

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) se asocia tradicionalmente con la infancia, pero la evidencia científica muestra que entre un 40 % y un 60 % de los niños diagnosticados continúan presentando síntomas en la edad adulta. En muchos casos, estos síntomas pasan desapercibidos durante años, afectando al rendimiento laboral, las relaciones personales y la salud mental. Comprender qué es el TDAH, cómo se manifiesta y cómo tratar el TDAH en adultos es clave para mejorar la calidad de vida y prevenir complicaciones emocionales y sociales.
Qué es el TDAH
El TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad) es un trastorno del neurodesarrollo que implica una alteración en los mecanismos cerebrales que regulan la atención, la impulsividad y el control del comportamiento. Aunque su origen exacto no se conoce por completo, se sabe que existe una combinación de factores genéticos, neurobiológicos y ambientales.
En los adultos, el TDAH no se manifiesta necesariamente con hiperactividad visible, como suele ocurrir en los niños, sino con dificultades para concentrarse, organizarse, mantener rutinas o gestionar el tiempo. Estas alteraciones pueden generar frustración, ansiedad y bajo rendimiento, incluso en personas con alta capacidad intelectual o profesional.
Algunas funciones cerebrales que se ven afectadas son:
- La atención sostenida y selectiva: la persona se distrae fácilmente o tiene dificultades para concentrarse en tareas monótonas.
- El control inhibitorio: se actúa o se habla sin pensar, lo que puede generar conflictos personales o laborales.
- La planificación y memoria de trabajo: cuesta priorizar tareas, recordar citas o seguir pasos complejos.
Síntomas del TDAH en adultos
Los síntomas del TDAH varían según la persona y el tipo predominante (inatento, hiperactivo-impulsivo o combinado). En la edad adulta, suelen presentarse de forma más sutil, pero con gran impacto funcional.
Entre los síntomas más frecuentes destacan:
- Dificultad para mantener la atención en conversaciones largas, reuniones o lecturas.
- Olvidos frecuentes, pérdida de objetos y problemas para recordar compromisos o tareas.
- Desorganización, tanto en el entorno físico como en la gestión del tiempo.
- Procrastinación crónica, con tendencia a dejar las tareas para último momento.
- Impulsividad verbal o conductual, interrumpiendo o tomando decisiones sin pensar.
- Cambios de humor, irritabilidad y frustración ante la mínima dificultad.
- Inquietud interna constante, aunque no se manifieste con movimientos físicos.
- Baja tolerancia al estrés y dificultad para relajarse.
- Problemas en las relaciones personales debido a la falta de escucha o la impulsividad.
El TDAH puede coexistir con trastornos del estado de ánimo, ansiedad, abuso de sustancias, depresión o trastornos del sueño, lo que complica el diagnóstico y el tratamiento.
Cómo se diagnostica el TDAH en adultos
El diagnóstico del trastorno por déficit de atención e hiperactividad debe realizarlo un especialista en psiquiatría o psicología clínica. No existe una prueba única, sino una evaluación integral que combina entrevistas, cuestionarios clínicos y escalas validadas.
El proceso diagnóstico incluye:
- Historia clínica detallada: se analizan los antecedentes desde la infancia, la evolución de los síntomas y su repercusión actual.
- Evaluación neuropsicológica: mide la atención, memoria, control inhibitorio y funciones ejecutivas.
- Descartar otras causas médicas o psicológicas: el insomnio, la ansiedad o los problemas tiroideos pueden causar síntomas similares.
- Confirmación de persistencia: para considerar el diagnóstico de TDAH, los síntomas deben haber estado presentes antes de los 12 años y mantenerse en diferentes contextos (trabajo, relaciones, estudios).
El diagnóstico suele ser complejo porque muchos adultos han aprendido estrategias compensatorias o interpretan sus dificultades como simple desorganización o estrés. Por eso, un diagnóstico correcto es el primer paso hacia un tratamiento efectivo.
Cómo tratar el TDAH en adultos
El tratamiento del TDAH en adultos es multidisciplinar y personalizado, combinando terapia farmacológica, intervención psicológica y cambios en el estilo de vida. El objetivo no es eliminar completamente los síntomas —lo cual no siempre es posible—, sino mejorar el control, la funcionalidad y el bienestar emocional.
Tratamiento farmacológico: pastillas para el TDAH
Las pastillas para el TDAH son uno de los pilares del tratamiento y deben ser prescritas por un médico. Los fármacos más utilizados son:
- Estimulantes: como el metilfenidato o las anfetaminas. Actúan aumentando los niveles de dopamina y noradrenalina, mejorando la atención y reduciendo la impulsividad.
- No estimulantes: como la atomoxetina o la guanfacina. Son alternativas útiles para quienes no toleran los estimulantes o presentan contraindicaciones médicas.
Estos medicamentos no curan el trastorno, pero pueden reducir los síntomas de forma significativa y facilitar el funcionamiento diario. El tratamiento requiere seguimiento médico periódico para ajustar dosis y controlar posibles efectos secundarios como insomnio, pérdida de apetito o ansiedad leve.
