

En un avance significativo para la comunidad de la Colonia Santa Lucía, en el distrito de Itakyry, Alto Paraná, se logró poner fin a un conflicto por la tierra que se extendió por casi una década. Este problema, que data del año 2015, involucraba a campesinos beneficiados por la reforma agraria y al colono Carlos Burgel, quienes habían sido adjudicados con los mismos terrenos, generando tensiones y enfrentamientos en la zona.
El acuerdo fue alcanzado durante una reunión liderada por el ministro del Interior, Enrique Riera Escudero, y el presidente del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT), Francisco Ruiz Díaz. En este encuentro histórico, se firmó un acuerdo que establece la cesión de 20 hectáreas de propiedad de Carlos Burgel a favor de las familias residentes en la colonia. Estas familias estuvieron representadas por Raquel Ferreira Centurión, presidenta de la Comisión de la Colonia Santa Lucía.

El titular del INDERT destacó el gesto conciliador de Carlos Burgel, quien manifestó que no se siente orgulloso por el conflicto que surgió debido a la doble adjudicación de las tierras. Aunque reconoció que sus derechos fueron vulnerados, Burgel optó por ceder las parcelas en disputa a los campesinos, facilitando así la regularización de las tierras y abriendo el camino para su titulación definitiva a favor de los ocupantes.
«Con este gesto se pone fin al sufrimiento, la incertidumbre y los conflictos que han marcado estos años en la colonia», expresó Francisco Ruiz Díaz tras el encuentro. Además, señaló que este acuerdo representa un ejemplo para resolver otros tres casos similares en la misma comunidad y avanzar hacia la pacificación total de la zona.
El acto contó con la presencia de importantes autoridades locales y nacionales, entre ellos el viceministro de Asuntos Políticos, Óscar Campuzano; el presidente del Instituto Paraguayo del Indígena (INDI), Hugo Samaniego; el intendente de Itakyry, Miguel Soria; así como concejales municipales y vecinos de la colonia. Todos celebraron este paso trascendental que pone fin a una década de incertidumbre y tensiones.
El presidente del INDERT también subrayó el compromiso del ente agrario para seguir trabajando en la solución de conflictos similares que afectan a comunidades rurales en Paraguay. «Estamos decididos a corregir las desprolijidades cometidas en administraciones pasadas y brindar soluciones definitivas a quienes han esperado por años», afirmó.
Este acuerdo marca un hito en la lucha por los derechos de las familias campesinas y refuerza el compromiso del gobierno con la regularización de tierras y la paz social en las comunidades rurales del país. La esperanza ahora recae en que este ejemplo sirva como modelo para resolver otros conflictos pendientes y garantizar una vida digna para las familias afectadas.
Con información Sonia Santacruz – Prensa Mercosur – Asunción
