
El 12 de noviembre de 2025, Puebla amaneció mirando hacia arriba por una escena poco común: una nube aborregada con un hueco casi perfecto en medio del firmamento. Lo que parecía un portal o un suceso inexplicable tiene una explicación tan bella como lógica. Se trata del fallstreak hole, un fenómeno meteorológico poco frecuente que combina temperatura, presión y física atmosférica para crear uno de los espectáculos más singulares del cielo.

¿Qué es un fallstreak hole y cómo se forma?
Un fallstreak hole, también conocido como agujero de virga o cavum, es una abertura circular u ovalada que aparece en nubes medias o altas, como los altocúmulos o cirrocúmulos. Estas nubes están compuestas por gotas de agua superenfriadas, es decir, agua líquida que permanece en ese estado aunque la temperatura sea menor a 0 °C. Esta condición es inestable y basta una pequeña perturbación para romper su equilibrio.

El desencadenante puede ser el paso de un avión o un descenso repentino de presión. Cuando esto ocurre, las gotas superenfriadas se congelan al instante, generando cristales de hielo. Estos cristales crecen rápidamente, absorbiendo el vapor de agua de su entorno y dejando un vacío en la nube. Desde tierra, ese proceso se ve como un agujero perfectamente delineado, con una especie de estela de hielo cayendo al centro.
La física detrás del espectáculo
El fallstreak hole es un ejemplo visible del proceso de Wegener-Bergeron-Findeisen, un principio fundamental en meteorología que explica cómo los cristales de hielo crecen en detrimento de las gotas de agua. Este fenómeno ocurre cuando la presión de vapor del agua es menor sobre el hielo que sobre el líquido. El resultado es una transferencia natural de vapor desde las gotas hacia los cristales, provocando que las primeras se evaporen mientras los segundos aumentan de tamaño.

A medida que los cristales se hacen más pesados, comienzan a caer, generando un efecto óptico similar a una cortina o virga (precipitación que se evapora antes de tocar el suelo). Lo fascinante es que este proceso no dura mucho: en cuestión de minutos, el agujero puede formarse, evolucionar y disiparse sin dejar rastro. Es la naturaleza mostrando un equilibrio frágil entre física y estética.
¿Por qué es raro verlo en México?
Los fallstreak holes son más comunes en regiones templadas o frías, donde las capas de nubes alcanzan temperaturas muy bajas y el aire es lo suficientemente seco para permitir la evaporación rápida. En México, y especialmente en el centro del país, las condiciones suelen ser menos favorables: la humedad es alta y la estabilidad atmosférica impide la formación de nubes superenfriadas por largos periodos.

Por eso, observar un fallstreak hole sobre Puebla es un evento poco común, comparable con ver un halo solar o un arco circunhorizontal. Su aparición indica la presencia de aire frío en niveles medios de la atmósfera, posiblemente asociado a un frente o una masa de aire invernal que se aproxima. Además, estos patrones suelen preceder descensos de temperatura o ligeras lluvias, por lo que su presencia puede ser una pista visual del cambio climático local.
La belleza científica del cielo
Lo más interesante de un fallstreak hole no es solo su aspecto, sino lo que revela sobre la atmósfera. En un mismo instante, muestra tres procesos fundamentales: condensación, congelación y evaporación. En un cielo aparentemente estático, todo está ocurriendo a velocidades y escalas que no percibimos. Estos agujeros en las nubes son recordatorios visibles de que la atmósfera es un sistema dinámico, sensible y perfectamente equilibrado.
El cielo poblano nos sorprendió esta mañana con un fenómeno poco común llamado “agujero en las nubes” o “fallstreak hole”.
Se forma cuando una parte de una nube se congela y las gotitas de agua a su alrededor se evaporan, creando ese hueco tan perfecto en medio del cielo.
¡La… pic.twitter.com/5KpO6ucZ71— 𝑨𝒍𝒆𝒋𝒂𝒏𝒅𝒓𝒂 𝑩𝒂𝒖𝒕𝒊𝒔𝒕𝒂 (@AleBau_Tribuna) November 12, 2025
Observar uno no implica peligro, pero sí invita a mirar con más atención los detalles del cielo. Cada formación, color o textura cuenta una historia sobre la energía y el movimiento del aire. En este caso, Puebla fue testigo de una lección natural sobre termodinámica, humedad y belleza atmosférica que pocas veces se pueden contemplar a simple vista.

El fallstreak hole de Puebla no fue un portal ni un evento sobrenatural, sino una expresión física de cómo la naturaleza combina precisión y arte. Detrás de ese círculo perfecto hay temperaturas de -20 °C, microgotas en equilibrio y la fragilidad de una nube que cambia en segundos. A veces, la ciencia se manifiesta en forma de belleza, y basta mirar al cielo para recordarlo. ¿Cuántos otros secretos estarán ocurriendo sobre nosotros sin que los notemos?
Carolina Gutiérrez Argüelles
Fuente de esta noticia: https://ecoosfera.com/sci-innovacion/nube-fallstreak-hole-cielo-puebla/
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