La familia Bravo Cedeño llora la muerte de tres de sus integrantes. Padre, madre e hijo fueron asesinados la tarde de este miércoles 20 de septiembre.
El triple crimen ocurrió en el sector El Caserío de la parroquia San Camilo, en el cantón Quevedo, provincia de Los Ríos.
Víctor Yépez, su esposa Ana Yépez y el hijo de ambos, quien también tenía por nombre Víctor, fueron las víctimas de este ataque.
Previo al ataque, los tres fallecidos permanecían en una vivienda donde tenían como negocio familiar una mecánica de motos.
El ataque se produjo cuando Víctor y su hijo estaban trabajando mientras que Ana descansaba en una hamaca.
Vecinos de las víctimas indicaron que al sector llegaron hombres armados a bordo de una camioneta y en moto. Además contaron que arribaron más de cuatro antisociales, encapuchados, y con armas largas.
Tras haber acribillado a Víctor y a su familia, los criminales escaparon en medio del asombro de los vecinos del sector. Los habitantes prefirieron ingresar a sus viviendas ante la amenaza de ser también baleados.
“Tal como se ve en las novelas ingresaron dando miedo a la mecánica y dispararon contra el padre e hijo, dicen que una bala perdida fue que terminó matando a doña Anita (…) nosotros corrimos a escondernos mientras escuchábamos las detonaciones de las balas, sonaban como si estuviéramos en la guerra”, relató nerviosa una vecina del sector, quien por temor a represalias no se identificó.
La ráfaga de balas se escucharon hasta la Unidad Educativa San Camilo, ubicada a pocas cuadras de la escena del crimen, algunos estudiantes estaban saliendo de la institución cuando fueron sorprendidos por los disparos.
El hecho ha conmocionado a los habitantes de Quevedo. Allegados indicaron que a Víctor lo conocían como Caña Brava, que era un buen mecánico y jamás conocieron que tenía problemas.
Ahora, la Policía investiga el suceso para determinar los motivos del ataque y hacia quién iba dirigido.
Agentes de la Unidad de Muertes Violentas y de Criminalística acordonaron el área y decomisaron indicios balísticos que quedaron cerca de los tres cuerpos que fueron trasladados al Centro Forense donde también permanece el cadáver del hombre descuartizado y hallado embalado el mediodía en el recinto Federico Intriago del cantón Buena Fe.
Según el reporte policial, donde consta la versión de un familiar de las víctimas, se conoció que el hijo de Víctor y Ana habría recibido amenazas.
Enemigos le dispararon y luego cortaron su cuerpo en partes para meterlo dentro de una funda y posteriormente dejarlo abandonado en la carretera entre el recinto Federico Intriago y San Simón. (I)