
Una encuesta de Datafolha publicada este fin de semana mostró que el actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva vencería al senador Flávio Bolsonaro -hijo del expresidente encarcelado Jair Bolsonaro- por al menos 15 puntos porcentuales en una posible segunda vuelta: 51% a 36%.
La encuesta se publicó después de que el expresidente designara a su hijo como candidato de la familia para las elecciones presidenciales de 2026. La encuesta de Datafolha indica que la confirmación de Flávio Bolsonaro fue vista como una noticia favorable para las perspectivas de reelección del presidente Lula.
El estudio también encontró que Lula tendría sólo cinco puntos de ventaja si su oponente fuera el gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, un ex aliado de Bolsonaro favorecido por algunos sectores del mercado.
La candidatura de Flávio Bolsonaro generó una fuerte reacción en los mercados financieros, con la Bolsa de Valores de São Paulo cerrando con una baja del 4,31%, su mayor caída diaria desde 2021. Los analistas sugieren que los mercados y un electorado de «centro» crucial están ansiosos por apoyar a un candidato anti-PT que no sea miembro de la familia Bolsonaro.
A pesar de su posición más fuerte frente a Flávio Bolsonaro, la encuesta muestra que el presidente Lula enfrenta desafíos en relación con el desempeño de su actual administración, con un índice de desaprobación del 37% frente a una imagen favorable del 32%.
En un escenario de primera vuelta con los candidatos confirmados, la encuesta mostró que Lula obtendría el 41% de los votos, Flávio Bolsonaro el 18% y el gobernador de Minas Gerais, Romeu Zema -en una fórmula independiente- el 6%, con un 13% de los encuestados emitiendo un voto en blanco o nulo.
Jair Bolsonaro fue recientemente condenado a 27 años de prisión por intento de golpe de Estado y su hijo ahora confirmó su precandidatura con el aval del Partido Liberal.
El “extraordinario ataque arancelario” del presidente estadounidense Donald Trump contra Brasil, lanzado en repudio a los procedimientos judiciales contra Bolsonaro, es visto por analistas como un factor que fortaleció inadvertidamente al presidente Lula, quien manejó la situación con cuidado.
Según informes, la imagen de Lula sufrió un duro golpe tras un controvertido y sangriento operativo de seguridad en Río de Janeiro, liderado por un gobernador afín a Bolsonaro, que dejó más de cien muertos en dos favelas. La seguridad sigue siendo un punto débil notorio del actual gobierno.
Zema se ha unido a De Freitas y al gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, para formar una liga de gobernadores, lo que podría indicar una mayor fragmentación dentro de la oposición de derecha.
MercoPress, en español
