Vida del extranjero

Marvel, de 51 años de edad, oriunda de Venezuela, llegó al país hace un año, y a la ‘Sultana’ viajó hace poco tiempo porque en este suelo se encuentra su hija.

Ella dio a conocer que uno migra con la mentalidad de trabajar y, así, poder ayudar a la familia. Al principio no encontraba trabajo breve, por lo que “ayudaba para ganarse su plato de comida”, después, consiguió un trabajo cerca de nueve meses y ahora está en la urbe ayudando a su hija en un puesto de comida.Vida del extranjero.

Detalles. “Todos no somos iguales, hay unos que tienen malas conductas, que por uno pagan todos, pero de verdad deben trabajar sanamente, porque ese puede perjudicar a otra persona en una tierra que no es de nosotros, y que deberíamos estar agradecidos”, enfatizó Marvel. En la misma línea, Laura, de veinticinco años, vende empanadas venezolanas desde hace tres años por el sector de la Terminal, “desde el primer momento nos ha ido súper bien”. Su madre, enhorabuena, alcanzó tener los permisos para ventas informales, y ahora es un poco más fácil, ya que antes los miembros policiales les molestaban.

Dato. “Migrar es bastante difícil, prácticamente se deja toda una vida, y empezar desde cero”, expresó Laura que tiene una hija. Cuando recién llegaron tuvieron que dormir en el piso, pasar a vivir por aproximadamente tres meses en un hotel, y después arrendaron un cuarto, cuando su situación económica mejoraba.

Criterio. Su esposo migró desde hace seis años y adaptarse fue un poco difícil debido al clima y la comida; sin embargo, dijo que la ciudad es realmente tranquila. Él trabaja como comerciante, “somos de los buenos”, enfatizó, esto debido a la fama que se ha sembrado con los ciudadanos extranjeros.