El narcotráfico es una de las principales amenazas a la seguridad y la estabilidad de Ecuador. En los últimos años, el país ha experimentado un incremento significativo de la presencia del crimen organizado en sus territorios, lo que ha generado un aumento de la violencia y la inseguridad.
Este incremento del narcotráfico en Ecuador está estrechamente vinculado a la dolarización de la economía ecuatoriana, que se implementó en el año 2000. La dolarización ha generado una serie de condiciones que han facilitado el desarrollo del narcotráfico en el país, entre las que se encuentran:
La estabilidad del dólar: La dolarización ha brindado al narcotráfico una mayor estabilidad económica, ya que los narcotraficantes pueden operar con dólares sin temor a la devaluación de su moneda.
La facilidad para el lavado de activos: La dolarización ha facilitado el lavado de activos del narcotráfico, ya que el dólar es una moneda aceptada en todo el mundo y es relativamente fácil de transferir entre países.
La corrupción: La dolarización ha contribuido a la corrupción en Ecuador, lo que ha facilitado la impunidad de los narcotraficantes.
La estabilidad del dólar
La dolarización ha brindado al narcotráfico una mayor estabilidad económica, ya que los narcotraficantes pueden operar con dólares sin temor a la devaluación de su moneda. Esto es importante para el narcotráfico, ya que el negocio de la droga es muy rentable, pero también es muy riesgoso. La devaluación de la moneda puede provocar pérdidas significativas para los narcotraficantes, por lo que la estabilidad del dólar es una garantía de que sus ganancias no se verán afectadas por la volatilidad del mercado.
La facilidad para el lavado de activos y el componente de la corrupción
La dolarización también ha facilitado el lavado de activos del narcotráfico. El lavado de activos es el proceso mediante el cual los narcotraficantes convierten sus ganancias ilícitas en dinero legal. El dólar es una moneda aceptada en todo el mundo, lo que hace que sea relativamente fácil transferirlo entre países.
Además, el dólar es una moneda relativamente estable, lo que lo hace atractivo para los narcotraficantes que buscan invertir sus ganancias en bienes y servicios.
La dolarización ha contribuido a la corrupción en Ecuador, lo que ha facilitado la impunidad de los narcotraficantes. La corrupción es la práctica de obtener beneficios de manera ilícita mediante el uso del poder público. La corrupción puede tomar muchas formas, como el soborno, el tráfico de influencias y la extorsión.
La dolarización ha contribuido a la corrupción en Ecuador de varias maneras. En primer lugar, la dolarización ha reducido la transparencia de la economía ecuatoriana. Esto se debe a que la dolarización ha eliminado la moneda nacional, el sucre, que era una moneda más transparente que el dólar. En segundo lugar, la dolarización ha reducido la capacidad del Estado para controlar la economía. Esto se debe a que el Estado ya no tiene el control sobre la emisión de moneda, lo que dificulta la supervisión de las actividades económicas.
El análisis de la problemática del narcotráfico y su repercusión en la economía ecuatoriana ha sido prácticamente ignorado por las disciplinas sociales del país. La posición secundaria de Ecuador en la cadena de operaciones relacionadas con la producción, transformación y consumo de cocaína, en comparación con sus vecinos Colombia, Perú y Bolivia, ha influido en la falta de atención por parte de los investigadores ecuatorianos. Solo con la intensificación de la represión del narcotráfico en Colombia, el Ecuador empezó a destacar, principalmente como país de refinación y tránsito de la cocaína colombiana hacia los centros de consumo en Estados Unidos y Europa. Este periodo de mayor involucramiento en el narcotráfico puede situarse aproximadamente desde 1984 hasta la actualidad.
No obstante, la escasez de estudios impide confirmar la objetividad de la periodización en los últimos tiempos. Hay indicios empíricos que sugieren que actividades como el lavado de dólares no se registraron en años anteriores con la misma claridad que ahora se evidencia. La obsolescencia de las leyes, junto con su falta de cobertura y control, ha permitido que la economía ecuatoriana esté abierta al ingreso y lavado de narcodólares provenientes de las fronteras con Perú y Colombia.
Además, se ha desarrollado toda una estructura subterránea destinada a facilitar el lavado de dólares, desde operaciones masivas hasta las más pequeñas, confundiéndose con una economía informal que opera al margen de las regulaciones estatales, pero que genera considerables ganancias mediante operaciones aparentemente legítimas. Un ejemplo de ello son los intermediarios financieros que actúan como puerta de entrada a la economía formal.
Se ha discutido extensamente sobre cómo la ubicación geográfica de Ecuador beneficia el transporte de drogas hacia diversos mercados. Estimaciones no oficiales sugieren que alrededor de 800 toneladas de droga ingresan al país, y de ese total, un 85% se dirige hacia el océano Pacífico con destino a mercados en Centroamérica, Europa y Estados Unidos.
Un reciente estudio de Insight Crime, un portal especializado en la investigación sobre crimen organizado y seguridad ciudadana, destaca el crecimiento del comercio de cocaína, señalando la “conveniente ubicación de Ecuador como punto de partida de drogas hacia Europa”. En los departamentos de Nariño y Putumayo, ubicados en la frontera entre Colombia y Ecuador, se procesa el 40% de las 2,000 toneladas de cocaína producidas en el país vecino.
Sin embargo, la atracción de Ecuador para el narcotráfico no se limita solo a su ubicación geográfica. Su economía dolarizada es otro factor que, según expertos, facilita este comercio ilícito, y aquí se encuentran las razones.
Más allá del dólar, la falta de controles juega un papel crucial. Si la dolarización facilita el narcotráfico, la pregunta siguiente sería ¿por qué? Alberto Molina, coronel en servicio pasivo y analista en seguridad, explica que al ser el dólar una moneda universal y una de las más fuertes del mundo, facilita “el blanqueo de capitales, la compra de armamento, vehículos y la cadena de sobornos, desde las plantaciones, el procesamiento, el transporte hasta los lugares de embarque y mercados”.
No obstante, el problema no radica exclusivamente en la moneda en sí, ya que podría ser otra divisa. Luis Córdova, coordinador del programa de investigación Orden, Conflicto y Violencia, destaca que la diferencia fundamental radica en los controles estatales, o más precisamente, en la falta de ellos. “Una economía dolarizada será un gran motivador o un atractivo para que fluya la economía criminal”.
¿Sabías que Panamá, Ecuador y El Salvador son los tres países oficialmente dolarizados de América Latina?
Córdova enfatiza la fragilidad institucional y la corrupción a alto nivel en Ecuador, indicando que, más allá de la moneda, “lo determinante es de carácter institucional”. En este sentido, el papel de las instituciones de control es fundamental para golpear al negocio y las finanzas del narcotráfico. Córdova cuestiona el desempeño de instituciones como la Unidad de Análisis Financiero y Económico (UAFE), el Servicio de Rentas Internas (SRI) y la Superintendencia de Compañías.
El dólar juega un papel crucial porque facilita el blanqueo de capitales, el pago de las plantaciones, la guardianía y, obviamente, los sobornos, destaca Molina. El investigador subraya que estas instituciones deben rendir cuentas sobre los flujos ilícitos o sospechosos, y en un país que carece de control sobre estos aspectos, junto con la particularidad de ser una economía dolarizada, se están abriendo las puertas para convertirse en una enorme lavandería.
Fuente de esta noticia Diario LARED21 Digital Uruguay.
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