La jornada de protestas comenzó con numerosas concentraciones en una decena de ciudades de todo el país. En Akureyri, al norte, cientos de personas se congregaron para mostrar su apoyo a la causa.
En Reikiavik, la capital, se organizaron varias marchas alrededor de la avenida Hverfisgatu antes de la protesta programada para el mediodía en la calle Arnarhol, también en el centro. Esta información ha sido proporcionada por el periódico islandés ‘Visir’.
Previamente, grupos de mujeres en la isla de Hrísey salieron a las calles para exigir igualdad y respeto como parte de los eventos planeados para el día, que se esperaba que contara con la participación de unas 10.000 personas, según datos de la organización.
La primera ministra del país, Katrin Jakobsdottir, junto con varios miembros de su Gabinete, como la ministra de Justicia, Gudrun Hafsteinsdottir, y la ministra de Cultura, Lilja Alfredsdottir, se unieron a la huelga. Además, el Gobierno ha anunciado una asignación de 10 millones de coronas (aproximadamente 67.000 euros) para una decena de proyectos relacionados con la igualdad, según lo publicado en su página web oficial.
En otro frente, las mujeres que trabajan en los sectores pesquero, docente y sanitario también se han sumado a la huelga. Esto llevó a una paralización parcial significativa en el país, al menos durante algunas horas.
El presidente del país, Guoni Thorlacius Johannesson, enfatizó que «el activismo de las mujeres sigue transformando la sociedad para mejor» y ha recordado la gran marcha de 1975, que llevó a la elección de Vigdis Finnbogadottir como presidenta en 1980, convirtiéndola en la primera jefa de Estado en la historia del país.
La primera dama, Eliza Reid, ha destacado que «las mujeres y personas no binarias en Islandia han decidido dejar de trabajar hoy para resaltar la importancia de la contribución de las mujeres a la sociedad». «Esta es la séptima huelga y la primera que implica un paro general de un día completo desde 1975, cuando el 90 por ciento de las mujeres islandesas optaron por no ir a trabajar. Casi medio siglo después, la igualdad aún está lejos de ser alcanzada, y esto sirve como un recordatorio», concluyó.
La brecha salarial y la violencia de género: un problema persistente
Las mujeres en Islandia forman la mayoría de los trabajadores en campos como la atención médica y la educación, y son especialmente afectadas por estas disparidades salariales. Esta huelga planificada marca la primera huelga completa de mujeres desde 1975.
Un llamado a la acción: rechazando la violencia de género
«Yo no trabajaré este día, y espero que todas las mujeres [en el gabinete] hagan lo mismo», dijo la primera ministra de Islandia al sitio web mbl.is antes de la protesta. Jakobsdóttir declaró que su gobierno está investigando cómo se valora a las profesiones dominadas por mujeres en comparación con los campos tradicionalmente dominados por hombres.
Según el Sindicato de Maestros de Islandia, las mujeres constituyen la mayoría de los maestros en todos los niveles del sistema educativo, incluyendo el 94% de los maestros de jardín de infantes. Alrededor del 80% de los trabajadores del Hospital Nacional de la Universidad de Islandia, el más grande del país, son mujeres.
Desafíos en una sociedad de igualdad aparente
A pesar de los altos niveles de igualdad de género, la violencia contra las mujeres sigue siendo un problema en Islandia. La organizadora de la huelga, Kristín Ástgeirsdóttir, mencionó en una entrevista con BBC Newshour que la violencia contra las mujeres está arraigada en la cultura islandesa, a pesar de la igualdad de género.
Aunque Islandia ha sido clasificada como el mejor país del mundo en igualdad de género por el Foro Económico Mundial durante 14 años consecutivos, el país no es completamente igualitario, ya que el WEF le asigna una puntuación general del 91.2%. Freyja Steingrimsdottir, una de las organizadoras de la huelga, destacó la necesidad urgente de acciones para abordar las disparidades de género en Islandia.
La huelga de Islandia de 1975: Pioneras en la emancipación de las mujeres
En 1975, alrededor del 90% de la fuerza laboral femenina de Islandia se declaró en huelga, buscando resaltar la importancia de las mujeres en la economía. Esta huelga llevó al parlamento del país a aprobar una ley de igualdad salarial al año siguiente.
La expresidenta de Islandia, Vigdís Finnbogadóttir, le dijo a la BBC en 2015 que la huelga de 1975 fue «el primer paso para la emancipación de las mujeres en Islandia», lo que allanó el camino para que ella se convirtiera en la primera mujer en ser elegida democráticamente como jefa de estado en el mundo en 1980.
Persistiendo por un futuro más igualitario
La huelga de mujeres en Islandia no solo es un recordatorio de las persistentes disparidades de género en una sociedad aparentemente igualitaria, sino también un llamado a la acción para abordar la violencia de género arraigada. Es esencial continuar luchando por un futuro donde todas las mujeres sean valoradas y tratadas con igualdad en todos los aspectos de la vida.
Fuente de esta noticia Diario LARED21 Digital Uruguay.
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