AL FINAL Y AL COMIENZO

“Al fin acabó la terrible noche, la alcaldesa más engañosa que jamás se conoció y el peor secretario de salud desde el inicio de la ley 100. Nunca les importó la ciudad ni la salud de los Bogotanos.

 Vinieron a llenarse los bolsillos al precio que fuera. Una corrupción tan extrema que raya con la sociopatía. Ni siquiera la pandemia frenó sus ambiciones, las subredes empezaron a agonizar desde el 2021 por la desidia de @AlejandroGL2014 quien las desfinanció tal vez a propósito o, lo que es peor aún, por desconocimiento financiero, deja el 2023 con una crisis nunca vista, en las Subredes, incertidumbre en el futuro, gran afectación al Talento Humano y la cartera con proveedores de insumos, medicamentos y bienes y servicios que huele a quiebra.

 Vuelen alto para que la caída sea más dura. Donde sea los encontrarán y la cárcel será la menor de sus pesadillas”

CLAUDIA ARDILA

 Con fiereza y desenfado, con cinismo y arrogancia, la diva anticorrupción se despachó contra todos. Con tono académico y posando de profunda conocedora de los intríngulis de la política y del ejercicio del poder, ella, la que al cabo de 4 años deja a Bogotá llena de cicatrices, expoliada, deshecha, llena de maletines y polisombras, refugio de ratas, con huecos por doquier y calles cercenadas por ciclovías apenas demarcadas con apliques, la Sra. Perfecta pontificó acerca de lo bueno y lo malo de otros gobernantes, exceptuándose, por supuesto, a sí misma.

 De todo habló la embustera @ClaudiaLopez en la W, en Caracol, en Red + y en todos los medios que le abrieron sus puertas, en gran parte como reconocimiento al billón y pico de pesos que se gastó en publirreportajes, publicidad narcisista y engañosa; habló de todo y de todos, menos de su responsabilidad en la orgía de corrupción y caos en que dejó sumida a Bogotá. Entrevistas claramente libreteadas con preguntas cómodas, sin tropiezos, reproches ni contra interrogatorios.

 Si nos atenemos a sus dichos, ella, la pulcra, la inteligente, la transparente, fue lo mejor que le ha pasado a Bogotá. Todos los escándalos de corrupción irresueltos y los que están por conocerse fueron molinos de viento para nuestra quijotesca alcaldesa y su fiel Angelica Panza.

 Las denuncias de valientes concejalas como Lucía Bastidas, María Victoria Vargas y Diana Diago, así como los discursos de Luis Carlos Leal y Diego Cancino, fueron fallidos intentos de sabotear y poner en entredicho sus eximias cualidades como administradora pública y mesías de Bogotá…

 Su gran logro, sin duda, el metro que con un avance del 25% (lleva en ese punto desde su comienzo), sin estudios de detalle y una nómina de empleados que le cuestan una “irrisoria” suma a la ciudad, ni un sólo pilar erigido, ninguna estación y sólo una maqueta, estaría próximo a arrancar en 3 o 4 administraciones más, según sus propios dichos.

Poner en duda ese logro, su extraordinario y veloz desarrollo que eclipsa obras similares en otras latitudes, hablar de los presuntos miles de millones de pesos en coimas, viajes a la China, fotos con la muñeca y sus amigos en la muralla, es un intento burdo de bloquear y desacreditar su magna obra de gobierno…

 Según ella, después de 4 años de escándalos y denuncias, de podredumbre apenas maquillada, de silencios comprados, de coimas, obras que no avanzan o que se desmoronan por la mala calidad de los materiales, sobrecostos, trancones, inseguridad galopante, la culpa es de otros…

 Lamentablemente, salvo por sus cortesanos, siempre estuvo rodeada de ineptos. Todo lo malo que pasó durante su gobierno fue culpa de Duque, Petro, Biden, Zelensky, Putin, Netanyahu, Hamas, Hezbollah, de dios y la virgen, del burro y el buey, del santo padre, pero nunca de ella.

 De la misma manera como mintió en campaña, así como hizo uso de una falsa bandera anticorrupción, así como atacó con calumnias a sus adversarios, así mismo gobernó.

 Unida a los sectores más venales del @ConcejoDeBogota acalló los órganos de control con chantajes presupuestales, favores, contratos y coimas…

 A medida que decae su poder y pierde el control sobre el gasto público de Bogotá, también los periodistas venales que pagó con más de un billón de pesos en propaganda narcisista, mientras la ciudad se caía a pedazos y la convivencia era cada vez más difícil, así como los politiqueros y las autoridades de control, le dan la espalda…

Ya vendrán y no cesarán las revelaciones acerca de su paso depre

 No cambia la configuración de la “bancada de gobierno”, no dista mucho de la misma que respaldó y calló ante los hechos protuberantes de corrupción de la administración de Claudia López, salvo unas pocas valientes y remarcables excepciones.

dador por el Palacio de Liévano, sus turbios tratos en favor de familiares y testaferros, tanto suyos como de su inicua y diabólica muñeca, quien, a propósito, últimamente ni suena ni truena.

 Nadie es eterno en el mundo, cantaba con voz aguardentosa el mítico juglar de las cantinas. La magia se esfuma, la arrogante emperatriz retorna a su realidad de fámula podrida en plata. Coimas, sobrecostos, llenaron sus bolsillos.

