Confirmado la presencia del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, confirmó oficialmente su asistencia a la IV Cumbre CELAC–UE, que se celebrará en la ciudad de Santa Marta los días 9 y 10 de noviembre. Su participación refuerza la relevancia de este encuentro birregional que busca profundizar la cooperación política, económica y social entre América Latina, el Caribe y Europa.
La Cumbre, convocada por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE), se ha consolidado como el espacio más importante de diálogo estratégico entre ambas regiones. Este año, Colombia, en su papel de presidencia pro tempore de la CELAC, lidera los esfuerzos para proyectar una agenda ambiciosa centrada en el desarrollo sostenible, la transición energética justa y la transformación digital inclusiva.
Durante las jornadas, los jefes de Estado y de Gobierno discutirán la hoja de ruta de cooperación para el periodo 2025–2027, con la intención de fortalecer la alianza birregional en temas clave como la seguridad alimentaria, la salud pública, la educación, la innovación tecnológica, la democracia, el multilateralismo y la justicia social. Asimismo, se espera la adopción de una Declaración Política con compromisos concretos orientados a la acción y a la construcción de una relación basada en la confianza mutua y la corresponsabilidad compartida.
Entre los ejes temáticos de esta cuarta edición destacan la triple transición —energética, digital y ambiental—, la promoción de una agricultura sostenible, la lucha contra el crimen organizado transnacional y la búsqueda de una mayor equidad de género en las políticas públicas. La agenda también contempla el fortalecimiento del comercio birregional y el impulso de iniciativas conjuntas para garantizar la autosuficiencia sanitaria y el acceso equitativo a medicamentos esenciales.
La presencia del presidente Lula da Silva simboliza el compromiso de Brasil con un nuevo ciclo de cooperación entre América Latina y Europa, sustentado en el diálogo, la solidaridad y el respeto mutuo. Santa Marta se prepara así para convertirse en el epicentro de una cita histórica que podría marcar un punto de inflexión en la relación birregional, traduciendo la voluntad política en acciones concretas y duraderas frente a los desafíos globales del siglo XXI.
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