
El invierno llegó a España hace ya varias semanas, y las temperaturas, sobre todo por la mañana y antes de irnos a dormir, nos están obligando a poner la calefacción a todo gas para calentar nuestros hogares lo máximo posible. Y cuando llegamos a casa congelados del frío que hace en la calle, muchas veces creemos que poner la calefacción a 25 grados directamente calentará antes la estancia pero, ¿realmente es así?
Siempre se ha creído que poner la calefacción a mayor temperatura hará que la caldera trabaje más rápido y, en consecuencia, se calentará la casa en menos tiempo. Pero nada más lejos de la realidad.
Esta falsa creencia es uno de los errores más comunes en muchas familias. Además de que no lograrás calentar tu casa más rápido, estarás provocando un desperdicio energético tan grande que lo único que vas a ver es cómo tu factura sube considerablemente. Sobre todo si sueles hacer esto.
La potencia es la misma
Para entender por qué este truco no funciona, hay que comprender la mecánica básica de un termostato estándar. La mayoría de los sistemas de calefacción instalados en España funcionan con un sistema binario de encendido o apagado.

Cuando el termostato detecta que la temperatura de la casa es inferior a la que has marcado, se enciende para calentar el ambiente. En ese momento, la caldera empieza a trabajar al 100 % de su potencia para calentar el agua de los radiadores. Y la clave que demuestra que este método no sirve de nada es que la caldera trabajará exactamente a la misma velocidad y potencia si le pides llegar a 21 ºC que si le pides llegar a 30 grados.
El agua circulará a la temperatura máxima que permite la caldera, que normalmente suele estar entre los 60 y los 70 grados. Por tanto, marcar 20 ºC o marcar 25 no hará que cambie la velocidad del calentado, sino que será el momento en el que, al alcanzar dicha temperatura, el sistema se detenga.
La única diferencia es que pagarás más
Entonces, si la pones a 25 grados centígrados, la caldera no se dará más prisa para llegar a esa cifra, sino que estará más tiempo calentando y gastando energía para llegar a esa temperatura. Y dado que gasta más energía, tendrás que pagar más en la factura de la luz.
Pero no se queda ahí. Si pones la calefacción a temperaturas por encima de los 25 grados, estarán provocando un sobrecalentamiento. Cuando la habitación alcanza finalmente una temperatura agradable, como pueden ser 21 grados, la caldera sigue funcionando a máxima potencia porque tú le has ordenado llegar a 25 ºC. Debido a la inercia térmica de los radiadores (que siguen emitiendo calor una vez apagados), es muy probable que la temperatura real de la casa se dispare.
A consecuencia de esto, habremos pasado de estar congelados a empezar a sudar en nuestro propio sofá, y tendrás que verte obligado a abrir las ventanas y tirar por la borda todo el efecto calor que habías generado. De hecho, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, el consumo de esta se incrementa aproximadamente un 7%. A consecuencia de esto, mantener la casa a 25 grados en lugar de a 21 puede suponer que termines pagando entre un 25 y un 30% más en tu factura de la luz.
Preguntas frecuentes sobre poner la calefacción a 25 grados
¿Por qué no es eficaz poner la calefacción a 25 grados directamente?
Entonces, ¿a qué temperatura debo poner la calefacción?
¿Cuánto puede aumentar la factura por hacer esto habitualmente?
Iván Dávila
Fuente de esta noticia: https://www.adslzone.net/noticias/productos/error-poner-calefaccion-25-grados/
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