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«Venimos de otra izquierda. De una izquierda que no nació en salones ministeriales ni fue creada por acuerdos entre élites disfrazadas de progresistas. Venimos de una izquierda construida en las calles, en las plazas públicas, en los territorios donde la política no es discurso sino transformación. Una izquierda que ha acompañado con lealtad y convicción al presidente Gustavo Petro, porque reconocimos en él, durante años, al líder más valiente y coherente que se atrevió a desafiar la poderosa oligarquía colombiana. Lo rodeamos, lo respaldamos y lo defendimos cuando otros lo atacaban. Nadie puede borrar ese capítulo de la historia». Inició Carlos Caicedo su rueda de Prensa.
«Pero en Colombia no hay reelección. Y cuando culmina un ciclo presidencial, la democracia exige abrir un nuevo escenario para escoger, con la participación directa del pueblo, los liderazgos que deben continuar y profundizar las reformas estructurales que el país necesita. No se puede cerrar la puerta y decidir a dedo quién representará las esperanzas de la transformación. No es coherente con los principios que defendimos durante décadas. No puede ser que la elección de las candidaturas de la izquierda nazca de imposiciones internas, como si se tratara de una nueva forma de dictadura, disfrazada de progresismo», indicó Caicedo
«Por eso, cuando Carlos Caicedo afirma que no somos parte de esa cúpula, no lo dice por soberbia, lo dice por coherencia. Porque no tenemos por qué someternos a decisiones verticales que excluyen a los liderazgos auténticos. Buscaremos, en cambio, el respaldo directo del pueblo. Recogeremos firmas, recorreremos caminos y levantaremos la voz para abrir espacio a una alternativa que reivindique la lucha verdadera, la que no se arrodilla ante los poderes de siempre ni se acomoda en los despachos oficiales».
El presidente Gustavo Petro, durante un reciente consejo de ministros, señaló que la Gobernación del Magdalena quedó en manos de la política tradicional, sugiriendo que el pueblo no respaldó a quienes representaban el proyecto de transformación. Sin embargo, Carlos Caicedo respondió con firmeza: «las obras y logros que hoy se reconocen en el departamento no son del Gobierno Nacional; son fruto de una gestión construida a pulso, sin favores ni alianzas con la vieja clase política. Las universidades públicas del Magdalena no han recibido un peso del Estado, y aun así se levantaron como símbolos vivos de que otra forma de gobernar es posible».

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«A pesar de que seguimos apoyando las reformas estructurales del Gobierno, no permitiremos que se borre la historia de un movimiento que ha acompañado este proceso sin pedir nada a cambio. Fuerza Ciudadana nació del territorio, no del poder. Y hoy, aunque algunos intenten aniquilarla o invisibilizarla, sigue siendo una fuerza viva que representa a miles de colombianos que no se sienten identificados con la nueva política tradicional que empieza a tomar forma desde adentro», añadio Carlos Caicedo
Caicedo denunció con claridad que los candidatos de la izquierda, escogidos para la pasada consulta, fueron elegidos a dedo. No hubo participación real, no hubo apertura democrática, no hubo debate ideológico. Fue un proceso cerrado, excluyente, que dio paso a una candidatura sin el respaldo pleno de la izquierda auténtica. Si el gobierno hubiera logrado imponer en el Magdalena un candidato tránsfuga, habría logrado destruir a Fuerza Ciudadana, un movimiento que no se vende, no se rinde y no se traiciona.
«El presidente algún día, cuando escriba sus memorias, recordará que cerró las puertas a quienes lo acompañaron sin condiciones, y que optó por rodearse de figuras tradicionales como Lizcano o el exministro Gaviria, que no representan la lucha histórica de los sectores populares. Tal vez entonces entienda que la transformación no se profundiza alejando a los aliados auténticos, sino invitándolos a construir juntos». Carlos Caicedo
«Hoy reclamamos nuestro lugar no por ambición, sino por coherencia. Porque el legado que defendemos no puede ser silenciado. Porque la historia no se borra. Y porque el futuro de la izquierda no se decide en escritorios, sino en las calles, con el pueblo». Puntualizó Caicedo
carloscastaneda@prensamercosur.org
