
Las celebraciones de fin de año suelen traer cambios en la rutina, mayor demanda social, comidas más abundantes y un incremento general del estrés. Para quienes viven con artritis reumatoidea, este contexto puede favorecer la aparición de brotes, aumentar el dolor y generar fatiga. Por eso, especialistas recomiendan reforzar el autocuidado, sostener el tratamiento y priorizar el bienestar emocional para atravesar esta etapa sin retrocesos.
Estrés y síntomas: una combinación frecuente en diciembre
La presión por cumplir compromisos, la organización de eventos, las compras y la carga emocional propia del cierre del año pueden intensificar los síntomas de la artritis reumatoidea. Esto, sumado a que muchas personas posponen controles o modifican la medicación sin indicación profesional, incrementa el riesgo de inflamación y deterioro funcional.
Suspender o alterar el tratamiento, incluso por pocos días, puede tener consecuencias negativas. Mantener la constancia es clave para evitar brotes que afecten la movilidad y la calidad de vida.
Los profesionales médicos recomiendan prestar especial atención al consumo de sal y alcohol, ya que pueden interactuar negativamente con ciertos medicamentos. Mantener una alimentación equilibrada, con mayor presencia de vegetales, pescado, huevo y legumbres ayuda a controlar la inflamación y evitar malestares.
El rol clave del bienestar emocional
La salud mental es un pilar fundamental en el tratamiento de la artritis reumatoidea. El estrés, la ansiedad y el cansancio acumulado pueden incrementar la percepción del dolor y dificultar la continuidad del tratamiento. La psicóloga Bettina Cuevas (Reg. Prof. N° 270) subraya que integrar el apoyo psicológico o acompañamiento emocional resulta especialmente relevante en esta época.
“El fin de año suele traer presiones sociales, emocionantes y físicas que pueden intensificar los síntomas de la artritis reumatoidea. Para atravesar este periodo de forma más saludable, recomendamos mantener la adherencia al tratamiento, priorizar el descanso, incorporar pausas activas, practicar técnicas de respiración o relajación, evitar la sobrecarga de actividades y buscar apoyo emocional cuando sea necesario. El autocuidado no es un lujo, es una necesidad para el bienestar integral”, señaló la profesional.
Al comenzar un nuevo año, es importante reconocer los logros, el esfuerzo cotidiano y la fortaleza con la que se atraviesan los desafíos de vivir con una enfermedad crónica. Celebrar los pasos dados y sostener un plan de cuidado integral permite iniciar el 2026 con mayor bienestar y preparación para lo que viene.
Recomendaciones para un fin de año sin dolor
- Mantener la medicación tal como fue indicada y evitar cualquier cambio sin consulta profesional.
- Incluir momentos de descanso y evitar la sobreexigencia física o emocional.
- Practicar técnicas de relajación y respiración.
- Mantener una alimentación equilibrada y moderar el alcohol.
- Realizar pausas activas durante eventos o reuniones extensas.
- Buscar apoyo emocional cuando sea necesario.
