El ex primer ministro Robert Fico parte como favorito a las elecciones parlamentarias de este sábado en Eslovaquia merced a una campaña cimentada en el cansancio generalizado de la población con la guerra de Ucrania y con el actual liderazgo político, incapaz de consolidar un gobierno en firme hasta el punto de que Fico, inmune a años de investigaciones por sus supuestos vínculos con el crimen organizado, ha vuelto a convertirse en primera opción.
Este posible retorno al poder tendría lugar solo tres años después de la derrota de su formación ante la coalición Gente Común y Personalidades Independientes (OLaNO), en lo que fue sin embargo el principio de una montaña rusa que se ha llevado por delante en los últimos meses a los líderes de esta alianza, Igor Matovic y Eduard Heger.
Fricciones internas, gobiernos en minoría incapaces de sostenerse y exitosas mociones de censura han terminado dejando el gobierno en manos del ex goberndor adjunto del Banco Nacional de Eslovaquia Ludovit Odor, testigo del populismo exhibido por la inmensa mayoría de partidos políticos del país y que escapa a las etiquetas tradicionales, como demostró la pelea a puñetazos protagonizada hace dos semanas por Matovic y el ex ministro del Interior bajo el Gobierno de Fico Robert Kalinak.
En un escenario donde los insultos y la violencia han estado a la orden del día, nadie se ha movido de momento mejor que Fico, quien ha defendido por encima de todo los intereses nacionales y la estabilidad política interna en detrimento de la relevancia internacional del país.
Como ejemplo, el líder de Smer ha dedicado meses a atacar constantemente a la europeísta presidenta del país, Zuzana Caputova, hasta el punto de que la jefa del Estado anunció a mediados de septiembre su intención de presentar contra Fico una demanda por difamación después de que el ex primer ministro la acusara de ser una “agente” de Estados Unidos. De hecho, en mayo de este año, la presidenta lamentó las amenazas de muerte alentadas por los comentarios de Fico, de los que el ex primer ministro nunca se ha retractado.
“Ni una sola bala a Ucrania”
Fico lidera los sondeos como nuevo abanderado de la oposición, codo con codo junto al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, a la actual política de Bruselas respecto a la guerra de Ucrania.
Entre otros ejemplos, Fico ha asegurado que Eslovaquia “no venderá ni una sola bala a Ucrania” si llega al poder, que hará todo lo que esté en su mano para bloquear todas las importaciones de grano ucraniano por el daño que podrían causar a los pequeños agricultores del país. Además, ha garantizado que se distanciará de las sanciones europeas contra Moscú y podría vetar las aspiraciones de Ucrania para incorporarse a la OTAN.
“La paz es la única solución. Me niego a que me critiquen y me etiqueten como belicista sólo por hablar de paz, mientras que a quienes apoyan la guerra y las matanzas se les llama ‘activistas por la paz’. Tenemos la cabeza hecha un lío”, proclamó Fico el pasado 6 de septiembre durante un mitin en la ciudad de Michalovce, próxima a la frontera con Ucrania.
Estos mensajes han puesto al líder de Smer al frente de unos comicios que podrían desembocar en su tercer mandato como jefe del Gobierno, cargo que ya desempeñó desde 2006 a 2010 y repitió desde 2012 a 2018, año en que presentó su dimisión tras el estallido de protestas por los asesinatos del periodista Jan Kuciak y su prometida Martina Kusnirova.
Kuciak investigaba los presuntos vínculos entre dos asesores del Gobierno Fico y empresarios relacionados por el reportero con la mafia italiana más poderosa, la calabresa ‘Ndrangheta. La inmunidad parlamentaria de la que disfruta Fico ha impedido seguir con las pesquisas en su contra.
(Con información de Europa Press)
Fuente de esta noticia Infobae
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