
Cuáles son los detalles de las obras y qué impacto tendrán en términos económicos y energéticos para Argentina y Paraguay
Tras dos años de paralización en las obras, la reactivación de la maquinización del brazo Aña Cuá es una buena noticia para Argentina y Paraguay. La muy buena sintonía política entre los presidentes Javier Milei y Santiago Peña permitió retomar este proyecto, que incorporará 270 megavatios adicionales de potencia a la central binacional Yacyretá. De esta forma, se incrementará en un 9 % la capacidad instalada total, que actualmente asciende a 3100 megavatios, lo que redundará en beneficios para ambos países en términos energéticos y financieros.
Las obras incluyen la instalación de tres turbinas Kaplan, de 90 megavatios cada una, además de la construcción de una nueva casa de máquinas y trabajos complementarios, que permitirán aprovechar mejor el caudal del río. La ejecución del proyecto, paralizado desde fines de 2023 y que presenta un avance cercano al 40 %, está a cargo del Consorcio Aña Cuá WRT, conformado por la constructora argentina Rovella Carranza, la paraguaya Tecnoedil y el grupo italiano Webuild. La inversión total será de 450 millones de dólares.

Según estimaciones de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), las obras generarán 1000 nuevos puestos de trabajo, con “un impacto directo en las economías regionales”. “La mayor parte de la demanda laboral será cubierta en la zona de influencia, beneficiando especialmente a las ciudades de Ituzaingó (Argentina) y Ayolas (Paraguay), además de a otras localidades cercanas al complejo”, añadieron desde el ente administrador de la central hidroeléctrica.
Yacyretá es responsable del 45 % de la generación hidroeléctrica argentina. Si bien se trata de una central binacional, nuestro país consume alrededor del 85 % de la energía generada, ya que, además del 50 % que le corresponde, compra el excedente que Paraguay no utiliza. Las autoridades de Asunción estiman que, una vez que se pongan en marcha las nuevas turbinas, el país recibirá unos 53 millones de dólares adicionales en concepto de venta de energía.

Yacyretá: nuevo acuerdo y señales positivas en la agenda energética
El avance del proyecto Aña Cuá forma parte de la resolución de los temas pendientes en torno a la gestión de la Entidad Binacional Yacyretá, que tiene a su cargo la administración de la represa. En mayo de este año, las autoridades de Argentina y Paraguay firmaron un acuerdo para garantizar la operatividad de la EBY y la asignación equitativa de la energía generada por la central hidroeléctrica.
Tal como señala el decreto de Javier Milei, que autorizó la firma del acta-acuerdo con la contraparte paraguaya, el objetivo es lograr “previsibilidad en la asignación de la energía”. El acuerdo estableció, asimismo, mecanismos de cesión voluntaria. Al respecto, Paraguay se comprometió a tomar un promedio de 425 megavatios del total de 3100 megavatios generados por la central, lo que permite a Argentina acceder hasta al 85 % de la energía disponible, siempre que el país vecino no la necesite.
Con este nuevo instrumento, la Administración Nacional de la Electricidad (ANDE) de Paraguay y la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA) de Argentina están en condiciones de organizar, de manera anticipada, la programación de su despacho energético.

La nueva tarifa eléctrica y reglas claras a futuro
Se busca, al mismo tiempo, asegurar la sostenibilidad financiera de la EBY. “Este acuerdo también garantiza el flujo de fondos para que la Entidad Binacional Yacyretá pueda sostener sus gastos operativos y retomar inversiones con recursos propios, sin depender del Estado argentino”, sostuvieron desde el ente administrador del complejo hidroeléctrico.
Uno de los puntos clave es el precio de la energía, que se unificó para ambas partes en 28 dólares por megavatio/hora. En el caso argentino, se estableció que la EBY emitiera una nota de crédito que compensará el pago por el uso de la energía y la imputará al cobro de la deuda vinculada a la construcción de la represa, que fue financiada por nuestro país.
“El tema de la tarifa es muy importante porque Yacyretá siempre se movió en una nebulosa”, reconoció la embajadora de Paraguay en Argentina, Helena Felip, en una reciente conversación con DEF. “Estamos trabajando para establecer reglas, y eso se ha visto favorecido a partir del pleno funcionamiento de la EBY, con la conformación de su Consejo de Administración”, señaló la diplomática, en referencia a la completa integración del ente que gestiona la central, conformado por dos directores y ocho consejeros, quienes representan equitativamente a ambos Estados.
Si bien el país vecino aspira a tomar en el futuro el porcentaje que le corresponde (50 %) de la energía generada por la represa, la embajadora Felip afirmó que, por el momento, “la venta de energía sigue siendo un factor importante en la balanza comercial de Paraguay”.

Un nuevo gasoducto, puentes e Hidrovía, otros temas en carpeta
El capítulo energético es uno de los ítems más importantes de la agenda bilateral, que podría completarse con la traza del Gasoducto Bioceánico, un proyecto que permitiría la exportación de gas de Vaca Muerta al mercado brasileño a través de Paraguay. Con una extensión de 1050 kilómetros, el ducto correría en paralelo a la Ruta Bioceánica, actualmente en construcción. Con esta obra, Paraguay busca aprovechar la declinación de la producción de gas en Bolivia, cuya capacidad ociosa es utilizada hoy por los productores argentinos para exportar a Brasil, y erigirse en un hub energético regional.
Los otros dos temas en carpeta son la aprobación de un nuevo puente sobre el río Pilcomayo, que conectaría las localidades de Pozo Hondo (Paraguay) y Misión La Paz (Argentina); y la solución al discutido tema del cobro del peaje en la Hidrovía. La tarifa en la Vía Navegable Troncal (VNT) es objetada por el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay (CAFyM), que la considera carente de justificación técnica y asegura que “no corresponde a una contraprestación efectiva de servicios en el río”.
Mientras tanto, el excelente presente del vínculo entre ambos gobiernos quedó evidenciado con el reciente apoyo de Paraguay a la candidatura del diplomático argentino Rafael Grossi—actual director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA)— a la secretaría general de Naciones Unidas.
infobae.com
