A pesar de las promesas del Gobierno de corregir las inequidades salariales que actulamente distorsionan el presupuesto público, ayer anunciaron que desde el año que viene los beneficios extras de 28.900 funcionarios del Poder Ejecutivo pasarán a ser parte del salario básico.
En una conferencia de prensa realizada en el Palacio de López, el titular del Ejecutivo, Horacio Cartes, y autoridades del Ministerio de Hacienda dieron a conocer la tan anunciada “reforma de la matriz salarial” que se contempla en el Presupuesto General de Gastos de la Nación del 2015.
Indicaron que, en una primera etapa, la reforma meramente estructural solo afectará a las instituciones dependientes de la administración central, como la Presidencia, Vicepresidencia, ministerios, Defensoría del Pueblo, Contraloría General, además de Aduanas, Banco Central y empresas públicas. Afectará un universo de 28.900 funcionarios administrativos (40%) de los 73.945 en total, indicaron.
En esta etapa no están incluidos los policías, personal de blanco, militares y docentes que representan el grueso del los empleados dependientes de la administración central.
Tampoco se incluyen a los cuestionados funcionarios del Congreso Nacional y el Poder Judicial, ya que estos poderes elaboran sus respectivos planes de gasto.
El primer mandatario presentó como un logro la restructuración del organigrama que disminuye las 1.680 categorías salariales, que existen actualmente, a 620.
Sin embargo, obvió mencionar que esta simplificación estructural no representa un recorte a cuestionados beneficios extra al salario que perciben los funcionarios, sino que los incluirá a todos dentro de unas pocas categorías. (Ver ejemplos en infografía).
El ministro de Hacienda, Germán Rojas, aclaró que el plan establece categorías principales de componentes que van desde los funcionarios no especializados, semiespecializados, técnicos y profesionales equivalentes y el nivel más alto que es el de la conducción política.
Como positivo resaltó que el funcionario sin especialización tendrá un piso y untecho en el desarrollo de su carrera dentro de la administración pública y para pasar a la siguiente categoría necesariamente tendrá que concursar.
no habrá ahorro. Ante la insistente consulta de los periodistas quienes preguntaron si las gratificaciones serían finalmente incluídas en el salario ose recortarían, respondió que “sí” a lo primero.
“Se incluye todo como sueldo, los beneficios ya están incluidos como salarios y aportan la caja de jubilaciones como salario”. Luego el viceministro de Administración Financiera, Ramón Ramírez, reconoció que “esta adecuación no tiene impacto o tiene un impacto ínfimo sobre el monto global de lo gastado o destinado a salarios de entidades que se incorporan”.
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