El agujero de ozono vuelve a ser noticia en 2025 por un dato que combina sorpresa y esperanza: su tamaño fue el quinto más pequeño desde 1992, según reportaron NASA y NOAA. En medio de un escenario climático lleno de preocupaciones, este avance ofrece un respiro, pero también la necesidad de comprender qué está pasando realmente. La recuperación no es instantánea y todavía quedan retos, pero los datos apuntan en una dirección alentadora. Con la capa de ozono como protagonista, el panorama ambiental muestra un capítulo distinto que vale la pena explorar con atención.
¿Por qué el agujero de ozono importa más de lo que crees?
Este año, el agujero de ozono promedió 18.71 millones de km² durante su periodo más crítico, del 7 de septiembre al 13 de octubre. Aunque sigue siendo una extensión inmensa, NASA confirma que es uno de los tamaños más pequeños en más de tres décadas y que su desintegración comenzó tres semanas antes de lo habitual.
Estos datos son importantes porque reflejan el efecto tangible de un acuerdo internacional: el Protocolo de Montreal, que desde 1987 regula los compuestos que deterioran la capa. Cuando se limitan los químicos dañinos, la atmósfera responde, y este año es una prueba clara de ello.
La recuperación del planeta y los químicos que siguen siendo un problema
Desde su punto máximo en el año 2000, los niveles de sustancias que agotan el ozono en la estratosfera han disminuido alrededor de un tercio, de acuerdo con la NOAA. Es una cifra significativa, pero no definitiva: aún existen productos antiguos que continúan liberando cloro y bromo, como materiales de construcción y desechos almacenados.
Por eso, aunque la tendencia es positiva, la recuperación completa se proyecta para finales de la década de 2060. Es un proceso lento, similar a reparar una pieza delicada del ecosistema, donde cada año aporta un avance medible, pero no inmediato. La ciencia insiste: queda camino por recorrer, pero ya se conocen las medidas que funcionan.
Un planeta lleno de señales contradictorias
El agujero de ozono ofrece una de las pocas historias de progreso ambiental sostenido. En su día de mayor extensión en 2025, alcanzó 22.86 millones de km², un número enorme, pero aún así 30% más pequeño que el récord registrado en 2006.
The ozone hole over Antarctica is slowly recovering, according to @nasa & @noaa’s long-term record.
This year’s ozone hole was the 5th-smallest on record, reaching an annual maximum extent of 8.83 million square miles on Sept. 9, 2025. https://t.co/becxmD6aKl pic.twitter.com/4glMTeXlng
— NASA Earth (@NASAEarth) November 24, 2025
Es una señal que contrasta con otros indicadores climáticos que tienden a empeorar. En un “cosmos lleno de secretos” y fenómenos difíciles de revertir, este avance se vuelve un recordatorio de que las decisiones globales pueden cambiar el rumbo. Es uno de los casos más claros donde la acción colectiva y la cooperación internacional dejan huella.
Lo que este avance significa para nuestra generación
El agujero de ozono se convirtió durante décadas en un símbolo de alarma global. Verlo reducirse de manera constante transforma la forma en que entendemos los retos ambientales: no todo está predestinado al deterioro. Es posible corregir un daño cuando existe consenso científico y compromiso político, y ese aprendizaje influye en cómo interpretamos los desafíos actuales. Además, ofrece una perspectiva renovada sobre el futuro: si funcionó una vez, puede volver a funcionar. La experiencia del ozono sirve de guía para temas como el calentamiento global, las emisiones industriales y la protección de los ecosistemas.
El agujero de ozono en 2025 demuestra que el planeta tiene capacidad de recuperación cuando las decisiones se toman a tiempo. Aun con avances claros, la ciencia insiste en que el camino es largo y la constancia es crucial. Este año nos deja una pregunta que vale la pena seguir explorando: si ya logramos revertir un daño histórico, ¿qué más podríamos reparar con la misma determinación y con la confianza de que las soluciones funcionan cuando se aplican con verdadera responsabilidad colectiva?
Carolina Gutiérrez Argüelles
Fuente de esta noticia: https://ecoosfera.com/sci-innovacion/agujero-capa-ozono-2025-1992/
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