
Imagen RTVC
Chile atraviesa este domingo una de las jornadas políticas más determinantes de su historia reciente. En tiempo real, el país sigue el desarrollo de la segunda vuelta presidencial que definirá quién asumirá la conducción del Estado a partir de marzo, en un escenario marcado por la polarización, la alta expectativa ciudadana y la atención internacional. La contienda enfrenta a Jeannette Jara, candidata de una extensa coalición progresista de centroizquierda, y a José Antonio Kast, líder del Partido Republicano y principal exponente de la ultraderecha.
Desde temprano, el proceso electoral se ha desplegado con normalidad a lo largo del territorio nacional. Más de 3.300 locales de votación y más de 40.000 mesas comenzaron a recibir a los más de 15,6 millones de personas habilitadas para sufragar de manera obligatoria, en una jornada observada como un punto de inflexión para el ciclo político que se abre en Chile. La participación y el ritmo del voto son seguidos minuto a minuto como indicadores clave del ánimo social y del respaldo a los proyectos en competencia.
Jeannette Jara fue una de las primeras figuras políticas en acudir a las urnas. Votó en la comuna de Conchalí, en un sector popular de Santiago, adonde llegó caminando desde la casa de su madre, tal como lo hizo en la primera vuelta. Acompañada por su pareja, la exministra de Trabajo buscó reforzar una imagen de cercanía y coherencia con el discurso social que ha marcado su campaña. Tras emitir su voto, destacó la importancia de llegar al gobierno con equipos preparados y una planificación clara, subrayando que gobernar exige experiencia, oficio y capacidad de trabajo desde el primer día.
Durante sus declaraciones, Jara volvió a poner el foco en la necesidad de enfrentar con seriedad los desafíos del país. Señaló que Chile tiene condiciones para combatir el crimen organizado, el narcotráfico y la corrupción, al mismo tiempo que puede acelerar la inversión y retomar la senda del crecimiento económico. También insistió en que su candidatura debe ser evaluada por su desempeño personal y por las propuestas que plantea para los próximos cuatro años, marcando distancia del actual Ejecutivo y del debate puramente confrontacional.
En paralelo, el presidente Gabriel Boric ejerció su derecho a voto en Punta Arenas, su ciudad natal, en lo que constituye su última participación electoral como mandatario en funciones. Con un tono institucional, hizo un llamado a la ciudadanía a participar activamente y a cuidar la democracia. Destacó que el voto es una herramienta esencial para resolver las diferencias políticas de manera pacífica y recordó que, en una jornada electoral, todas las personas tienen el mismo peso en la definición del destino común del país.
Boric también resaltó la fortaleza del sistema electoral chileno, reconocido por su transparencia, rapidez y confiabilidad, y subrayó que la entrega oportuna de resultados es motivo de orgullo tanto a nivel regional como internacional. Enfatizó que este derecho y deber cívico no debe darse por sentado y que su ejercicio implica una responsabilidad colectiva con el presente y el futuro de Chile.
Más tarde, José Antonio Kast acudió a votar en la localidad rural de Paine, donde se estableció su familia tras emigrar desde Alemania. El candidato republicano llegó al local de votación pasadas las diez de la mañana y, tras sufragar, dirigió un mensaje centrado en la unidad nacional. Afirmó que, de resultar electo, buscará ser el presidente de todos los chilenos y atender problemas que, según señaló, trascienden las divisiones políticas.
Kast recalcó que los desafíos cotidianos de la ciudadanía no tienen color ideológico y que su eventual gobierno estaría dispuesto a colaborar más allá de las diferencias. En un tono apelativo, aseguró que su equipo está dispuesto a “dejar la vida” por recuperar y reconstruir el país, insistiendo en que la unidad es clave para avanzar en seguridad, bienestar y estabilidad.
El contexto electoral añade tensión y expectativa al desarrollo de la jornada. Kast llega a la segunda vuelta fortalecido tras sumar el respaldo de sectores relevantes de la derecha tradicional y de la ultraderecha, lo que le permitió consolidar una base que supera el 50 % de las preferencias según los sondeos previos a la veda. Jara, en tanto, encabeza una alianza inédita que reúne a todo el arco progresista, desde el Partido Comunista hasta la Democracia Cristiana, aunque enfrenta el desafío de movilizar a un electorado exigente y crítico del oficialismo.
Con las urnas aún abiertas y el conteo previsto para comenzar al cierre de los locales, Chile sigue minuto a minuto una elección que definirá no solo a su próximo presidente, sino también el rumbo político, económico y social de los próximos años. La atención está puesta en cómo avanza la votación, en el nivel de participación y en los primeros resultados que comenzarán a marcar el desenlace de una jornada llamada a quedar en la historia democrática del país.
carloscastaneda@prensamercosur.org
