
Iván Cepeda Castro, fuerte aspirante a reemplazar a gustavo Petro
Iván Cepeda se consolida como la sorpresa electoral de 2026 mientras la derecha colombiana intensifica sus ataques sin ofrecer un proyecto claro
La más reciente entrega de Colombia Opina 2025, realizada por la firma Invamer para Noticias Caracol y Blu Radio, reconfiguró el mapa político colombiano y colocó a Iván Cepeda en el centro del escenario nacional. Con un 31,9% de intención de voto, el senador del Pacto Histórico emerge como la figura con mayor fortaleza de cara a las elecciones presidenciales de 2026, un ascenso que no solo redefine las expectativas electorales, sino que también ha generado tensiones visibles en la oposición.
La encuesta muestra un panorama en el que Cepeda supera con amplia diferencia a sus competidores más cercanos: Abelardo de la Espriella alcanza un 18,2%, mientras Sergio Fajardo registra un 8,5%. Más abajo aparecen Miguel Uribe Londoño (4,2%), Claudia López (4,1%) y Vicky Dávila (3,7%), seguidos por otros nombres que hoy parecen luchar más por mantenerse en el tablero que por disputarle el liderazgo al candidato más mencionado por los encuestados. La lista incluye a Juan Carlos Pinzón, Germán Vargas Lleras, Santiago Botero, Juan Manuel Galán, Aníbal Gaviria, Enrique Peñalosa, María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y Camilo Romero, todos con apoyos inferiores al 2%.
La fortaleza de Cepeda no se diluye en los escenarios de segunda vuelta. Frente a Sergio Fajardo, obtiene un 48,9% contra 46,4%, un empate técnico que confirma su capacidad de competir en el centro del espectro político. En un eventual enfrentamiento contra Abelardo de la Espriella, el margen se amplía de forma contundente: 59,1% frente a 36,2%. Para muchos analistas, estos números reflejan que Cepeda dejó de ser solo un referente de la izquierda para convertirse en un actor nacional con capacidad de interlocución más amplia, construida a partir de una agenda centrada en propuestas sociales, institucionales y de fortalecimiento democrático.

El estudio, realizado entre el 15 y el 27 de noviembre a 3.800 personas en 148 municipios, contó con un margen de error del 1,81% y un nivel de confianza del 95%. La nueva legislación electoral obligó a triplicar la muestra, lo que impidió entregar resultados regionales, pero consolidó una lectura nacional mucho más precisa sobre la temperatura del electorado.
Con el ascenso de Cepeda también ha crecido el nivel de confrontación política. Sectores de la derecha, hoy en oposición, han intensificado sus cuestionamientos diarios a través de voceros políticos y medios afines, una estrategia que para diversos observadores refleja la preocupación por el crecimiento del candidato en la opinión pública. Paralelamente, el debate se ha visto marcado por una oleada de desinformación y piezas virales cuya veracidad ha sido desmentida por verificadores independientes, un fenómeno que suele acompañar los momentos de reacomodo político.
Para muchos colombianos, la ofensiva contra Cepeda es un síntoma de la tensión que su ascenso ha generado en quienes hasta hace poco se consideraban los administradores naturales del voto de opinión. Mientras tanto, el senador ha construido un discurso basado en reformas de largo aliento, fortalecimiento institucional y una narrativa centrada en la justicia social, buscando consolidarse como una alternativa sólida en un país que ha atravesado una década de polarización intensa.
A un año de las elecciones, el panorama todavía puede cambiar. Pero por ahora, la fotografía es clara: Iván Cepeda no solo encabeza las encuestas, sino que se ha convertido en el eje alrededor del cual gira buena parte del debate político nacional. El país entra en una etapa decisiva, y la contienda de 2026 promete ser una de las más definitorias en la historia reciente de Colombia.
carloscastaneda@prensamercosur.org
