El Papa Francisco inició con los festejos por Navidad a principios de diciembre cuando utilizó una aplicación instalada en una Tablet para encender el árbol de Navidad más grande del mundo, que se encuentra en el municipio italiano de Gubbio.
El Santo Padre realizó esto desde el Vaticano, accionó la instalación eléctrica del árbol –ubicado en Gubbio-, pulsando un botón desde su residencia en el Palacio Apostólico.
El abeto de Gubbio entró en el Guinness de los Récords en 1991 por ser el “árbol” de Navidad más grande del mundo, aunque no es un árbol natural, sino un conjunto de más de 8.000 cables con luces que se coloca en la falda del monte Igino.
La colosal composición luminosa tiene una altura de 650 metros, una base de 350 metros de ancho y está coronada con una estrella de mil metros cuadrados.
Mantiene un trazado idéntico al de un abeto natural y está formado por 270 luces de grandes dimensiones y más de 1.300 enchufes.
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