetivo ahora ya no pasa tanto por crecer si no por sanear su cuenta de resultados y entrar en números verdes. “No precisan hacer promociones ni presentar precios atractivos para captar suscriptores a toda costa. Ahora buscan sacar una mayor rentabilidad de los clientes que tienen cautivos, fidelizados. Sacar más con menos, lograr beneficios y ser económicamente sostenibles”, sostiene esta economista.

En el caso de Netflix y Disney+ disfrazaron su encarecimiento como una restructuración de sus diferentes planes con la incorporación, además, de la publicidad. Además, ambas compañías intentan sacarle partido a las cuentas compartidas: Netflix añadiendo un pago de 5,99 euros y Disney+, por ahora, aún no ha desvelado sus planes. Sólo Prime Video —que a lo largo de este año también incorporará nuevos precios por la apuesta por los anuncios— nombró a la inflación entre las causas del incremento de sus tarifas en verano de 2022.

Del otro lado de la moneda se encuentra Filmin, la única plataforma que en España mantiene sus precios. Lo mismo sucede con SkyShowtime, aunque, en este caso, como aterrizó en España durante el primer trimestre de 2023 no ha tenido la posibilidad.

Ante este escenario, la duda de los usuarios es saber si se van a producir más subidas. “Aunque el incremento en el último año ha sido espectacular, la mayoría de profesionales del sector apuntan a que todavía estamos lejos de tocar techo”, asegura Múñoz Santos que señala que la estrategia de los principales servicios es muy clara: “Apostar por contenido exclusivo y premium, subir tarifas y sacar más rentabilidad de los clientes ya cautivos“.

Y, en un contexto económico como el actual, los usuarios, según detalla esta economista, “tienen que priorizar gastos”. “Quizá ahora mismo, las opciones más económicas estén en la contratación de paquetes convergentes a través de operadores de telefonía“, explica esta economista.

Fuente de esta noticia: https://www.infolibre.es/medios/cancelaciones-pirateria-consecuencias-constantes-subidas-precios-plataformas-streaming_1_1686153.html


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