El primer ministro portugués, António Costa, renunció a primera hora de la tarde de este martes después de que su nombre se viera implicado en una investigación sobre indicios de corrupción en contratos para la explotación de litio e hidrógeno verde y la construcción de un centro de datos.
El presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, aceptó la renuncia y se espera que decida convocar elecciones anticipadas, tras escuchar a los partidos el miércoles y al Consejo de Estado el jueves.
Con la salida de António Costa, hay dos escenarios sobre la mesa del presidente de la República: el nombramiento de un nuevo jefe de Gobierno de la confianza del Partido Socialista (PS), manteniendo la actual mayoría parlamentaria, o la convocatoria de elecciones anticipadas. Los últimos comicios se celebraron hace menos de dos años, en enero de 2022.
El escenario casi seguro es el de la convocatoria de elecciones anticipadas, ya que el presidente de la República siempre asumió que, en caso de salida de Costa, el camino a seguir sería el de las urnas. La salida del primer ministro se veía cada vez más probable, dada la acumulación de casos que erosionaron la popularidad del Gobierno en los últimos meses, así como las aspiraciones europeas de Costa, que sonaba como candidato a la presidencia del Consejo Europeo en la próxima legislatura de la Eurocámara.
En una declaración oficial, António Costa dijo que no tiene “ningún cargo de conciencia” y que deja el Gobierno “siempre disponible para colaborar con la justicia”. El líder de los socialistas, que se declara “sorprendido” por la implicación de su nombre en este proceso, justificó su renuncia porque las “sospechas no son compatibles con la función de primer ministro”.
Preguntado por los periodistas sobre su futuro político, António Costa garantizó que su ciclo como primer ministro está terminado y que no volverá a presentarse al cargo, dejando espacio para una transición de poder.
Pendiente de la decisión del presidente de la República, el sucesor de António Costa al frente del Partido Socialista tampoco está claro por el momento. En los últimos ocho años, el partido se mantuvo unido en torno a la figura de Costa, que logró aglutinar a las distintas corrientes políticas de los socialistas, quienes ahora van a luchar por la sucesión en un escenario que se prevé de fuerte división.
El candidato potencial mejor posicionado es Pedro Nuno Santos, exministro de Infraestructuras, conocido por ser el negociador que permitió la estabilidad de la solución política con los partidos a la izquierda del PS –el Partido Comunista Portugués, el Bloque y los Verdes–entre 2015 y 2019. Nuno Santos es la cara del ala izquierda de los socialistas. En diciembre de 2022, renunció tras conocerse que había aprobado una indemnización millonaria a una exdirectiva de la aerolínea pública TAP a través de un mensaje de WhatsApp.
Pedro Nuno Santos regresó al Parlamento en julio para ocupar su escaño como diputado –sentado en un discreto asiento en la última fila de la bancada socialista– y en octubre comenzó a tener un espacio regular en el canal de información SIC Notícias, donde a menudo adopta la posición de primer ministro en la sombra, mostrando sus discrepancias con las posiciones de António Costa. En Portugal, es habitual que políticos con ambiciones personales intervengan como analistas en televisión.
El principal candidato de la corriente ideológica más derechista de los socialistas, considerado el sucesor natural del primer ministro dimisionario, es Fernando Medina, ministro de Finanzas. Medina sucedió a Costa en el Ayuntamiento de Lisboa y fue uno de los ministros más próximos a su corriente ideológica. Fue llamado al Gobierno tras perder las elecciones municipales de 2021. Otros nombres vinculados al Ejecutivo también están sobre la mesa, pero ninguno con la fuerza de Pedro Nuno Santos.
El Partido Socialista tenía previsto celebrar un congreso nacional en marzo, pero se espera que se adelante en vísperas de las elecciones. Cualquier anuncio de candidatos dentro de la formación tendrá que esperar a la decisión de Marcelo Rebelo de Sousa, la cual deberá comunicar el jueves, tras la reunión del Consejo de Estado.
El escenario de elecciones anticipadas surge en un momento en el que el Parlamento se encuentra en plena discusión del proceso presupuestario para el próximo año. Si se interrumpe la legislatura y no se aprueban los Presupuestos Generales del Estado, el país estará sometido a una gestión presupuestaria muy limitada a partir del 1 de enero del próximo año, hasta que el nuevo Ejecutivo tome posesión y presente un nuevo documento a votación.
A lo largo del martes, todos los partidos, incluido el PS, han dicho estar preparados para una contienda electoral. El último sondeo publicado por Aximage en octubre mostraba al Partido Socialista en primera posición, con un 29% de intención de voto, seguido de cerca por el Partido Social Demócrata (centroderecha), con un 25%. La mayor subida, según esta encuesta, es la del partido de extrema derecha Chega, con cerca del 15% de intención de voto.
A primera hora de la mañana del martes, inspectores de policía registraron la residencia oficial del primer ministro en Lisboa y varios ministerios. En total, fueron detenidas cinco personas: el alcalde socialista de la ciudad portuaria de Sines –donde están previstos proyectos de hidrógeno verde y un centro de datos–, dos empresarios locales y dos hombres próximos al círculo del mandatario socialista: Lacerda Machado, consultor conocido por ser “el mejor amigo de Costa”, y el jefe de gabinete del primer ministro, Vítor Escária.
En esta causa se juzgan delitos de corrupción activa y pasiva de un cargo político, tráfico de influencias y prevaricación en los procesos vinculados a la extracción de litio cerca de la frontera gallega, así como los proyectos de hidrógeno verde y la construcción de un centro de datos en Sines.
Sospechas de la implicación del primer ministro surgieron de un comunicado de la Fiscalía. “En el curso de las investigaciones se ha puesto de manifiesto que los sospechosos han invocado el nombre y la autoridad del presidente del Gobierno y que éste ha intervenido para desbloquear procedimientos. Estas referencias se analizarán de forma independiente en el marco de la investigación iniciada por el Tribunal Supremo de Justicia”, dice. Fue suficiente para precipitar la marcha de António Costa.
El ministro de Infraestructuras, João Galamba, fue imputado. Galamba ocupó el cargo de secretario de Estado de Energía hasta enero y está presuntamente implicado en las sospechosas evaluaciones de litio en la región fronteriza de Montalegre, cerca de la provincia gallega de Ourense. Está previsto que los detenidos comparezcan este miércoles en el marco de la investigación penal.
Fuente de esta noticia: https://www.eldiarioar.com/mundo/investigacion-corrupcion-precipito-caida-antonio-costa-pasar-ahora-portugal_1_10666730.html
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