Podemos ha sido el gran motor de la izquierda a la izquierda del PSOE de los últimos diez años. Nadie lo discute. Ahora, ese papel lo ha heredado Sumar, la confluencia liderada por Yolanda Díaz. Podemos y Sumar, Sumar y Podemos. En principio, obligados a entenderse. Con toda seguridad, condenados a no hacerlo. “Esta alianza no tiene futuro, nadie se fía de nadie, y así es imposible”, coinciden en señalar dos voces autorizadas que llevan años trabajando en este nuevo espacio político (el de la izquierda a la izquierda de los socialistas), que lamentan con cierta desilusión cómo las guerras cainitas dilapidan un legado que costó mucho conseguir.
Porque, como reflexiona uno de ellos, ¿qué diferencias políticas hay entre Podemos y Sumar, y entre Sumar e Izquierda Unida? ¿Y entre Izquierda Unida y Más País? “¿Alguien lo sabe? La gran mayoría de los militantes seguro que no, son solo distintas siglas que en principio buscan los mismos avances sociales para España y la ciudadanía. Distintas siglas que han surgido por filias y fobias, odios y amores, envidias y estrategias… de sus principales protagonistas. No hay más”.
“Es evidente el desencuentro entre Sumar y Podemos, más propio de los viejos partidos. Vetos, exclusión de portavocías, falta de soberanía, conflictos que se vuelven personales, desaires… Sienta Yolanda Díaz a la izquierda para hablar. No tardéis” señalaba este lunes Juan Carlos Monedero en su cuenta de X (antes Twitter). Monedero, cofundador de Podemos y perro viejo en estas lides, sabe cómo están las cosas y reclama una unidad que ahora no existe. ¿Y cómo están las cosas? “Podemos no aguantará mucho junto a Sumar. Es cuestión de meses que esta alianza se rompa”, asegura una de las fuentes antes consultadas. Todo es cuestión de desconfianza. “Nadie se fía de nadie”, insisten.
Monedero pone la llaga en otro tuit. “Si Sumar se presenta como nuevo partido donde no tiene implantación alguna, no servirá para sacar escaños, sino solo para restarle votos a los partidos que tienen implantación. Será un partido al servicio de fragmentar la izquierda, como hizo Más País. ¿Qué Frente Amplio es ese?”, señala Monedero para criticar la posible llegada de Sumar al escenario político del País Vasco, donde Podemos ya está asentado. No hay que olvidar que el año que viene hay elecciones vascas.
La distancia entre Podemos y Sumar (el viejo y el nuevo motor de la izquierda del cambio) cada vez es más insalvable. Para Podemos, “Sumar les maltrata”. Para Sumar, “el tiempo de Podemos ha pasado”. A eso se añade que los principales activos de ambas marcas, Yolanda Díaz e Irene Montero, no se tragan personalmente. Podemos hizo de tripas corazón y aceptó integrarse en la confluencia de Sumar a pesar del veto que se impuso a Irene Montero. Desde la formación morada insisten en que lo hicieron por “generosidad”. También “por necesidad”, señala una fuente de Más Madrid que antes militó en Podemos. En esta amalgama de siglas, Más Madrid es una escisión de Podemos. “Podemos corría el riesgo de desaparecer si se presentaba en solitario y sabía que sería el blanco de todas las críticas si la fractura de la izquierda provocaba que PP y Vox pudieran gobernar”, explica.
Podemos obtuvo 5 de los 31 diputados que sacó Sumar. Pero Sumar ha decidido que los morados no tengan portavocía parlamentaria en el Congreso de los Diputados y solo una representación testimonial en la dirección del grupo. Otra afrenta tras el veto a Montero. La gota que ha colmado el vaso ha sido enterarse de que Podemos no estará representado en un hipotético y futurible Gobierno de coalición progresista. Es decir, no habrá ministrables de Podemos. Entendiendo en este punto por Podemos a los ‘pablistas’, ya que hay gente dentro de la formación morada que entiende que es el momento de Sumar y que la plataforma de Yolanda Díaz es ahora la mejor herramienta para seguir “avanzando socialmente”. Traducido: Yolanda Díaz si cuenta con gente de Podemos, pero no cuenta con la gente que quiere el núcleo duro de Podemos.
Por eso, Irene Montero e Ione Belarra, cabezas visibles de Podemos, lanzaron este sábado un órdago en un acto que celebraron en Madrid para hacer balance, destacar el legado y marcar la hoja de ruta para el futuro. Anunciaron cinco propuestas para “apoyar la investidura de Pedro Sánchez” (había que recalcar que los cinco diputados de Podemos son tan indispensables como los siete de Junts). La más importante para el juego que se está desarrollando, es “indispensable” que Irene Montero sea ministra de Igualdad en el futuro Gobierno. ¿Y si no es así? “Queremos un Gobierno estable y valiente”, señalan desde Podemos. ¿Quiero eso decir que si no está Montero el Gobierno de Sánchez y Díaz no será estable? “Siempre hemos actuado con responsabilidad”, sentencian desde Podemos.
“Es evidente que los principales partidos de Sumar, esto es, Podemos e Izquierda Unida, deben tener ministras o ministros -Podemos nació con voluntad de gobernar-, y les corresponde a los partidos elegir quién debe ocupar ese lugar. Como ocurrió en el anterior gobierno de coalición, donde, por ejemplo, Izquierda Unida decidió que su ministro fuera Alberto Garzón, igual que los Comunes eligieron como ministro de Universidades a Manuel Castells. ¿No le corresponde ahora lo mismo a Podemos? Lo contrario sería un fraude a la democracia interna y seguiría ahondando la brecha”, señaló Monedero en un reciente artículo en el diario ‘Público’.
Podemos sabe que esta batalla está perdida. Que lo del sábado solo fue un órdago sin cartas en la mano. Montero no volverá a ser ministra y los morados no dificultarán el Gobierno de coalición. Pero Podemos también sabe que la legislatura es débil y que el PSOE solo busca un “Gobierno de transición”. Hay por delante todo un futuro. De momento, Podemos ha abierto un “proceso de reflexión” para redefinir su relación con Yolanda Díaz y ha presentado una ponencia política (que ahora deberá ser estudiada y enmendada por sus militantes) en la que prohíbe la doble militancia, de manera que cualquier cargo que dé el salto a Sumar tiene que romper el carné morado o, de lo contrario, será expulsado.
Podemos también quiere redefinir su relación con Sumar en futuras citas electorales (se pueden repetir las generales y el año que viene hay comicios europeos, vascos y gallegos). Entre otras cuestiones, Podemos quiere garantizar su autonomía e independencia dentro de la confluencia y supedita cualquier futuro acuerdo de unidad electoral con otros actores a la celebración de primarias abiertas. Y por descontado, nada de vetos. Este martes, Podemos ha enviado al PSOE, Sumar y al resto de fuerzas nacionalistas e independentistas un documento programático para reeditar un gobierno de coalición “valiente”.
Otro órdago. El partido dirigido por Ione Belarra quiere negociar independientemente con el PSOE, al margen de Sumar. Los socialistas no están por la labor. Su interlocutor es Yolanda Díaz. “Es importante recordar que cada error, en cualquier lugar de la izquierda alternativa, acerca el gobierno de la ultraderecha. Y la ciudadanía no se lo perdonará”, sentencia Monedero.
Fuente de esta noticia Infobae
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