
Abordan temas comerciales, económicos y de cooperación contra el crimen organizado en un clima marcado por los ataques letales de EE.UU. contra embarcaciones civiles, considerados ejecuciones extrajudiciales
En pleno momento de presión internacional por las operaciones militares estadounidenses en el Caribe, con saldo de más de 80 personas ejecutadas extrajudicialmente, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, sostuvieron este martes una conversación telefónica de 40 minutos que abordó temas comerciales, económicos y de cooperación contra el crimen organizado.
La llamada —confirmada por el Palacio del Planalto (sede del Poder Ejecutivo)— se produjo al mediodía de Brasil, en un clima hemisférico marcado por denuncias que repudian los ataques letales de EE.UU. contra embarcaciones civiles en alta mar, crecientes agresiones contra Venezuela y fuertes cuestionamientos de aquellos asesinatos, contrarios al derecho internacional, tanto en América Latina como en el Congreso estadounidense.
Lula calificó como “muy positiva” la decisión de Estados Unidos de eliminar el arancel adicional del 40% aplicado a exportaciones brasileñas como carne, café y frutas. Sin embargo, señaló que aún persisten barreras comerciales que Brasil desea discutir con mayor celeridad.
El jefe de Estado insistió en la necesidad de “avanzar rápidamente” en una agenda de revisión arancelaria más amplia, que permita equilibrar el comercio bilateral en sectores donde Brasil reclama acceso sin restricciones.
Otro eje central de la llamada fue la criminalidad organizada, una preocupación compartida por ambos Gobiernos. Lula destacó las recientes operaciones federales para desmantelar la estructura financiera del crimen, muchas veces conectada con redes que operan desde fuera del territorio brasileño.
Trump manifestó su “plena disposición a colaborar” con Brasil y expresó apoyo a iniciativas conjuntas para enfrentar a organizaciones criminales transnacionales, objetivo que ambos mandatarios acordaron revisar en conversaciones futuras.
La comunicación entre Lula y Trump ocurre mientras la Casa Blanca enfrenta una ola de críticas por la confirmación oficial de que un segundo bombardeo estadounidense en septiembre mató a sobrevivientes heridos tras un ataque inicial contra un bote en el Caribe. La operación, defendida por la Administración como parte de su cruzada contra “narco-terroristas”, ha sido calificada por legisladores como un posible acto ilegal o crimen de guerra.
Sectores políticos en América Latina —incluyendo Colombia y Venezuela— y en los propios EE.UU. denuncian una “militarización” de la región bajo el argumento de la cruzada antidrogas. Al mismo tiempo, Trump confirmó haber hablado recientemente con el presidente venezolano Nicolás Maduro, y ha sugerido que el espacio aéreo sobre Venezuela debe considerarse “cerrado en su totalidad”, lo que ha generado inquietud en la región pues se trata de un inequívoco intento de violar la soberanía de la nación suramericana, la Carta de las Naciones Unidas y la legalidad internacional.
Brasil busca mantener canales diplomáticos abiertos con Washington mientras preserva su liderazgo regional y su agenda de integración. Ambos mandatarios acordaron volver a comunicarse pronto para dar seguimiento a los temas tratados, especialmente en materia comercial y de seguridad.
Fuente: Presidencia de Brasil
