Quito, 20 nov (EFE).- El presidente de Ecuador, el conservador Guillermo Lasso, culmina hoy jueves un mandato de tortuosa gobernabilidad acortado por la ‘muerte cruzada’, el mecanismo constitucional que decidió aplicar en mayo pasado para disolver la Asamblea Nacional (Parlamento), de mayoría opositora, y forzar la convocatoria de unas nuevas elecciones generales en las que el joven empresario Daniel Noboa fue elegido como su sucesor.
Lasso, de 68 años, cederá a Noboa, de 35, el mando presidencial sin conseguir completar por él mismo el periodo 2021-2025 y tras permanecer dos años y seis meses en el poder, un tiempo marcado al inicio por la vacunación masiva contra la covid-19 y luego por la inestabilidad política que no le permitió sacar adelante algunas de sus políticas bandera.
A ello se sumó la ola de violencia del crimen organizado sin precedentes tanto dentro como fuera de las cárceles, que tuvo su punto más álgido en el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, unas fuertes protestas del movimiento indígena contra la carestía de la vida y las políticas económicas del Gobierno, un referéndum perdido y un caso de presunta corrupción que catapultó un juicio político en su contra.
De la vacunación al choque con la oposición
Pese a la aparición de su nombre en los ‘Pandora Papers’, los primeros meses del Gobierno de Lasso estuvieron centrados en la rápida y exitosa vacunación contra la covid-19, que permitió que Ecuador fuese uno de los países que más rápido inmunizó a la población y que pudo recuperar la normalidad, lo que le valió felicitaciones y reconocimientos de la comunidad internacional.