El argentino Roberto Naivirt quedó varado en medio del desierto y decidió hidratarse ante el riesgo de morir en la segunda etapa de la competencia.
“Me agarró desesperación porque no teníamos agua ni encontrábamos señal para comunicarnos. Llegué a orinar dentro de una botella para humedecerme la boca porque me moría ahí”. El relato del piloto Roberto Naivirt luego de ser salvado por la organización trajo alivio después de la muerte del polaco Michal Henrik el pasado martes.
“Había peligro de que quedáramos muertos ahí. No dábamos más, estábamos exhaustos. Nos metimos en la camioneta y después de varias horas sentimos que alguien nos tocaba. Era una médica de la organización, que nos salvó la vida”, relató el argentino que corría su quinto Rally Dakar a bordo de una Toyota Hilux.
Naivirt y su navegante (Alejandro Schilling) estuvieron unas seis horas varados en un terreno desértico y bajo un calor agobiante en la etapa más larga de la competencia, que parte desde la provincia de Córdoba hasta San Juan.
Luego de finalizar en la 91º posición en la primera etapa, el argentino explicó la odisea que les tocó vivir antes del rescate: “Rompimos cubiertas, hicimos 40 kilómetros en llanta, se nos rompió el semieje y nos quedamos sin gasoil. Una verdadera locura todo lo que nos pasó”.
Infobae
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