Los murciélagos de la fruta, que son los principales propagadores del Ébola, podrían ser clave para encontrar el remedio para poder terminar con la epidemia. La misma podría estar en su sistema inmunológico.
En 1976 un grupo de científicos descubrió el Ébola. Desde ese momento la raza llamada murciélagos de la fruta fue considerada un verdadero problema, ya que son los principales focos infecciosos que transmite el virus a los humanos. Pero ahora también podrían ser la clave para poder encontrar la cura.
Varias investigaciones científicas encontraron que los murciélagos de la fruta pueden ser portadores de 100 virus a la vez, sin que su salud se vea afectada. El Ébola es uno de esos virus.
“Si logramos comprender cómo reacciona el sistema inmunológico de los murciélagos a estos virus y lo podemos redirigir a otras especies, para que reaccionen igual, podría desarrollarse un tratamiento terapéutico”, explicó el científico de la Agencia Nacional de Ciencia de Australia, Michelle Baker.
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