La flexibilización del uso de armas antes restringidas a las fuerzas de seguridad, como la pistola semiautomática de 9 milímetros (mm), en 2019, primer año del gobierno de Jair Bolsonaro, favoreció que parte de ese armamento fuera desviado a manos de criminales.
La constatación se encuentra en el estudio «Arsenal del Crimen», divulgado esta semana por el Instituto Sou da Paz, una organización sin fines de lucro que defiende el desarme de la sociedad.
El estudio señala que la incautación de pistolas de 9 mm aumentó a más del doble entre 2018 y 2023. En 2018, hubo 2.995 incautaciones, cantidad que saltó a 6.568 en 2023, lo que representa un aumento del 119%.
Los datos se refieren a los estados de Espírito Santo, Minas Gerais, Río de Janeiro y São Paulo.
En 2018, el calibre de 9 mm era el quinto más incautado en el país, representando el 7,4% del total de armas industriales. En 2023, ya era el segundo más común, con el 18,8% de las incautaciones, solo superado por el revólver de 38 milímetros. En el período, se incautaron 255 mil armas en total.
Liberación para los CAC
El estudio del Sou da Paz relaciona el aumento con el decreto del gobierno de Jair Bolsonaro, de 2019, que flexibilizó la obtención de armas por parte de Coleccionistas, Tiradores Deportivos y Cazadores (CAC, por sus siglas en portugués).
Entre las determinaciones de aquel gobierno, las pistolas de 9 mm dejaron de ser consideradas de uso exclusivo de las fuerzas de seguridad. Además, los tiradores deportivos podían obtener hasta 30 armas. Desde la campaña electoral, la flexibilización en el uso de armas, como un atributo a la libertad de defensa, era una de las banderas del entonces candidato Jair Bolsonaro.
Los investigadores del Sou da Paz evalúan que la flexibilización posibilitó una transformación en el mercado ilegal de armas en la Región Sudeste.
“La migración del revólver a la pistola representa una elevación drástica en la capacidad ofensiva de la criminalidad”, constata el estudio.
El documento detalla que mientras el revólver está limitado a cinco o seis disparos y exige un procedimiento lento de recarga, el proceso es casi instantáneo en las pistolas, que tienen cargadores con 12 o más municiones, permitiendo disparos rápidos y continuos. Asimismo, señala que el calibre 9 mm expulsa el proyectil con un 40% más de energía y mayor alcance.
Bruno Langeani, coordinador de proyectos del instituto, afirma que la flexibilización del acceso a las armas de fuego “permitió una entrada muy grande de esta arma, que es más potente, en el mercado legal”.
“Esto hizo que hubiese un número muy alto de estas armas en residencias, lo que permite lo que llamamos ‘desvío de buena fe’: una persona que compró esta arma para practicar tiro deportivo, para defenderse, y esa arma fue hurtada o robada”, completa.
Además, afirma que el cambio en el reglamento fue “muy mal hecho y con poca fiscalización”.
“Se abrió un espacio para el desvío de mala fe. Facciones reclutando a alguien que no tiene antecedentes criminales para comprar estas armas y luego desviarlas al crimen”, detalla Langeani.
El estudio también presenta información sobre la incautación de armas de mayor calibre. De 2018 a 2023, la recuperación de fusiles, ametralladoras y subametralladoras creció un 55,8% en los mismos estados, pasando de 1.115 a 1.738.
En el caso específico de fusiles, Río de Janeiro registró 3.076 incautaciones, más del doble que los otros tres estados (1.411).
Mayor Rigor
En 2023, un mes después del cambio de gobierno, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva inició un reempadronamiento de las armas en manos de la sociedad.
“Es algo muy importante y necesita haber un segmento de la Policía Federal que examine estas compras y verifique eventualmente armas que ya no están con sus propietarios”, defiende el coordinador del Instituto Sou da Paz.
En julio de 2023, un decreto determinó que el uso de las pistolas de 9mm vuelve a ser exclusivo de las fuerzas de seguridad.
Otra medida del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva fue transferir del Ejército a la Policía Federal la responsabilidad de fiscalizar el registro de los CAC. La medida fue firmada en 2023, y la migración de competencia comenzó a regir en el segundo semestre de este año.
Como uno de los caminos para disminuir el número de armas en manos de criminales, Bruno Langeani defiende que más estados tengan comisarías especializadas en el combate al tráfico de armas, conocidas como Desarmes, presentes hoy en solo seis de los 27 estados brasileños.
Fuente de esta noticia: https://agenciabrasil.ebc.com.br/es/geral/noticia/2025-12/flexibilizacion-de-armas-en-2019-llevo-al-desvio-de-pistolas-al-crimen
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