Terapia psicológica y entrenamiento cognitivo
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es altamente eficaz en adultos con TDAH. Se centra en entrenar habilidades prácticas y modificar patrones de pensamiento que perpetúan la desorganización o la frustración.
Los objetivos principales de la terapia incluyen:
- Aprender a planificar y dividir tareas en pasos pequeños y alcanzables.
- Crear rutinas estructuradas que reduzcan el caos cotidiano.
- Entrenar la gestión del tiempo y priorización de responsabilidades.
- Mejorar la autoestima y la tolerancia a la frustración, que suelen verse afectadas.
- Desarrollar estrategias de autocontrol ante la impulsividad o las distracciones.
En algunos casos se recomienda la terapia de pareja o familiar, para ayudar al entorno a comprender mejor el trastorno y evitar conflictos derivados de la falta de atención o la impulsividad.
Cambios en el estilo de vida
Además de la medicación y la terapia, los hábitos diarios influyen notablemente en el control de los síntomas del TDAH.
Algunas recomendaciones útiles son:
- Dormir al menos 7-8 horas diarias, manteniendo horarios regulares.
- Hacer ejercicio físico de forma constante, ya que mejora la concentración y reduce la ansiedad.
- Evitar el consumo excesivo de cafeína, alcohol o tabaco, que pueden alterar la atención.
- Usar herramientas digitales como recordatorios, calendarios o aplicaciones de organización.
- Dividir grandes tareas en partes más pequeñas, estableciendo objetivos claros y recompensas.
- Practicar técnicas de relajación o mindfulness, para reducir la sobrecarga mental.
Estos cambios, aunque parezcan simples, pueden marcar una gran diferencia en el día a día de una persona con déficit de atención.
Consecuencias del TDAH no tratado en adultos
Cuando el TDAH no se diagnostica ni se trata, puede generar dificultades crónicas en múltiples áreas de la vida. Las más frecuentes incluyen:
- Inestabilidad laboral, por bajo rendimiento o falta de organización.
- Problemas financieros, derivados de impulsividad en el gasto o falta de planificación.
- Conflictos personales o de pareja, por impaciencia o falta de atención.
- Baja autoestima y sentimientos persistentes de fracaso.
- Mayor riesgo de ansiedad, depresión o abuso de sustancias.
La detección y el tratamiento oportunos pueden evitar estas complicaciones y permitir que la persona desarrolle su potencial en todos los ámbitos.
Cómo se trata el TDAH en adultos de forma integral
El enfoque más efectivo para tratar el TDAH en adultos combina farmacoterapia, psicoterapia y acompañamiento profesional continuo. La colaboración entre psiquiatras, psicólogos y médicos de atención primaria resulta esencial.
En algunos casos, los profesionales pueden recomendar:
- Coaching especializado en TDAH, centrado en la gestión del tiempo y la productividad.
- Apoyo grupal con otras personas diagnosticadas, que mejora la motivación y reduce el aislamiento.
- Educación psicoeducativa, para comprender cómo funciona el cerebro con TDAH y ajustar expectativas realistas.
La clave del éxito está en mantener un seguimiento regular y constante, ya que el tratamiento requiere ajustes a lo largo del tiempo y acompañamiento profesional.
Vivir con TDAH: más allá del diagnóstico
Con un tratamiento adecuado y una red de apoyo sólida, las personas con TDAH pueden llevar una vida plena y productiva. Reconocer el trastorno no implica una limitación, sino la oportunidad de aprender a gestionar la atención, la energía y las emociones de forma más eficaz.
Cada vez hay más conciencia sobre el TDAH en adultos, y el acceso a tratamientos especializados permite abordar los síntomas de manera integral, favoreciendo el bienestar psicológico y social.
Si se presentan síntomas compatibles con déficit de atención o dificultades persistentes de concentración, es recomendable realizar una valoración médica. En SaludOnNet se puede solicitar cita con especialistas en salud mental y neurología sin esperas, para recibir orientación y tratamiento personalizado desde el primer momento.
Equipo Médico de SaludOnNet
Fuente de esta noticia: https://www.saludonnet.com/blog/tdah-en-adultos-sintomas-diagnostico-y-como-tratarlo/
************************************************************************************************************
También estamos en Telegram como @prensamercosur, únete aquí: Telegram Prensa Mercosur
Recibe información al instante en tu celular. Únete al Canal del Diario Prensa Mercosur en WhatsApp a través del siguiente link: https://whatsapp.com/channel/0029VaNRx00ATRSnVrqEHu1También estamos en Telegram como @prensamercosur, únete aquí: https://t.me/prensamercosur Mercosur
Recibe información al instante en tu celular. Únete al Canal del Diario Prensa Mercosur en WhatsApp a través del siguiente link: https://www.whatsapp.com/channel/0029VaNRx00ATRSnVrqEHu1W