Aunque la mona se vista de seda, mona se queda.

 Los bogotanos entenderemos tarde o temprano que vivimos en un paraíso al mando de una ínclita líder que le dio al mundo entero una lección de humildad, buen gobierno, modestia, sentido común, honestidad y sacrificio.

No duda que un día la gente agradecida la erigirá estatuas, que, sin lugar a dudas, cuenta con un capital político residual suficiente para alcanzar la presidencia…

 Se marcha luego de intentar convencernos de sus cuestionables méritos, con cargo al vapuleado presupuesto de la ciudad, haciendo un ruido mediático ensordecedor, como si así pudiera borrar entre la gente la certidumbre de su fracaso, se va en silencio con la precaria dignidad de una emperatriz depuesta.

 Nos dará tiempo para reflexionar, entre tanto empezará su peregrinaje a otras tierras, oh pueblo desagradecido, a iluminar con su genio el claustro de Harvard, darse una vida de destronada monarca, leer profusamente, meditar profundamente, disfrutar un poco de la vida, mientras prepara su feliz retorno.

 La barca se va, explorará otros mares, conocerá otra gente, defenderá su gestión en medio de la tormenta huracanada de hallazgos, denuncias, investigaciones y sanciones. Un genio incomprendido, sin duda, desde ya anuncio que reservo lugar en mi biblioteca para sus memorias…

 Sólo me queda una duda que espero se resuelva con el tiempo y con los aportes de mis lectores:

¿Cuándo la oscura e inicua @ClaudiaLopez asegura que Colombia es “potencia mundial del crimen” hay que tomarlo como una opinión o como una confesión?

 AL COMIENZO

El viernes 29 de diciembre, estaremos a tres días de la partida de la terrible jauría que despedazó nuestra ciudad. A 4 del inicio de la era Galán.

 Las elecciones recientes no fueron un clamoroso “Fuera Petro” como han querido interpretarlo los opositores al gobierno, fueron un rechazo contundente a la pésima gestión de la demagoga corrupta Claudia López y una consecuencia de la falta de una buena alternativa progresista…

 Los bogotanos no tenemos conciencia de ciudad, ni sentido de pertenencia, somos pasto fácil de demagogos y dinastías de politiqueros, somos terreno abonado para los engaños de falsos mesías de la transparencia y la anticorrupción.

 ¿Vendrá otro desengaño?

Amanecerá y veremos.

En pocos días Carlos Fernando Galán, el hijo del procer de Soacha, tomará posesión de la alcaldía y de las decenas de billones de presupuesto distrital.

 Las aguas vuelven a su cauce. Primero fue el Centro Democrático quien anunció su vinculación a la nueva administración de Bogotá, como partido de gobierno, igualmente lo hizo Cambio Radical. El Verde no se quedó atrás, vaya sorpresa, al igual que el conservatismo.

 Los partidos con mayor número de indiciados, imputados y condenados por hechos de corrupción y parapolítica nuevamente juegan de locales.

¿Será que se va a repetir la ordalía de corrupción y mal gobierno?

 Los indicios parecen ser ominosos: Alianzas con partidos de cuestionable desempeño en todos los rincones del país, la adhesión y nombramiento de exfuncionarios controvertibles de otras administraciones con una preocupante inclinación a la ultraderecha.

 No es que se esperen grandes cambios, pero por lo menos aspiramos a que llegue a Bogotá una administración menos controversial y muchos más transparente y cercana al ciudadano.

 ¿Será mucho pedir?

 Ya lejos quedaron los actos públicos, los debates, las encuestas y publirreportajes, ya se viene la hora de empezar a trabajar por la concreción de las propuestas del candidato elegido por amplio margen en la capital de los colombianos.

 Los bogotanos seremos quienes juzguemos los hechos administrativos que se concretarán durante su mandato.

¿Serán cuatro laaaargos años o será una administración ejemplar, como la que esta ciudad, agobiada por la corrupción y la opacidad del anterior gobierno, necesita y se merecen los citadinos?

 SEÑOR ALCALDE QUE EL ESPÍRITU INDÓMITO Y FRENTERO DE SU PADRE LO ILUMINE Y LO GUÍE POR EL CAMINO DE LA RECONCILIACIÓN Y LA TRANSPARENCIA.

 Como uno de tantos que admiramos, seguimos, nos ilusionamos y sufrimos por el gran Luis Carlos, de cuya poderosa simiente Ud. proviene, me siento en una extraña coyuntura. Critiqué sus propuestas, su manera de hacer política, sus sociedades, pero la campaña ya pasó, es la hora de dar paso a lo que será la realidad de Bogotá bajo su mando. La ciudadanía ha sido tan vapuleada, tan engañada y maltratada por su antecesora que es muy fácil ser escéptico.

 ELIJO CREER EN USTED, POR SU PADRE, POR UD. Y POR MI BOGOTÁ DEL ALMA

 No nos decepcione, no se le ocurra mancillar la memoria del gran mártir, todos los bogotanos de todos los niveles y clases sociales, más allá de nuestras afinidades y desacuerdos, esperamos que Ud., Carlos Fernando Galán, timonee este barco con sabiduría y destreza, con inteligencia y empatía, con valor e integridad.

#BogotaMereceLoMejor

#LoMejorDeBogotaEsSuGente

#BogotaSeRespeta