El presidente Luiz Inácio Lula da Silva se reunió el domingo (10) con líderes europeos y reiteró que el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) debe ser equilibrado, permitiendo una agenda comercial ambiciosa entre los bloques. Las reuniones tuvieron lugar al margen de la Cumbre del G-20 en Nueva Delhi, India.
Lula se encontró con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel (foto); y con el presidente francés, Emmanuel Macron. Durante las conversaciones, abordó las cuestiones pendientes que están retrasando el acuerdo y exigió claridad sobre su real posibilidad. Para el presidente, la decisión ya es más política que técnica.
“Lula anunció que el Mercosur está listo para concluir el acuerdo lo antes posible y que espera una postura clara de los europeos”, informó la oficina de la Presidencia brasileña. “Para el mandatario brasileño, ya no tiene sentido, después de 22 años de negociaciones, seguir retrasando el consenso. Para él, es hora de que los líderes de ambas partes decidan políticamente llevar adelante el acuerdo entre los bloques”, dice el comunicado.
Lula reafirmó que el Mercosur no acepta posiciones como la carta adicional presentada por la Unión Europea este año, que incluye la posibilidad de sanciones por cuestiones ambientales. El grupo europeo quiere castigar a quienes incumplan los términos del Acuerdo de París, el tratado internacional sobre cambio climático adoptado en 2015.
En declaraciones anteriores, Lula ya dijo que la propuesta es inaceptable, pero, según su oficina de prensa, confía en alcanzar “un acuerdo equilibrado que tenga en cuenta las necesidades de ambas partes” hasta finales de año. Bajo el liderazgo de Brasil, Mercosur presentó hace unos días una contrapropuesta al documento adicional de los europeos.
Para Lula, la propuesta tampoco tiene en cuenta las credenciales de Brasil en la materia. Ante los líderes, citó el trabajo del gobierno federal para reducir la deforestación en la Amazonia y la iniciativa de reunir a autoridades de los ocho países de la región en la Cumbre Amazónica de Belém, en agosto.
Aprobado en 2019 tras 20 años de negociaciones, el acuerdo Mercosur-UE necesita ser ratificado por los parlamentos de todos los países de los dos bloques para entrar en vigor. En las negociaciones participan 31 países.
Lula también reiteró que Brasil no renunciará a las contrataciones públicas, ya que las considera una herramienta esencial para la reindustrialización del país. El acuerdo propuesto permite a los proveedores extranjeros de bienes y servicios ser contratados en Brasil y participar en una serie de licitaciones públicas en el país.
En las redes sociales, Ursula von der Leyen se mostró de acuerdo con la intención de encontrar un camino consensuado. “La Unión Europea valora la asociación con Brasil. Queremos revitalizarla. Y tenemos que encontrar un camino para la Unión Europea y Mercosur”, escribió.
Asociación cultural con Francia
En la reunión entre Lula y Macron, los dos líderes acordaron reeditar, en 2025, una asociación para intercambios culturales entre los países. Las acciones deberían desarrollarse en una línea similar a la del Año de Brasil en Francia y el Año de Francia en Brasil, programas celebrados en la década de 2000.
Lula y Macron también discutieron una agenda de cooperación en áreas como defensa y medio ambiente. El brasileño reforzó su invitación a Macron para que realice su primera visita oficial a Brasil y escuchó del europeo que esa oportunidad está prevista para el primer semestre de 2024.
Brasil y Francia firmaron una asociación estratégica en 2006 para promover el diálogo político y las relaciones económicas y comerciales. Los dos países cooperan también en las áreas de defensa, espacio, energía nuclear y desarrollo sostenible. La asociación abarca aún la educación, la ciencia y la tecnología, la migración y las cuestiones transfronterizas.
En 2022, el comercio bilateral entre las dos naciones ascendió a unos US$ 8.450 millones en mercancías.
Arabia Saudí
Lula también habló por primera vez con el príncipe heredero y primer ministro de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman. Los representantes saudíes manifestaron al presidente Lula su deseo de ampliar las inversiones en Brasil, especialmente en el sector de petróleo y gas y también en fuentes verdes, además de retomar una agenda comercial estancada en los últimos años.
También se acordó que una delegación de empresarios y autoridades saudíes visite Brasil próximamente para conocer la cartera de proyectos del Nuevo Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) que están abiertos a la inversión extranjera. Esta agenda será discutida por las cancillerías de ambos países.
“Según el presidente Lula, el crecimiento de las inversiones saudíes en Brasil es bienvenido y puede ser importante en el proceso de transición hacia una economía más sostenible, con énfasis en sectores de alta tecnología, como el desarrollo de motores híbridos y también de hidrógeno verde”, comunicó la oficina de prensa de la Presidencia.
Las relaciones comerciales entre los dos países vienen creciendo año tras año y, en 2022, el volumen comercializado alcanzó los US$ 8.200 millones.
Durante la conversación, el presidente brasileño también dio la bienvenida a Arabia Saudí como nuevo miembro de los BRICS. La nación árabe forma parte del grupo de seis nuevos miembros oficializado en agosto, junto con Argentina, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán. Hasta entonces, el bloque de países emergentes estaba formado únicamente por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
Fuente de esta noticias es Agencia Brasil / EBC: Leer más
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