

Margarita Guerra, nueva Gobernadora del departamento del Magdalena Colombia
El mapa político del Magdalena volvió a teñirse del color de Fuerza Ciudadana, reafirmando su liderazgo regional con una victoria contundente que, más allá de los números, expone el peso territorial del movimiento y la influencia de su fundador, Carlos Caicedo. En las elecciones atípicas celebradas este 23 de noviembre, María Margarita Guerra Zúñiga fue elegida gobernadora del departamento con el 56.05 % de los votos, es decir, 188.722 sufragios, derrotando a Rafael Emilio Noya García, candidato respaldado por sectores tanto de derecha como de izquierda, incluyendo partidos como Cambio Radical y Centro Democrático, además de contar con el inusual apoyo de figuras del Pacto Histórico.
La contienda se desarrolló tras la anulación por doble militancia de la elección de Rafael Martínez, lo que abrió un espacio de disputa que muchos interpretaron como la oportunidad ideal para desplazar a Fuerza Ciudadana del poder regional. No obstante, esa apuesta no prosperó. Ni los partidos tradicionales de derecha ni la coalición nacional de izquierda lograron debilitar el proyecto caicedista, que volvió a demostrar su arraigo popular y su capacidad organizativa.
El caso generó un elemento político particular: aunque el presidente Gustavo Petro no intervino en esta elección ni entregó apoyo alguno, figuras como María José Pizarro, Gloria Florez y Gabriel Becerra Flórez expresaron respaldo a Rafael Noya, dejando en evidencia una jugada política que provocó preguntas y desconcierto dentro del mismo Pacto Histórico. Ese gesto, ajeno a las bases del movimiento y sin justificación ideológica clara, provocó tensiones internas que, tarde o temprano, deberán ser explicadas ante la opinión pública. La contradicción fue evidente: apoyar a un candidato promovido por fuerzas políticas ideológicamente opuestas, mientras se ignoraba el liderazgo territorial de un movimiento de izquierda como Fuerza Ciudadana.
María Margarita Guerra Zúñiga, abogada, magíster en Derecho Público y exdiputada, representa la continuidad de un proyecto político iniciado por Caicedo desde 2011, año en el que irrumpió en la escena local como alcalde de Santa Marta. A partir de allí, su movimiento ha ganado en casi todas las grandes contiendas del Magdalena: la Gobernación de 2019 con Caicedo, la de 2023 con Rafael Martínez, y ahora nuevamente retoma el liderazgo institucional con Guerra Zúñiga. Son más de doce años de hegemonía estructural, territorial y electoral. Más que una victoria pasajera, se trata de la consolidación de una fuerza regional que ha trascendido ciclos electorales.
El triunfo de Guerra Zúñiga no solo preserva el camino político de Caicedo, sino que también abre perspectivas nacionales. Su nombre, hasta ahora reconocido como líder regional, comienza a posicionarse como actor estratégico dentro de la izquierda en Colombia, con credenciales construidas desde el territorio, lejos de Bogotá y sus dinámicas centralizadas. El resultado de estas elecciones no solo reafirma un mandato local, sino que presenta a Fuerza Ciudadana como un movimiento con proyección nacional, disciplinado y coherente, capaz de resistir presiones externas y de mantener su identidad ideológica.
En esta contienda electoral, quedó claro que ni la derecha ni ciertos sectores de la izquierda nacionales pudieron frenar el dominio de Fuerza Ciudadana. El Magdalena vuelve a confirmar que la política territorial tiene dinámicas propias, y que los liderazgos nacidos desde las regiones son capaces no solo de resistir, sino de redefinir el panorama nacional.
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