Estas son las cuatro primeras cosas que debes hacer cuando Windows 11 no funciona

Aunque Windows 11 ha logrado dejar atrás aquella temida pantalla azul, los fallos siguen estando ahí, en forma de bloqueos, reinicios repentinos o el temido congelamiento de pantalla. Y son más comunes de lo que muchos usuarios quieren admitir. Cuando ocurre, puedes perder proyectos que no has guardado, o incluso crearse un caos de apps que no responden y hacen que el ordenador colapse.

Pero antes de entrar en pánico o pensar en reinstalar todo el sistema, hay una serie de pasos que pueden ayudarte a identificar el origen del problema y solucionarlo.

Usa el Visor de eventos de Windows

Es lo primero que debes hacer. Este registro interno guarda toda la actividad importante del sistema, incluidos los errores que provocan bloqueos o cierres con los que no cuentas. Si bien es cierto que no siempre te darán la respuesta definitiva, sí ofrecen una pista valiosa de lo que está sucediendo.

Para acceder, deberás pulsar Windows + X y seleccionar Visor de eventos. Allí verás los fallos más importantes marcados en color rojo, junto con las etiquetas «Error» o «Crítico».

Por poner un ejemplo, según cuenta un redactor de HowtoGeek, su equipo detectó un ordenador relacionado con “nvlddmkm”, una referencia directa a los controladores de las tarjetas gráficas NVIDIA. En su caso, el problema estaba en los drivers de la GPU. En otras ocasiones, pueden aparecer errores bajo el nombre “Kernel-Power”, un indicador de que el sistema ha perdido alimentación eléctrica. Si no ha habido un corte de luz, el culpable podría ser un cable en mal estado o un conector que no hace su función. Esto le dio la pista para revisar las conexiones de la fuente y la placa base y solucionar el problema.

Reinstala los controladores esenciales

Este segundo paso deberá realizarse tras haber identificado el problema. Los drivers son el puente entre el hardware y el sistema operativo, y si algo falla ahí, todo lo demás se cae. Es recomendable descargar las versiones más recientes directamente desde la web del fabricante (ya sea NVIDIA, AMD, Intel o Realtek). En algunos casos, sobre todo tras una actualización importante o un cambio de componentes, conviene realizar una instalación limpia para evitar que se generen conflictos entre las versiones antiguas y las nuevas.

Revisa las actualizaciones del sistema

El tercer paso es comprobar si el sistema tiene actualizaciones pendientes para descargar e instalar. Muchas veces, estas versiones corrigen errores de compatibilidad, vulnerabilidades e incluso fallos de estabilidad que causan los temidos bloqueos.

Si durante el proceso de actualización, el sistema no es capaz de instalar la nueva versión, prueba a ejecutar el solucionador de problemas de Windows Update.

Comprueba el hardware del equipo

Por último, si el equipo sigue fallando, conviene realizar una comprobación del hardware. Estos bloqueos del sistema también pueden deberse a una memoria RAM defectuosa, a un disco duro con ciertos daños o incluso a un exceso de temperatura de la CPU o de la GPU. Ahí entran en juego herramientas como el Diagnóstico de memoria de Windows o CrystalDiskInfo. Con estos programas, puedes identificar si alguno de los componentes está al borde de morir.

Como ves, cuando Windows 11 se bloquea, no solo hay que recurrir al típico método de reiniciar el ordenador. La clave es entender qué está sucediendo y con estos cuatro pasos tendrás claro qué estaba generando el error y le pondrás fin de inmediato.

Iván Dávila

Fuente de esta noticia: https://www.adslzone.net/noticias/windows/4-pasos-solucionar-fallos-windows-11/

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