El 12 de septiembre de 1992 falleció el Dr. Marco Aguayo, quien se convirtió en el primer donante cadavérico de nuestro país, por lo que la fecha de su deceso ahora es recordada como el Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos.
Al respecto, el director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), Dr. Hugo Espinoza, brindó hoy una serie de datos sobre la donación en nuestro país, apuntando primeramente que aún hay “muchísimos desafíos”.
Como parte de estos desafíos, citó que varían entre presupuestarios, medicamentos y también algo que es principal: la cultura de donación, ya que “si no hay donantes no hay trasplantes”, incluso aunque se tengan médicos o la infraestructura necesaria para los procedimientos.
“Si no hay donantes no podés hacer nada y es el único acto médico donde se necesita la colaboración de otro ser humano obligatoriamente; en otras disciplinas no existe esa necesidad. Por ejemplo, yo puedo tener una prótesis ya hecha, pero no puedo reemplazar un corazón o riñón, que requiere la donación de una persona”, explicó en comunicación con ABC Color.
Importancia de la donación de órganos
“Falta de cultura” de donación
Continuando con sus declaraciones, el doctor enfatizó que en nuestro país “cuesta entender” el concepto de muerte encefálica o cerebral -que es irreversible y permite que los órganos sean donados-, por lo que existe una “falta de cultura” de donación ante la negativa de los familiares de una persona fallecida.
Asimismo, dijo que pese a la existencia de la Ley Anita -en la que todos los paraguayos son donantes salvo si expresan lo contrario en vida-, hay casos en los que toda una familia o comunidad allegada a un fallecido se niegan a la donación de algún órgano o tejido, imposibilitando así un futuro trasplante.
Ante esto, Espinoza aseguró que su idea implica “ganar la confianza de la gente siendo transparentes” y reiterar que mediante la donación se pueden salvar vidas y también mejorar la calidad de vida de otras personas.
“Tenemos una ley que todos somos donantes después de la muerte, pero si la familia se opone, ¿qué puede hacer uno? Vienen entre 8 y 10 personas que no aceptan la muerte del ser querido; tampoco todas las personas fallecidas pueden ser donantes, se necesita la muerte encefálica”, apuntó.
Donar órganos con amor y conciencia
Donación de órganos en Paraguay
Por otra parte, el médico sostuvo que en Paraguay una de las listas con más pacientes en espera de un órgano es la de enfermos renales, es decir que requieren la donación de riñones.
Actualmente hay aproximadamente 100 personas que se encuentran a la espera de un donante de riñón, aunque la cifra de pacientes renales es aún mucho más grande y se sitúa alrededor de las 2.500 personas, aunque no todas pueden recibir un trasplante por distintos motivos, detalló.
Por otra parte, insistió en que “la vida humana no se mide en números”, pero detalló que en el caso de la lista de espera para un donante de corazón hay cinco personas, lamentando también que haya casos en los que una persona finalmente fallece durante la espera.
“El mayor desafío es cómo concientizar a los ciudadanos; uno se aferra al cuerpo del ser querido”, finalizó.
Nuevo corazón, nueva vida, nueva esperanza
FUENTE DE ESTA NOTICIAS ABC COLOR PARAGUAY