

La publicación de un nuevo disco es uno de los momentos más especiales en la vida de un cantante. Y si no que se lo digan a Víctor Manuel que, a sus 78 años, sigue componiendo nueva musica y, sobre todo, enfrentándose al dictamen del público. Hace algo más de un mes, el madrileño publicó sus nuevas canciones, Solo a solas conmigo, que han tenido gran repercusión, sobre todo en distintos espacios de TVE, así como en diversos medios, donde el marido de Ana Belén ha concedido varias entrevistas hablando de su disco pero, también, de su matrimonio. Así, este nuevo proyecto se ha convertido en uno de los más especiales, ya que ha unido madurez con éxito y, sobre todo, lo ha convertido en un revulsivo para su carrera y su bolsillo.
No hay que olvidar que, realmente, el cantante no ha vivido un momento complicado en cuanto a patrimonio en los últimos tiempos —a excepción de un momento de crisis—. Y es que lo que tiene es el esfuerzo de más de cinco décadas dedicándose a su gran pasión; la música. Aunque eso sí, como en todas las profesiones relacionadas con el arte, con sus subidas y sus bajadas. Aún así, Víctor Manuel puede presumir de tener un patrimonio bastante extenso que se centra, sobre todo, en su fantástica casa en el centro de Madrid.
Este el patrimonio de Víctor Manuel
Víctor Manuel, uno de los cantautores más emblemáticos de España, ha construido a lo largo de más de cinco décadas de carrera un patrimonio que refleja una vida dedicada por completo a la creación artística. Como decíamos, su trayectoria económica no ha sido lineal; ha vivido épocas de bonanza, momentos de gran dificultad y una posterior recuperación que hoy lo sitúa nuevamente en una posición estable y acomodada. La principal fuente de riqueza de Víctor Manuel proviene de su prolífica actividad musical. Desde los años 60 ha publicado decenas de discos, realizado giras multitudinarias y escrito canciones que forman parte del patrimonio cultural español. Los derechos de autor, las reediciones, los conciertos y colaboraciones siguen siendo un flujo de ingresos constante.
Junto con su esposa Ana Belén, Víctor Manuel reside en un chalé de tres plantas en una zona residencial de gran nivel del distrito de Chamartín, en Madrid. La vivienda destaca por su discreción, amplitud y un pequeño espacio ajardinado, y forma parte de un entorno tranquilo y muy valorado. Se considera uno de los bienes más importantes del patrimonio del matrimonio, con un valor alto propio de las propiedades de esa área de la ciudad. Además de su residencia principal, la pareja ha disfrutado en diversas etapas de segundas viviendas para descanso y temporadas estivales, como una casa en Menorca. En conjunto, el patrimonio inmobiliario y artístico —sumado a su extensa carrera profesional— sostienen hoy una situación económica sólida.
A finales de los años 90, la incursión de Víctor Manuel en la producción cinematográfica derivó en una crisis financiera severa que los dejó prácticamente en la ruina. Durante años, buena parte de sus ingresos se destinaron al pago de deudas, obligando al matrimonio a rehacer su economía desde cero. Esta etapa marcó profundamente su vida personal y profesional, pero también mostró su capacidad de resistencia. Con el tiempo, la música, los proyectos artísticos y la continuidad de ambos como figuras respetadas de la cultura española permitieron estabilizar y reconstruir su situación patrimonial. Hoy, ya en una etapa madura de sus vidas, viven con tranquilidad, solvencia y sin la presión económica que les afectó en el pasado.
Su nuevo disco, ‘Solo a solas conmigo’, que le aleja de su crisis

Sí que es cierto que esa crisis marcó un antes y un después en el matrimonio e hizo que se tuvieran que replantear muchas cosas. A finales de los años 80 y principios de los 90, tanto Víctor Manuel como Ana Belén estaban en uno de los momentos más sólidos de su carrera. Fue entonces cuando decidieron ampliar su actividad y apostar por la producción cinematográfica y audiovisual. La intención era impulsar proyectos culturales propios, con mayor control creativo y visión artística.
La aventura empresarial comenzó con ilusión, pero pronto se volvió complicada. El cine es un sector de alto riesgo económico: inversiones grandes, retornos inciertos y plazos largos. Las producciones en las que participaban requerían financiación elevada, y los resultados en taquilla no lograron compensar los costes. Para financiar los proyectos, se recurrió a créditos bancarios y avales personales. Esto es importante: ellos mismos avalaron muchas de las operaciones, convencidos de que la productora acabaría dando frutos. Sin embargo, al no obtener la rentabilidad prevista, las deudas comenzaron a acumularse.
Lo que en un principio eran tensiones de tesorería se convirtió en una espiral: los préstamos que habían firmado como avalistas pasaron a su responsabilidad directa. Los intereses crecieron, y las obligaciones económicas superaron lo asumible por sus ingresos de la época. En palabras del propio Víctor Manuel —sin dramatismos pero con honestidad— se trató de un momento de auténtica asfixia económica. La crisis no sólo afectó a sus cuentas. Influyó en su vida cotidiana, en su tranquilidad y en su seguridad personal. Durante años vivieron con la presión de hacer frente a pagos inaplazables, renegociaciones y decisiones dolorosas. Tuvieron que desprenderse de bienes, aplazar proyectos, reorganizar completamente su modo de vida y asumir que la estabilidad económica que habían disfrutado se había evaporado.
Una «asfixia económica» y años de «angustia diaria»

Ana Belén ha explicado en varias ocasiones que fueron años «de angustia diaria» y que se vieron obligados a empezar desde cero, una frase que ambos han repetido, subrayando que, a pesar de ser dos artistas muy reconocidos, no estuvieron libres de vivir una ruina total. Para salir de este pozo, ambos se pusieron a trabajar duramente para crear nueva música, giras exitosas y, sobre todo, una continuidad en la música. Ahora, con Solo a solas conmigo, el cantante, además de mostrar su lado más personal y vulnerable, también se ha consagrado como uno de los artistas mas escuchados, confirman que la crisis y «asfixia económica» que vivió son cosas del pasado.
«Solo a solas conmigo habla de todos nosotros y del momento que nos toca vivir. Como se suele decir, Pez que duerme se lo lleva la corriente y esta canción, este trabajo, rema contra la corriente, contra el seguidismo y la estupidez de dar la vida por perdida. Con arreglos y producción de David San José —su hijo—, esta carta de presentación quiere ser una llamada de atención para lo que está por llegar en las próximas semanas. Este es el primer aviso de lo que viene. Nuevas canciones, alguna colaboración y una ilusión y creatividad que se mantienen intactas tras 60 años de carrera. Las últimas canciones que Víctor Manuel publicó salieron en el año 2018, en el trabajo Casi nada está en su sitio. Siete años después, con un nuevo proyecto bajo el brazo y Altafonte como nueva compañía discográfica, nos avanza el primer single de sus nuevas composiciones», explican desde su página web.
Y no solamente eso. Este nuevo proyecto ha supuesto el pistoletazo de salida para una nueva gira que verá la luz en el año 2026 y que demostrará que, a pesar del tiempo pasada, Víctor Manuel todavía sigue llenando salas y escenarios.
Marina Ochoa
Fuente de esta noticia: https://theobjective.com/gente/2025-12-09/patrimonio-victor-manuel-engrosa-nuevo-disco/
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