Luis Lacalle Pou no tuvo más remedio que hacer caso a la opinión pública y aceptar que se fueran varios de los pesos pesados de su administración, empezando por su amigo personal y militante nacionalista, Luis Alberto Heber. Hasta el sábado, Heber era el ministro del Interior, y había logrado salir vivo de una sucesión de crisis de todo tipo.
La renuncia del ministro se volvió inevitable mientras el presidente viajaba por los Estados Unidos y daba una charla en el Banco Interamericano de Desarrollo, sin hacer mención alguna al incendio en su administración.
Al mismo tiempo, el sistema político exige respuestas tras las revelaciones de la exsubsecretaria de Relaciones Exteriores, Carolina Ache, sobre el otorgamiento del pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset. Las tensiones políticas aumentaron con los días, y se especulaba sobre las medidas que el presidente podría tomar.
Las pruebas presentadas hasta el momento han tenido graves consecuencias, ya que llevaron a la destitución del hasta el miércoles canciller, Francisco Bustillo. Además, se está evaluando la posible implicación de otros responsables en este asunto.
Ache aseguró en Fiscalía que una gran cantidad de funcionarios del gobierno estuvieron presentes en una reunión en la que se le pidió a ella “perder” los chats en los que ella y Guillermo Maciel, del Ministerio del Interior, hablan de la peligrosidad del narco Marset y de los riesgos de otorgarle un pasaporte.
Cayó Luis Alberto Heber, uno de los protegidos de Lacalle Pou
El pasado viernes, Heber había hablado superficialmente por el caso del pasaporte de Marset. Tras asistir a una actividad en el departamento de Rocha, ofreció una rueda de prensa y señaló que “en lo político voy a esperar a que vuelva el presidente de la República para hablar con él”.
Tanto Heber como el segundo al mando, Guillermo Maciel (también dimitido el sábado) habían dicho frente al Parlamento en 2022, bajo juramento, que no conocían sobre la peligrosidad y los antecedentes del narcotraficante Sebastián Marset, pero ahora se sabe que tenían conocimiento de quién era el criminal uruguayo que está actualmente en fuga con orden de captura internacional de la Interpol.
Heber dijo también el viernes que “mantendrá la reserva en el caso”. “Yo hice declaraciones cuando salí del juzgado. Estoy bajo reserva porque soy indagado en la causa. No puedo hacer comentarios sobre el asunto”, se limitó a responder.
En la conferencia de prensa en la que el presidente aceptó la renuncia de Heber, Maciel y otros pesos pesados de su administración, admitió que estuvo en la escandalosa reunión en la que se pidió a la exvicecanciller, Carolina Ache, “perder” los chats en los que se advertía la peligrosidad de Marset. Sin embargo, negó haber participado de lo allí hablado o decidido.
Fuente de esta noticia Diario LARED21 Digital Uruguay.
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