

La producción de soja en el Mercosur, que ha representado el 62% de las exportaciones mundiales de esta oleaginosa en los últimos cinco años, crecerá un 0,8% en la temporada 2025/26, a pesar de una ligera reducción en el área cultivada. Así lo proyectó la consultora Céleres en un informe publicado este lunes.
De acuerdo con las estimaciones, la cosecha total de soja en el bloque sudamericano alcanzará los 242,3 millones de toneladas, superando las 240,4 millones recolectadas en el ciclo anterior. Este incremento se atribuye principalmente a un aumento en la productividad promedio, que pasará de 3,32 toneladas por hectárea en la temporada 2024/25 a 3,4 toneladas por hectárea en 2025/26, gracias a condiciones climáticas más favorables en las principales regiones productoras.
Sin embargo, la superficie cultivada con soja disminuirá un 0,4%, lo que equivale a una reducción de 300 mil hectáreas respecto al año anterior. Este descenso estará impulsado principalmente por una disminución de 1,3 millones de hectáreas en Argentina, parcialmente compensada por un aumento de 1 millón de hectáreas en Brasil.
Céleres también anticipa un aumento en las exportaciones del bloque, con un crecimiento de 5 millones de toneladas. Este incremento refuerza la importancia del Mercosur como actor clave en el comercio global de soja. Brasil, que representa aproximadamente el 84% de las exportaciones totales del Mercosur, seguirá liderando el mercado.
En agosto, la consultora presentó su primera estimación para la cosecha brasileña de soja, proyectando un nuevo récord de producción. Según Céleres, Brasil podría alcanzar los 177,2 millones de toneladas en la temporada 2025/26, superando las 172,8 millones del ciclo previo. Este desempeño consolida al país como el mayor productor y exportador mundial de soja.
El Mercosur continúa desempeñando un papel crucial en el suministro global de soja, con Brasil a la cabeza como motor principal del crecimiento. Las proyecciones optimistas para la próxima temporada reflejan tanto la resiliencia del sector agrícola en la región como su capacidad para adaptarse a desafíos climáticos y económicos.
Con un aumento sostenido en productividad y exportaciones, el bloque sudamericano reafirma su posición como líder global en la producción y comercialización de esta oleaginosa estratégica.
